C073 Ria de Castellanos/Ajo/La Venera - Molino de Castellanos - Playa de La Arena (Isla)

Iniciamos el recorrido junto a una urbanización cercana a la ría en su cruce con la carretera que va de Argoños a Somo. Nuestro objetivo es hacer una ruta circular que nos lleve primero por la margen derecha de la ría de Castellanos, más conocida como ría de Ajo por la que desagua el río Campiazo, hasta alcanzar la playa de La Arena y regresar, después, entre prados, por el interior. El día está muy brumoso lo que entorpece la visión de las estupendas panorámicas que se disfrutan en este recorrido.
Nada más iniciar la caminata ascendemos una pequeña loma que desciende enseguida hacia la carretera, la que cruzamos para pasar junto a la Ermita de los Mártires y seguir en paralelo a la ría, pero a cierta distancia.
Toda esta parte se desarrolla por una carretera asfaltada que da servicio a las casas y granjas próximas, pero sin apenas circulación. Mientras avanzamos podemos contemplar vistas sobre la ría que, de marea alta a marea baja, presenta unos cambios espectaculares.
Al llegar a una fuente y lavadero sale a nuestra izquierda un sendero de tierra y arena que seguimos para alcanzar un saliente, precioso rincón, en torno al cual gira la ría.
Regresamos al camino principal y, enseguida, volvemos a girar a la izquierda, por estrecho sendero, descendiendo hasta alcanzar la amplia balsa del ruinoso molino de mareas de Castellanos, al que se puede acceder por el muro de contención en marea baja.
Regresamos de nuevo al camino y giramos una vez más a la izquierda, abandonando la carretera, para seguir una pista que nos lleva hacia el arroyo que se encuentra en la cola de la balsa del molino. Ascendemos, a continuación, la loma y en el punto mas alto tomamos a la izquierda una carreterilla en descenso hacia una finca privada.
Al llegar a su altura ya no hay camino que seguir. A la derecha, en el campo, unas rodadas en la hierba nos indican por donde continuar. Aunque no lo parezca es un sendero que incluso, algo más adelante, tiene un paso de madera por encima del vallado que nos permite superarlo.
Una vez superado ya no hay sendero ni marcas. Hemos de descender un poco por la linde de la campa y cruzar a ojo, en horizontal. ¡Sorpresa! Al otro lado hay una clara senda que ya no dejaremos.
Nos introducimos por el encinar cantábrico siguiendo la senda-galería. El recorrido merece la pena. En distintos puntos tenemos vistas sobre la ría y la playa, hasta terminar saliendo a la parte urbanizada de la playa de La Arena de Isla. Hemos alcanzado el punto más alejado de nuestra ruta.
Por el aparcamiento de la playa iniciamos nuestro regreso. Una carretera escondida, que parte de una esquina del parking, comienza a ascender para alcanzar la altura del pueblo de Isla, en el que no entraremos. Es un buen repecho.
Todo el camino de regreso lo realizamos por carreteras locales con circulación prácticamente inexistente, incluso en temporada alta.
Tras acercarnos a la ermita de San Roque la carreterilla nos devuelve a nuestro punto de partida cruzando la carretera principal.