Bustablado-Porracolina-Asón

Comenzamos en la pequeña localidad cántabra de Bustablado y nos dirigimos hacia un bosque, donde un cartel señaliza Hoyo Bocebrón. Mas adelante vemos una sima, una de las muchas que hay a lo largo de la ruta.

Al salir del bosque podemos disfrutar de unas vistas de los espectaculares montes que hay en los alrededores, la mayoría de ellos con su característica forma geológica.
De frente vemos uno de esos montes, que ascenderemos para luego poder visualizar el objetivo del día, el Porracolina.

Antes de continuar con la subida, llegamos a Los Machucos, lugar donde finalizará una de las etapas de la vuelta ciclista a España, donde también vemos un curioso monumento de una vaca, que hace homenaje a la vaca pasiega, muy común en este territorio.

Abandonamos temporalmente la hierba/piedra para seguir por camino asfaltado durante unos 200m.
Después, cruzamos una valla en un giro a la derecha, volvemos a la hierba y comenzamos una exigente subida a través de una canal conocido como Paso de las Hormigas.

A continuación, tras llegar a un collado, tenemos por fin a la vista el espectacular Porracolina (1414m). Siguiendo un estrecho pero claro camino, lo bordeamos hasta llegar a otro collado repleto de simas, y por ultimo encaramos la ascensión final y coronar el monte.

Las vistas una vez mas son espléndidas, aunque podrían haber sido mejores de no haber neblina en el horizonte. Se distingue ligeramente la ciudad de Santander, mirando hacia el cantábrico, y otros montes de altitud similar hacia el otro lado.

Para descender tomamos como referencia esos montes, y uno en particular; el Mortillano, que esta justo al lado del lugar donde concluye esta ruta, Asón.
Descendemos primero en una cómoda senda herbosa, pasando las cabañas de Sotombo, y después en un camino con mezcla de tierra, hierba y piedras, mas incómodo, inclinado y pesado, que hay que tomárselo con calma.

Luego pasamos por otro bosque, un hayedo, que también hay que avanzar con precaución, especialmente en días húmedos o con lluvia en días previos, ya que esta repleto de hojas caídas y piedras en la que es fácil resbalar.

Seguimos el camino yendo a la par del arroyo de Rolacias, completamente seco, con cientos de grandes rocas en su cauce. En un par de ocasiones nos toca cruzarlo, hasta llegar a ver unos caseríos.
Por ultimo, tras ver una carretera, giramos a la izquierda y llegamos al también pequeño pueblo de Asón y finalizar la ruta.


Esta ruta no presenta grandes dificultades salvo por tener que ascender y descender 1200m de desnivel de golpe, en pocos kilómetros.
La gráfica indica una ascensión en mitad del descenso, pero es erróneo, ya que la bajada es continua de principio a fin.
El desnivel es de 1200m tanto en subida como en bajada.