Braña La Pornacal - Braña Viecha o de Los Cuartos - La Cerezal - desde Villar de Vildas PR AS 14.1 ( Somiedo )
near Villar de Vildas, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta preciosa, fácil, sin ninguna complicación técnica.
Marcada como PR y pocas posibilidades de pérdida.
Primera parte por pista de hormigón, luego pista de grava y finalmente pista de tierra.
La ruta cómo es lineal, se puede llegar hasta donde quieras y dar la vuelta.
La mayoría van hasta La Braña los cuartos, nosotros seguimos hasta la Cerezal. Si vas hasta Los Cuartos, ya tienes una ruta bien guapa y descuentas 3 km del total que hicimos nosotros.
Partimos desde Villar de Vildas, en un aparcamiento en medio del pueblo, al lado de la Iglesia.
Seguimos por el camino en medio de las casas y
seguimos hasta el final del pueblo, alfondo Ya se ven las montañas hacia donde nos dirigimos. Por pista de hormigón, vamos en suave subida, hasta un cruce, allí tomamos la pista de la izquierda y cruzamos un puente, sobre el río Pigueña, río qué tendremos al lado o cerca, durante toda la ruta. Después de pasar el puente, la subida se hace algo más fuerte, pero se lleva muy bien. El río se va quedando un poco más hondo y al otro lado vemos una zona boscosa preciosa,
con gran variedad de tonalidades, mucho más arriba tenemos las montañas, con su parte superior cubierta de nieve. Seguimos progresando por la pista de hormigón y como 3.5 km de la salida, llegamos a la Braña de la Pornacal, donde hay un elevado número de cabañas, en un buen estado de conservación. Poco más adelante nos encontramos un abrevadero que está seco, desde parece hace tiempo. Al frente y a un nivel algo inferior, tenemos las praderas de la Requexada, una preciosa y fértil vega y alfondo, unas vistas de postal, las montañas con bastante altura y cubiertas de la nieve caída recientemente. Seguimos por la pista de hormigón en progresiva subida, ya vamos oyendo un rumor de fondo y luego más fuerte, es la cascada de Corralón, que con el deshielo se está haciendo expectacular. Seguimos en progresiva subida, ahora por pista de zahorra y pronto avistamos la Braña Los Cuartos, Braña con un grupo de cabañas, unas pequeñas circulares con techo de teito y otras rectangulares y parte de ellas con techo de tejas.
En ésta zona a la derecha del camino hay cierto número de pedrolos bastante grandes y que nos proporcionan una zona de descanso estupenda, más en ésta ocasión, que todo el resto está cubierto de nieve.
Aprovechamos aquí, para reponer fuerzas y recreando nos, con unas vistas estupendas y espectaculares, también deleitándonos, con la presencia cercana, de una pequeña manada de rebecos.
Después del placentero descanso, seguimos subiendo ahora ya por pista de tierra, pero cubierta de hielo y nieve. Cruzamos varios pasos de agua, que traían buena cantidad de agua proveniente del deshielo, pero en todos había unas piedras colocadas estratégicamente y que nos facilitaba el paso.
Seguimos avanzando, cada vez hay más cantidad de nieve, nieve que está muy suelta y en la que ya nos cubre hasta las rodillas.
Durante ésta progresión, vimos pisadas de rebecos, perros y lo más fascinante, había también y muy claras, huellas recientes de oso, al que la invernada, le pilló dando una vuelta por la zona.
Llegamos a la Braña de la Cerezal,
con unas cabañas derruidas, de las que solo quedan las paredes laterales.
En ésta Braña también se veían claramente las huellas del oso, en dirección a la vaguada superior.
Nos hubiera gustado haber subido algo más, pero ya se hacía difícil avanzar por la nieve, sin raquetas ya se hacía imposible, además empezaba a bajar la niebla, así que decidimos dar por finalizada la ruta.
