Buscando antiguas sendas: Por el cordel y río del Salado, senda del puerto del Lobo y antiguo camino del Torcal.
near Arbuniel, Andalucía (España)
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Hace tiempo que tenía conocimiento de que compañeros senderistas habían llevado a cabo rutas en las que recorrían, de forma más o menos completa, una circular a través de los cauces de las dos vías fluviales colindantes, el arroyo del Muerto y el rio Salado. Yo había hecho tramos parciales de la misma, además de algún otra ruta por los alrededores, y más o menos tenía saciada mi curiosidad y expectativas inmediatas en la zona; únicamente tenía pendiente recorrer la senda que enlaza el puerto del Lobo con el río –cuyo arranque tenía localizado arriba y que no es otra cosa que parte del antiguo camino de Arbuniel a Huelma- y acercarme a ver lo que queda del antiguo camino que, atravesando el Banco, comunicaba la zona del Torcal con el camino original de Arbuniel de Montejicar. A raíz de varias consultas sobre la zona de un compañero de rutas, en la que indabaga, entre otros detalles, sobre la viabilidad de transitar por el cordel del Salado y atravesar el Banco de norte a sur, pensé planificar una ruta para despejar sus dudas y mis tareas pendientes.
El resultado lo podemos dividir en 3 tramos:
1. Del camino viejo de Montejicar al arroyo salado a través del cordel del salado. Una vez que el antiguo camino de Montejicar se convierte en carretera, continuamos por un camino que entre olivos y sierra nos acerca al cordel del salado.
Un cordel es una vía pecuaria que tiene la mitad de ancho que una cañada, es decir unos 37,5 metros (1). Mis expectativas de encontrar este como tal, es decir un acceso, despejado y rodeado de sierra, eran muy pobres, debido a que en esta zona donde apenas quedan cortijos en pie y menos habitados, la ganadería está en vías de extinción y el cultivo del olivar, como en gran parte de la provincia, se solapa sobre caminos y vías pecuarias hasta hacerlos desaparecer, únicamente mantenidos y mejorados si son de utilidad para la recolección de la aceituna.
El punto de intersección del camino con el Cordel del Salado me confirmó mis temores; un islote de monte bajo, enmarañado y rodeado de un gran olivar. Lo rodeo para continuar por medio de este, por supuesto, sin rastro alguno de que aquello fuese una vía pecuaria. En ese momento consideré que, puesto que el trazado del cordel me llevaría campo a través en medio de este cultivo, sería mejor hacer uso de accidentes del terreno, cuando los hubiera –concretamente un camino y el cauce de un arroyo -, siempre y cuando no se alejara excesivamente del trazado teórico del cordel. Una vez atravesado fácilmente, -ya que no tiene agua- el arroyo del Muerto y tras cruzar un par de caminos que llevan hasta zonas de cultivo incrustadas en sierra, esta se va haciendo más patente, aunque, por supuesto, sin signo alguno de que por allí hubiese un cordel ni cualquier otra vía de comunicación. En este tramo de sierra, fácil de andar, son frecuentes los bancales, entre los cuales encuentro una interesante vereda, que poco más o menos sigue el trazado del cordel - y de la que hay que estar muy pendiente para no perder-. Una vez en parte alta de la ladera, desde la que ya se divisa el río, intento continuar el cordel en la bajada, pues aunque la vereda se ha difuminado, pensé que muy posiblemente su trazado teórico me evitaría toparme con obstáculos naturales que me complicaran el avance como terraplenes o formaciones rocosas. En el tramo final de bajada si encuentro una clara vereda al igual que en el descenso definitivo al cauce – este tiene una altura que no permite hacerlo por cualquier sitio-.
2. Del río Salado al Puerto del Lobo. Nada más entrar en el cauce observo unas ruinas dentro de él, lo cual me llama mucho la atención. Como no fuera lugar donde se aprovechara la sal presente en sus aguas –salinas o baños- no veo explicación a la ubicación de esa estructura. Al final del texto dejo algunos apuntes sobre las salinas que se construían en el cauce de ríos como este (2).
Con tan poco caudal como lleva, se puede seguir el trazado del río prácticamente por medio de él y proporciona una extraña sensación andar por encima de este suelo blanquecino y crujiente.
Llegado al lugar donde debe estar la senda de acceso al puerto, esta no se encuentra señalizada de modo alguno –ahora sí-, así que, al no encontrarla, decido subir por un amplio –al principio- barranquito que veo accesible. Con alguna dificultad puntual por la vegetación o estrechamiento, con alguna pequeña trepada, consigo llegar arriba.
