Buñol. Ruta de los Molinos. Cueva de las Palomas. Miradores. Cueva del Turche

Buñol. Ruta de los Molinos. Cueva de las Palomas. Miradores. Cueva del Turche

Interesante ruta circular, realizada en sentido antihorario. Aparcamos el coche en las proximidades de la carretera CV-425 con dirección a Yátova a la altura del desvío a la Cueva del Turche.

La ruta propuesta se ha basado en los tracks publicados por siguiendo la senda.es y Jbags.

El río Buñol es un pequeño afluente del río Magro y que fluye durante, aproximadamente, 30 kilómetros. Nace en el término municipal de Siete Aguas y pasa por los de Buñol y Alborache antes de terminar tributando al río Magro. Sus aguas han sido históricamente bien aprovechadas por molinos harineros y papeleros y que han dejado el testimonio mudo de un brillante pasado industrial en torno al que se argumenta la ruta de los molinos de Alborache.

La Ruta del Agua es un paseo por la naturaleza y la historia de Alborache. Un recorrido que discurre por el río Buñol y los alrededores para descubrir el Charco Azul, antiguos molinos, azudes y pequeñas cascadas, un bosque de ribera, senderos preciosos y antiguos, muros de piedra en seco y un área recreativa, entre otras cosas a destacar. La ruta es circular, porque conecta con otras que la hacen mucho más larga y atractiva.

La inauguración y puesta en marcha del Sendero de la Ruta de los Molinos de Alborache en 2010, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Alborache, la Consellería de Agricultura, con la colaboración de la CHJ, supuso la puesta en valor y recuperación para uso y disfrute de los habitantes de Alborache y visitantes, de un espacio de indudable valor paisajístico, ecológico y natural.

El sendero de la Ruta de los Molinos de Alborache tiene una longitud aproximada de 1700 metros en un recorrido sin ninguna dificultad que discurre paralelo al río, habiéndose dispuesto cómodas pasarelas para vadearlo. Cuenta con un área recreativa con bancos, mesas y papeleras, además de dos fuentes en el recorrido.

Se trata de un paseo que puede hacerse a pie, en bicicleta e incluso con carrito de bebes y disfrutarlo con calma y el relax de los paseos junto al río, al cobijo del bosque frondoso en verano o pasando la densa alfombra de hojas que dejan el otoño y el invierno tras de sí. Un curso de agua transparente bordeado de una rica y variada vegetación de ribera, y todo ello aderezado con el canto y sonidos de infinidad de aves que os sorprenderán con una sinfonía de colores, aromas y sensaciones.

Alborache cuenta con una dilatada trayectoria en el aprovechamiento de la fuerza motriz del agua, hecho que se constata por la presencia real o documentada de 11 molinos, de los cuales 7 estaban en la cuenca del río Buñol, funcionaban con aguas canalizadas del río Juanes y uno estaba en el barranco de San Jaime. Algunos eran molinos harineros, otros se dedicaban a la fabricación de papel y uno de ellos, a la elaboración de chocolate.

La Ruta propuesta arranca en el acceso a la Cueva del Turche. Por pista y más tarde senda bien visible paralela al río Buñol nos lleva al punto donde se inicia la ruta de los Molinos. Este sendero temático recorre las antiguas edificaciones que aprovechaban la fuerza del agua para diferentes usos desde el S.XVIII hasta principios del S. XX.

Molinos harineros primero, “fábricas de luz” después, algunos de ellos se han perdido para siempre aunque otros perviven transformados en residencias y casas rurales.

Pero sobre todo perviven las infraestructuras que se construyeron para dotarlos de utilidad: azudes, canalizaciones, compuertas, … ahora ya integradas en el paisaje fluvial de este rincón de Alborache.

Además de acondicionar el recorrido cuenta con algunos paneles que informan sobre los antiguos molinos que encontramos a nuestro paso y sobre algunas de las construcciones realizadas para el aprovechamiento del agua.