La vuelta la hicimos por el mismo sitio por dónde habíamos venido.
Ruta guapa, expectacular y más en las condiciones qué nos tocó vivirla.
Marcada como PR y pocas posibilidades de pérdida.
Primera parte por pista de hormigón, luego pista de grava y finalmente pista de tierra.
La ruta cómo es lineal, se puede llegar hasta donde quieras y dar la vuelta.
La mayoría van hasta La Braña los cuartos, nosotros seguimos hasta la Cerezal. Si vas hasta Los Cuartos, ya tienes una ruta bien guapa y descuentas 3 km del total que hicimos nosotros.
Partimos desde Villar de Vildas, en un aparcamiento en medio del pueblo, al lado de la Iglesia.
Seguimos por el camino en medio de las casas y
seguimos hasta el final del pueblo, alfondo Ya se ven las montañas hacia donde nos dirigimos. Por pista de hormigón, vamos en suave subida, hasta un cruce, allí tomamos la pista de la izquierda y cruzamos un puente, sobre el río Pigueña, río qué tendremos al lado o cerca, durante toda la ruta. Después de pasar el puente, la subida se hace algo más fuerte, pero se lleva muy bien. El río se va quedando un poco más hondo y al otro lado vemos una zona boscosa preciosa,
con gran variedad de tonalidades, mucho más arriba tenemos las montañas, con su parte superior cubierta de nieve. Seguimos progresando por la pista de hormigón y como 3.5 km de la salida, llegamos a la Braña de la Pornacal, donde hay un elevado número de cabañas, en un buen estado de conservación. Poco más adelante nos encontramos un abrevadero que está seco, desde parece hace tiempo. Al frente y a un nivel algo inferior, tenemos las praderas de la Requexada, una preciosa y fértil vega y alfondo, unas vistas de postal, las montañas con bastante altura y cubiertas de la nieve caída recientemente. Seguimos por la pista de hormigón en progresiva subida, ya vamos oyendo un rumor de fondo y luego más fuerte, es la cascada de Corralón, que con el deshielo se está haciendo expectacular. Seguimos en progresiva subida, ahora por pista de zahorra y pronto avistamos la Braña Los Cuartos, Braña con un grupo de cabañas, unas pequeñas circulares con techo de teito y otras rectangulares y parte de ellas con techo de tejas.
En ésta zona a la derecha del camino hay cierto número de pedrolos bastante grandes y que nos proporcionan una zona de descanso estupenda, más en ésta ocasión, que todo el resto está cubierto de nieve.
Aprovechamos aquí, para reponer fuerzas y recreando nos, con unas vistas estupendas y espectaculares, también deleitándonos, con la presencia cercana, de una pequeña manada de rebecos.
Después del placentero descanso, seguimos subiendo ahora ya por pista de tierra, pero cubierta de hielo y nieve. Cruzamos varios pasos de agua, que traían buena cantidad de agua proveniente del deshielo, pero en todos había unas piedras colocadas estratégicamente y que nos facilitaba el paso.
Seguimos avanzando, cada vez hay más cantidad de nieve, nieve que está muy suelta y en la que ya nos cubre hasta las rodillas.
Durante ésta progresión, vimos pisadas de rebecos, perros y lo más fascinante, había también y muy claras, huellas recientes de oso, al que la invernada, le pilló dando una vuelta por la zona.
Llegamos a la Braña de la Cerezal,
con unas cabañas derruidas, de las que solo quedan las paredes laterales.
En ésta Braña también se veían claramente las huellas del oso, en dirección a la vaguada superior.
Nos hubiera gustado haber subido algo más, pero ya se hacía difícil avanzar por la nieve, sin raquetas ya se hacía imposible, además empezaba a bajar la niebla, así que decidimos dar por finalizada la ruta.
La vuelta la hicimos por el mismo sitio por dónde habíamos venido.
Ruta guapa, expectacular y más en las condiciones qué nos tocó vivirla.
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