Budia - paseo por su historia y cerro mirador del Medio Mundo

Budia situada en la Comarca de la Alcarria.

Visitaremos el pueblo y sus bonitas joyas del románico y de camino al cerro del medio Mundo visitaremos sus dos ermitas.

La ruta se puede iniciar desde cualquier punto del pueblo. Nosotros la empezamos junto al lavadero para después acercarnos a la ermita de la Soledad, y pasos más adelante visitar la iglesia de San Pedro junto a la plaza de España y centro neurálgico del pueblo.

En la Plaza del ayuntamiento existe una pequeña inscripción de Camilo José Cela que paso por este lugar en su Viaje por la Alcarria.

Callejeamos por sus calles estrechas y vamos en busca del antiguo convento de las Carmelitas ahora convertido en cementerio en lo alto del pueblo. Junto al mismo bonitas vistas en el horizonte.

La Nevera y la Ermita de Santa Lucía nos esperan testigos poco antes de andar por la parte alta del pueblo y encaramarnos al mirador de la cultura con bellas vistas del pueblo y del entorno.

Salimos del pueblo por el lateral de la carretera GU-932 que le da acceso y con precaución, aunque no pasan muchos coches nos dirigimos a la Ermita de San Roque.

Unas fotos y continuamos unos metros por el lateral de la carretera CM -2013 con cuidado, para en pocos metros coger un camino junto al arroyo de la vega que en decenas de metros nos deja en la Fuente del Peral y en la imponente Ermita de la Virgen del Peral o simplemente de "El Peral" como reza la descripción que nos la presenta junto a sus muros.

Buscamos ahora por su parte de atrás y caminando por el borde la carretera GU-902, el camino que lleva a Valdelagua en el sitio llamado "Pozo de la Virgen" y entre campos de cereales llegamos al alto del Carrascal desde donde alcanzamos la "Loma del Carrascal" y una baliza de madera nos indica donde desviarnos para alcanzar el cerro del medio Mundo que se encuentra en la llamada Peñablanca y.al que nos podremos asomar para disfrutar de sus impresionantes vistas.

Tenemos unas hermosas vistas del Embalse de Entrepeñas. Si miramos en el horizonte podemos distinguir las siluetas de las Tetas de Viana. También podemos ver en el horizonte, "la Hoz Angosta" un pequeño cañón cerca del pueblo de DUrón y el pueblo de Budia desde el que hemos iniciado nuestra ruta. Y en definitiva, "Medio Mundo" a nuestros pies.

Cuidado con este tramo y el siguiente de la vuelta al pueblo porque no hay posibilidad de ninguna sombra y cuando aprieta el sol; este se nota.

Para volver al pueblo desandamos sobre nuestros pasos para en el alto del Carrascal coger un camino a la izquierda que nos cruza con una fuente - abrevadero y baja directamente hasta la carretera CM-2013 justo en la curva que da acceso al pueblo junto al arroyo de la Vega, por encima del que pasamos gracias al puente que lo salva..


Budia
http://www.turismocastillalamancha.es/patrimonio/budia-32131/descripcion/

PRINCIPALES ATRACTIVOS
Su privilegiada posición entre la llanura de la Alcarria y el valle del Tajo, entre las presas de Budia y Entrepeñas, conforman su bello entorno. Además cuenta con el honor de pertenecer al libro “Viaje a la Alcarria” de Camilo José Cela. Por si esto fuera poco, existen en la localidad varios monumentos dignos de ser admirados como la iglesia de San Pedro en la calle Soledad y la Plaza Mayor, de aspecto trapezoidal donde se encuentra el Ayuntamiento, de estilo renacentista. Completa el conjunto urbano la visita a la Picota o rollo en la que sobresalen cuatro cabezas de animales y el Convento de Los Carmelitas, fundado en 1688, en él se guardan las cartas manuscritas de Ana de San Bartolomé y Santa Teresa de Jesús.

QUÉ VEREMOS
La portada de la iglesia es uno de los mejores ejemplos del plateresco en la provincia. Como otras tantas, durante la Guerra Civil perdió su retablo mayor, ocupando su lugar un frontal de altar en plata generosamente decorado. A ambos lados de ese altar se encuentran dos tallas de Pedro de Mena: un Ecce Homo y una Dolorosa muy realistas y expresivas y de brillante policromado.

Del convento de los Carmelitas podemos contemplar su magnífica fachada con un enorme ventanal encargado de dar la luz necesaria al coro. Contaba con una gran cúpula, hoy hundida, sobre el crucero. El edificio fue víctima de las tropelías cometidas por las tropas de Napoleón y de la desamortización de Mendizábal.