Una vez arriba localizo el arranque de la antigua senda que iba a Huelma, y puesto que uno de los objetivos de la ruta es recorrerla, pues así lo hago. Desciendo fácilmente por ella, aunque los últimos metros es fácil despistarse – de hecho a la subida me ocurrió- . Cerca del arranque de la vereda observo otra bastante clara que me conduce hasta una fuente de agua dulce, que debe ser un tesoro para la fauna salvaje y el ganado, cuyo nombre luego supe es fuente dul.
3. Del puerto el Lobo hasta el antiguo camino de Montejicar a través del Banco del Torcal. Nuevamente, en el puerto del Lobo, observo que han hecho un cortafuegos que desciende, hacia el suroeste, hasta el cortijo de la Tiná, y en sentido contrario, en dirección a la llanada de la Encina. Posteriormente me informé en el pueblo de que este cortafuegos-camino se une al camino que viene del cortijo de la cañada de Jaén, lo cual es bueno saberlo para futuras rutas.
Evito el cortafuegos y bajo por vereda hasta el primer cortijo. Desde aquí hasta el cauce del arroyo del Muerto, descenso que hay que hacer con cuidado por el desnivel y la tierra suelta. Pequeño ascenso hasta el 2º cortijo -el del Torcal- y un poquito más arriba del cartel indicador, en la bifurcación, cojo la senda de la derecha -hacia la haza del Portillo-que inicia una progresiva subida que a estas altura de ruta se va notando en las piernas.
Tras el paso de una valla baja me sitúo en este peculiar Banco del Torcal. Digo esto porque es un lugar sin referencia orográfica alguna, una planicie con abundantes encinas y chaparros que no atosigan el paso entre ellos pero en el que hay que ir muy atentos al gps, la brújula o cualquier otro medio de orientación ya que si nos dejamos guiar solo por nuestra intuición acabaremos sin saber en qué dirección vamos.
Hay múltiples veredas con anchura y claridad variable. Solo en algún tramo suelto se aprecia que por aquí pasó una senda de cierta entidad, principalmente a partir de las ruinas que ahora mencionaré.
Siguiendo rumbo sur pasamos por un acceso en la valla, las ruinas del cortijo del Banco y acabamos justo donde dejamos el vehículo.
Para terminar, y a propósito de la posibilidad de que las ruinas halladas en el cauce del rio salado correspondan a una salina aportaré algunos datos, basándome en una interesante obra dedicado a las salinas de interior de Andalucía Oriental (2):
Para la existencia de una salina deben de cumplirse al menos 2 premisas, la presencia de aguas subterráneas en zonas de rocas evaporiticas, sobre todo la cal, la selenita y la halita que, disueltas, y apareciendo en superficie, caracterizan un buen número de manantiales y arroyos por sus aguas caliginosas o saladas, más un clima cálido que es la fuente de energía que origina la evaporación y precipitación de la sal en balsas de gran extensión y poca profundidad orientadas normalmente al S 0 SO y que en este caso responderían a la tipología de salina de montaña situada en el propio cauce del rio tomando el agua de cursos superficiales, arroyos y ríos salados, situadas en el fondo de barrancos, en el que el agua se obtiene mediante derivación de su curso natural, construyendo una pequeña presa en el barranco a una altura superior a la localización de la salina, y conduciéndola desde allí mediante una acequia hasta la alberca que sirve de acumulación y reserva del agua para el período de trabajo y producción en la salina, normalmente el periodo estival.
Estaría encuadrada junto a otras ya conocidas situadas en el valle del río Guadalbullón, en sus afluentes por la margen derecha que descienden de Sierra Mágina: las de Montejícar, Mata—Bejid (Cambil) y Huelma.
Poco antes de publicar esta ruta me ha llegado información de vecinos de la zona en la que me indican que las ruinas del cauce del rio Salado corresponderían a unas salinas que posteriormente los vecinos de la zona reutilizaron como improvisados baños similares a los del "Salao" de Arbuniel (3).
MUY IMPORTANTE: el grado de dificultad moderada se queda un poco corto por la subida a través del barranco hasta el puerto del Lobo, pero como este es perfectamente eludible por la senda, he considerado dejarlo así.
(1) http://eltallerverde.weebly.com/viacuteas-pecuarias.html
(2)http://www.dipalme.org/Servicios/Anexos/anexosiea.nsf/VAnexos/IEA-ara-c23/$File/ara-c23.pdf
(3)http://www.conocetusfuentes.com/datos_fuente_2380.html
El resultado lo podemos dividir en 3 tramos:
1. Del camino viejo de Montejicar al arroyo salado a través del cordel del salado. Una vez que el antiguo camino de Montejicar se convierte en carretera, continuamos por un camino que entre olivos y sierra nos acerca al cordel del salado.
