CA C Playa de La Arena ermita de los Mártires por ría de Castellanos o de Ajo

Playa de La Arena ermita de los Mártires por ría de Castellanos o de Ajo

Sencilla ruta de unos 12 km y prácticamente llana. La primera parte desde la playa de La Arena (nudista) hasta el molino de Castellanos (3,7 km.) transcurre junto a la ría y la senda recorre un tupido bosque de encinas. Después del molino desaparece el bosque y discurre por carretera asfaltada hasta la ermita de los Mártires. (2 km.)

La ria de Ajo o Castellanos, formada en la desembocadura del río Campiazo, separa los municipios de Ajo y Arnuero. Se trata de una de las mejor conservadas de la costa de Cantabria, gracias a la escasa urbanización del entorno, lo que la convierte en un lugar atractivo para las aves que la utilizan como lugar de invernada. A lo largo de la ría llego a haber abundantes molinos, se conserva aún el molino de la Venera, construido en el año 1753.

Iniciamos la ruta en el parking de la playa de La Arena y por la carretera cercana a la costa avanzamos hasta un magnifico chalet que ocupa todo el borde de la costa. Junto a la casa una explanada que se usa también como parking.

Tras rebasar este segundo parking, entramos un bosque muy denso de encinas en el que han preparado una estrecha senda. Toda esta parte del camino es sombreada y de gran belleza, tanto por las vistas de la ría y de la playa, que se extiende a lo largo de la misma, como por esta reliquia de bosque mediterráneo.

En las cercanías a la desviación al molino de mareas de Castellanos, desaparce el bosque y la ruta discurre por una carretera local sin tráfico, entre las praderas y la ría. Esta parte, que no carente de encanto, se nos hace pesada. Estamos en setiembre, pero a pleno sol y el calor es sofocante.

Llegamos hasta la ermita de los Mártires. Se encuentra entre varias casas y sin un lugar donde refugiarse del calor. Cerrada cuando llegamos

Damos la vuelta e iniciamos el regreso por el mismo camino, desviándonos ahora al molino de mareas de Castellanos, que no visitamos a la ida. La senda nos lleva a un lateral de la presa que recogía el agua en la pleamares para luego utilizarla para mover el molino en bajamar. El muro de la presa esta caído en alguna partes y el molino solo se observa a lo lejos. Se trata de un molino de mareas de sillarejo con sillería en los esquinas con 6 arcos de medio punto y conservando 7 tajamares. El lugar tiene su encanto.

Tras la visita continuamos la ruta hasta el punto de inicio disfrutando de otra vez del bosque y la una ría cambiante que ahora encontramos en marea baja,