Busmayor - Hayedo - Cascadas - Cueva Veiga de Cima - León

Busmayor está situado a 1.100 metros de altitud, que separan el territorio berciano de las tierras gallegas y dista de Zamora 242 kilómetros.

Pertenece al municipio de Barjas y aquí viven 40 vecinos en un remanso de paz con unas vistas privilegiadas a la sierra del Caurel. La arquitectura de sus casas es la típica de montaña berciana, fachadas de piedra y tejados de pizarra.

Ya los 18 kilómetros que lo separan de la N VI es una autentica explosión para los sentidos, sus infinitas y pronunciadas curvas, su estrecho valle repleto de árboles, especialmente robles y castaños, tu discurrir en ocasiones pegada a una pared rocosa que forma un desfiladero, hace que la ames o la odies. Para mi fue un auténtico deleite conducir por ella, pero entiendo a los que no les guste o pasen miedo.

Yo dejé el coche junto al panel informativo que da inicio a la ruta, después de callejear un poco entre sus casas. Los fines de semana aconsejan dejarlo en las eras.
A pocos metros de la ultima casa y tomando un desvío a la izquierda te adentras en otro mundo. Su ancestral aislamiento y a la voluntad de sus gentes de mantener relativamente intacto este ecosistema natural ha dado sus frutos. Este monumento natural se podría entender como un bosque primitivo, un lugar mágico y uno de los exponentes forestales más notables existentes en Europa.

Tras caminar unos escasos 10 minutos te empiezas a encontrar con innumerables saltos de agua, parece que a Busmayor no ha llegado el cambio climático y al agua salta de pena en peña porque como dice una pequeña mesa frente a la cascada de Frevencia do Biero: “Busmayor que tus aguas corren hoy como corrían ayer, solo yo mudado estoy porque los pasos que doy son pasos hacia el no ser”.

Después de hacer multitud de fotos, todas malas porque el lugar es maravilloso y no me apetecía perder el tiempo en buscar el mejor encuadre, llegas a una bifurcación que te indica la Cova de la raposa, yo no la he visitado porque había visto que es una simple piedra con un ligero agujero debajo. Raposas no vi pero si un ciervo a los pocos metros de empezar la ruta.

La senda do Faixeral también te lleva hasta una especie de anfiteatro natural creado por árboles y monte en el que se alza la Piedra de los Poetas, un lugar que cada verano reúne a amantes de la poesía para participar en los Versos en el Hayedo, un evento que se lleva celebrando desde el 2009.

Continúas caminando y subiendo por senderos mágicos, es imposible avanzar porque la mirada y los sentidos se te pierden a cada recodo. Al final llegas a la Cova da Veiga Cimera de la que lo que más me gustó son las vistas desde ella. No tiene mayor encanto que el de haber servido de refugio a algunas personas en la Guerra Civil. No me gusta visitar lugares donde haya habido dolor.

A partir de la cueva empieza la bajada por un camino a veces lleno de encanto, a veces con el sol de frente que te hace desear llegar al pueblo porque no te permite ver el sistema montañoso que tienes en frente o, al menos, a la zona de descanso donde tendrás mesas, asientos, sombras y una fuente a pocos metros.

La llegada al pueblo se hace por el mismo camino por el que empezaste y sentirás que no es la última vez que vas a ir porque estoy segura de que cada estación es única y el bosque cambia con ellas. Solo puedes saber lo que se siente en él, adentrándote en su interior.

Seguro que cuando acabes la ruta te apetece tomar algo, si el bar del pueblo está cerrado,puedes comer y descansar en Trabadelo en hotel rural y restaurante Nova Ruta
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