Un cordel es una vía pecuaria que tiene la mitad de ancho que una cañada, es decir unos 37,5 metros (1). Mis expectativas de encontrar este como tal, es decir un acceso, despejado y rodeado de sierra, eran muy pobres, debido a que en esta zona donde apenas quedan cortijos en pie y menos habitados, la ganadería está en vías de extinción y el cultivo del olivar, como en gran parte de la provincia, se solapa sobre caminos y vías pecuarias hasta hacerlos desaparecer, únicamente mantenidos y mejorados si son de utilidad para la recolección de la aceituna.
El punto de intersección del camino con el Cordel del Salado me confirmó mis temores; un islote de monte bajo, enmarañado y rodeado de un gran olivar. Lo rodeo para continuar por medio de este, por supuesto, sin rastro alguno de que aquello fuese una vía pecuaria. En ese momento consideré que, puesto que el trazado del cordel me llevaría campo a través en medio de este cultivo, sería mejor hacer uso de accidentes del terreno, cuando los hubiera –concretamente un camino y el cauce de un arroyo -, siempre y cuando no se alejara excesivamente del trazado teórico del cordel. Una vez atravesado fácilmente, -ya que no tiene agua- el arroyo del Muerto y tras cruzar un par de caminos que llevan hasta zonas de cultivo incrustadas en sierra, esta se va haciendo más patente, aunque, por supuesto, sin signo alguno de que por allí hubiese un cordel ni cualquier otra vía de comunicación. En este tramo de sierra, fácil de andar, son frecuentes los bancales, entre los cuales encuentro una interesante vereda, que poco más o menos sigue el trazado del cordel - y de la que hay que estar muy pendiente para no perder-. Una vez en parte alta de la ladera, desde la que ya se divisa el río, intento continuar el cordel en la bajada, pues aunque la vereda se ha difuminado, pensé que muy posiblemente su trazado teórico me evitaría toparme con obstáculos naturales que me complicaran el avance como terraplenes o formaciones rocosas. En el tramo final de bajada si encuentro una clara vereda al igual que en el descenso definitivo al cauce – este tiene una altura que no permite hacerlo por cualquier sitio-.
2. Del río Salado al Puerto del Lobo. Nada más entrar en el cauce observo unas ruinas dentro de él, lo cual me llama mucho la atención. Como no fuera lugar donde se aprovechara la sal presente en sus aguas –salinas o baños- no veo explicación a la ubicación de esa estructura. Al final del texto dejo algunos apuntes sobre las salinas que se construían en el cauce de ríos como este (2).
Con tan poco caudal como lleva, se puede seguir el trazado del río prácticamente por medio de él y proporciona una extraña sensación andar por encima de este suelo blanquecino y crujiente.
Llegado al lugar donde debe estar la senda de acceso al puerto, esta no se encuentra señalizada de modo alguno –ahora sí-, así que, al no encontrarla, decido subir por un amplio –al principio- barranquito que veo accesible. Con alguna dificultad puntual por la vegetación o estrechamiento, con alguna pequeña trepada, consigo llegar arriba.
Una vez arriba localizo el arranque de la antigua senda que iba a Huelma, y puesto que uno de los objetivos de la ruta es recorrerla, pues así lo hago. Desciendo fácilmente por ella, aunque los últimos metros es fácil despistarse – de hecho a la subida me ocurrió- . Cerca del arranque de la vereda observo otra bastante clara que me conduce hasta una fuente de agua dulce, que debe ser un tesoro para la fauna salvaje y el ganado, cuyo nombre luego supe es fuente dul.
3. Del puerto el Lobo hasta el antiguo camino de Montejicar a través del Banco del Torcal. Nuevamente, en el puerto del Lobo, observo que han hecho un cortafuegos que desciende, hacia el suroeste, hasta el cortijo de la Tiná, y en sentido contrario, en dirección a la llanada de la Encina. Posteriormente me informé en el pueblo de que este cortafuegos-camino se une al camino que viene del cortijo de la cañada de Jaén, lo cual es bueno saberlo para futuras rutas.
Evito el cortafuegos y bajo por vereda hasta el primer cortijo. Desde aquí hasta el cauce del arroyo del Muerto, descenso que hay que hacer con cuidado por el desnivel y la tierra suelta. Pequeño ascenso hasta el 2º cortijo -el del Torcal- y un poquito más arriba del cartel indicador, en la bifurcación, cojo la senda de la derecha -hacia la haza del Portillo-que inicia una progresiva subida que a estas altura de ruta se va notando en las piernas.
