Bruguera, Puig de Sant Amand, Saltor

Salida del 16 de octubre del 2020. El objetivo era el de alcanzar la cumbre Sant Amand desde Bruguera, y después volver por el mismo camino. Otro día se debería volver para ascender por la cara opuesta, explorarla y cerrar una circular, pero con la colaboración de un avezado montañero de Olot que nos ha acompañado y que conocía el terreno, Joan, se ha cerrado la circular en un sólo día, ya que recordaba la presencia de un sendero de bajada por el flanco sur.

La salida no tiene dificultades técnicas, aunque que consta de tramos bastante abruptos. Hemos empezado desde el aparcamiento de tierra que se halla en el centro de Bruguera. Desde allí hemos ido a buscar la senda amarilla que asciende hasta el Coll de Jou. Se trata de un camino muy habitual que se utiliza para subir al Taga, pero en lugar de eso lo hemos utilizado para abordar el Sant Amand, que se halla justo en frente de la primera cumbre, hacia al sur.

Desde el Coll de Jou hemos remontado otro sendero sin marcar. Hemos contado con la sorpresa de las nieves tempranas, y también con algún tramo helado, aunque no hemos tenido problemas. Transitando por un bello bosque entre hayas (con algún pino) y trepando finalmente por unas rocas, hemos alcanzado el Pla de Pena, ya muy cerca de la cumbre. Para llegar a ella hay que seguir otro sendero, que va remontando la cuesta muy tranquilamente porque ya estamos casi arriba. En la cumbre encontramos muchas rocas apiladas, que se supone que marcan el punto más alto.

Desde la cima, posteriormente,vamos a la Creu de Sant Amand, que está unos metros más abajo, y desde allí, después de contemplar la panorámica sur (se ven claramente Ripoll, Campdevànol y Sant Joan de las Abadesses), empezamos el descenso abrupto que pasa por la Garganta, El Faig Gros y que para finalizar nos deja, mientras se suaviza, en Saltor.

Desde Saltor hay un camino marcado que regresa a Bruguera. Es muy vistoso y sombrío, dominado por el hayedo. El poste que lo marca en Saltor estaba caído, y por ello nos hemos despistado un momento. Sin embargo, nos hemos dado cuenta de ello muy pronto y hemos retrocedido, poniendo en pie la marca de madera, aunque se ha de reconocer que ha sido de una forma un tanto precaria y no garantizo que si alguien vuelve por allí se lo encuentre todavía erguido. En todo caso, también hay un poste de Itinerannia, que señala bastante bien. Sobre el kilómetro 9,64 enlazaremos primero por una pista y, finalmente, en el Coll de la Portella, con el último sendero que nos va a dejar en el punto de inicio.

Se trata de una magnífica excursión, en la que encoraremos muy buenas vistas, excelentes tramos de bosque y con algo de aventura a la hora de descender por el flanco sur.