Pero sin duda la notoriedad de los molinos de Alborache se alcanza a mediados del siglo XIX con el desarrollo de la industria papelera en la cuenca del río Buñol de modo que sólo en Alborache había 6 molinos papeleros en plena actividad, cuatro de los cuales podremos ver durante el itinerario, algunos en estado de ruinas y otros bien conservados, rehabilitados en alojamientos rurales o residencias privadas. Puede que en algunos tramos os encontréis zonas que necesitan mantenimiento o que están en obras, pero sin duda alguna el recorrido merece la pena.

La senda nos lleva el Molino Galán, que es el lugar desde el que debería partir la ruta. Se trata de un viejo molino papelero cuya construcción se remonta a 1850 y que se ha convertido en una masía que, lamentablemente, encontramos cerrada.

Continuamos por la senda marcada, que es cómoda y muy ancha, y llama la atención el verdor de la abundante vegetación. Pasamos ahora por las ruinas del Molino Guarro, antigua fábrica de luz que abastecía a la población de Cheste.

El Molino de la luz se ha logrado mantener en muy buen estado de conservación. Más abajo encontramos una zona recreativa. Esa zona recreativa emplea el azud del molino de los Zanones.

Algo más abajo encontramos el molino de los Zanones hacia el que se desviaban las aguas desde el anterior azud, al final de la senda del colector.

Tras caminar por una pasarela de madera llegamos a la partida del Yesar, antigua factoría de yeso. Para finalizar, caminamos hasta el puente que hay sobre la carretera CV - 415.

Un tramo corto por carretera nos lleva a la población de Alborache. siguiendo la carretera atravesamos parte de ella para desviarnos a una senda que nos lleva al Charco Azul, llamado así por el color de sus aguas. Aquí hay instalada un par de mesas que conforman una pequeña área recreativa.

La senda se aleja del río Buñol y nos lleva al Albergue Rural Actio. Un poco más adelante cruzamos la carretera CV-425 y nos desviamos por la calle Cueva de las Palomas y después por la calle río Juanes.
Terminada la calle, por senda en ascenso cruzamos por puente el río Juanes. La senda continuo ascendiendo para llevarnos a la Cueva de las Palomas.

Cueva de las Palomas: es una formación kárstica del río Juanes. Su principal atractivo, en época de lluvias, es una cascada de aproximadamente 20 metros de enorme belleza, en el curso del río Juanes a 3 kilómetros de Yátova. Cabe la posibilidad de encontrarse la poza y la cascada sin apenas agua en fechas en las que, durante meses, no ha llovido.

Este paraje, de singular belleza, es característico por su escarpado paisaje, así como por las pozas de agua y las cascadas que aparecen en periodos de lluvia, como ya hemos mencionado. En el camino que lleva a la cueva, pasaréis junto a alguna casa de campo abandonada y bellos recorridos rodeados de vegetación, hasta llegar a la cueva que ofrece una bella estampa, con el agua cayendo en forma de pequeña cortina a su charca, y sombra en su interior.

Retornamos por la misma senda hasta las proximidades del puente. Nos desviamos por la izquierda, paralelos al río Juanes para llegar a el Charco Mañán siguiendo las marcas azules y blancas de la Ruta del Agua pasamos varias pozas hasta llegar a dicho charco, también llamado de Las Palomas. Un hermoso charco de buenas proporciones y aparentemente bastante profundo, que bien merece una nueva visita cuando llegue el calor.

Seguimos el curso del río, pasamos por el mirador de la Cueva del Turche. Andamos sobre una canalización de agua. Un giro a la derecha nos lleva a unas escaleras que nos dirigen a la entrada de la Cueva del Turche.

Precioso lugar que recibe las aguas del Río Juanes, formando una pequeña laguna protegida por hermosas paredes y donde en épocas lluviosas cae una pequeña cascada. En esta época tan seca caía una pequeña cortinilla que se veía ante el fondo de la citada cueva. Un lugar de una gran belleza, con mesas y bancos que imagino muy concurridos en verano.

Es muy agradable ver que a pesar de la presión demográfica ( Buñol, Alborache, diversas urbanizaciones…) se preservan estos lugares tan hermosos.

Ruta muy recomendable y accesible, cuya única (y pequeña) dificultad es el tramo desde el Charco Mañán hasta el Mirador del Turche, con algún paso por la roca que hay que hacer con cuidado.