Tras el paso de una valla baja me sitúo en este peculiar Banco del Torcal. Digo esto porque es un lugar sin referencia orográfica alguna, una planicie con abundantes encinas y chaparros que no atosigan el paso entre ellos pero en el que hay que ir muy atentos al gps, la brújula o cualquier otro medio de orientación ya que si nos dejamos guiar solo por nuestra intuición acabaremos sin saber en qué dirección vamos.
Hay múltiples veredas con anchura y claridad variable. Solo en algún tramo suelto se aprecia que por aquí pasó una senda de cierta entidad, principalmente a partir de las ruinas que ahora mencionaré.
Siguiendo rumbo sur pasamos por un acceso en la valla, las ruinas del cortijo del Banco y acabamos justo donde dejamos el vehículo.
Para terminar, y a propósito de la posibilidad de que las ruinas halladas en el cauce del rio salado correspondan a una salina aportaré algunos datos, basándome en una interesante obra dedicado a las salinas de interior de Andalucía Oriental (2):
Para la existencia de una salina deben de cumplirse al menos 2 premisas, la presencia de aguas subterráneas en zonas de rocas evaporiticas, sobre todo la cal, la selenita y la halita que, disueltas, y apareciendo en superficie, caracterizan un buen número de manantiales y arroyos por sus aguas caliginosas o saladas, más un clima cálido que es la fuente de energía que origina la evaporación y precipitación de la sal en balsas de gran extensión y poca profundidad orientadas normalmente al S 0 SO y que en este caso responderían a la tipología de salina de montaña situada en el propio cauce del rio tomando el agua de cursos superficiales, arroyos y ríos salados, situadas en el fondo de barrancos, en el que el agua se obtiene mediante derivación de su curso natural, construyendo una pequeña presa en el barranco a una altura superior a la localización de la salina, y conduciéndola desde allí mediante una acequia hasta la alberca que sirve de acumulación y reserva del agua para el período de trabajo y producción en la salina, normalmente el periodo estival.
Estaría encuadrada junto a otras ya conocidas situadas en el valle del río Guadalbullón, en sus afluentes por la margen derecha que descienden de Sierra Mágina: las de Montejícar, Mata—Bejid (Cambil) y Huelma.
Poco antes de publicar esta ruta me ha llegado información de vecinos de la zona en la que me indican que las ruinas del cauce del rio Salado corresponderían a unas salinas que posteriormente los vecinos de la zona reutilizaron como improvisados baños similares a los del "Salao" de Arbuniel (3).
MUY IMPORTANTE: el grado de dificultad moderada se queda un poco corto por la subida a través del barranco hasta el puerto del Lobo, pero como este es perfectamente eludible por la senda, he considerado dejarlo así.
(1) http://eltallerverde.weebly.com/viacuteas-pecuarias.html
(2)http://www.dipalme.org/Servicios/Anexos/anexosiea.nsf/VAnexos/IEA-ara-c23/$File/ara-c23.pdf
(3)http://www.conocetusfuentes.com/datos_fuente_2380.html
Waypoints
Waypoint
3,251 ft
Al oeste paso sobre el arroyo seco
Waypoint
2,903 ft
Arroyo Del Muerto
Waypoint
3,339 ft
Atravieso camino.
Waypoint
2,998 ft
Bifurcación. Sendero del Haza del Portillo
Waypoint
3,190 ft
Bifurcación: cortafuegos o vereda
Waypoint
3,248 ft
Camino
Waypoint
3,408 ft
Camino
Waypoint
3,336 ft
Comienza la sierra. Campo a través
Waypoint
3,287 ft
Cortijo Cañada de Jaen
Waypoint
3,245 ft
Facil paso por un arroyo del Muerto seco
Waypoint
3,324 ft
Hueco en la valla
Waypoint
3,310 ft
Llanada de la Encina
Waypoint
3,321 ft
Olivar
Waypoint
2,879 ft
Pequeño barranco que atravieso
Waypoint
3,357 ft
Retomo el cordel
Waypoint
3,352 ft
Rodeando sierra intransitable
Waypoint
3,401 ft
Sierra.Campo a través
Waypoint
3,285 ft
Sigo la línea del cauce seco de un arroyo
Waypoint
3,441 ft
Torreta de alta tensión. Coche
Waypoint
3,201 ft
Vereda hacia el puerto
Waypoint
3,304 ft
Vereda difusa,
Waypoint
3,159 ft
Vereda más nítida.
Waypoint
3,417 ft
Vereda
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