Brihuega: a Villaviciosa

Se trata aproximadamente de la ruta 95 de las publicadas en http://henaresaldia.com/descargas/rutas-de-senderismo/, que agradecemos, con algunas modificaciones, probablemente no acertadas. Hemos seguido también en parte la ruta marcada sobre el terreno con robustos postes verdes denominada Quejigal de Brihuega (de la que no encontramos referencias).
EL MAYOR INTERÉS está en el camino de ida, a media altura sobre el estrecho valle del Tajuña, por lugares muy pintorescos (aunque el interés del quejigal está exagerado en los paneles explicativos), sobre todo en primavera. Y muy solano: se puede reservar para los días más crudos del invierno, siempre que haga sol. No parece recomendable para el verano.
INTERÉS DUDOSO. Nos pasamos el camino de subida natural a Villaviciosa por nuestro afán de “arqueólogos de caminos” de encontrar un camino ancestral alternativo (sale del waypoint 2). El interés de este camino dependerá del cristal con que se mire. Su trazado es muy acertado (ver foto), se adivinan aquí y allá restos de empedrado y pasa por lugares pintorescos; pero está muy tomado por las aliagas: ni las motos ni los rebaños ni creo que paseantes como nosotros lo han transitado en muchos años (la última oveja que por él pasó dejó allí su cráneo); en ciertos lugares escogimos andar por sus márgenes.
VILLAVICIOSA es un bonito pueblo, con una pequeña iglesia que exhibe un “ábside de clausura”, una fuente y muchas huellas de un pasado glorioso, como la puerta triunfal de un monasterio.
MENOS INTERÉS. La segunda modificación introducida fue acercarnos al monumento conmemorativo de la batalla que entronizó a los borbones en España, situado junto a la carretera de Brihuega. Le encontramos poco interés fuera del histórico. De allí, en vez de volver al pueblo, optamos por atajar al camino de vuelta cruzando sembrados de espliego no germinados. Este camino discurre por la altiplanicie y no tiene el encanto del de ida.