CA Laredo - Atalaya - El Secar - La Yesera - Carcobas
near Laredo, Cantabria (España)
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Itinerary description
Laredo,- Atalaya - El Secar - La Yesera - Carcobas
Ruta realizada con el grupo de Los Lunes al Monte de la Asociación de profesores jubilados 5 de Octubre
Se trata de una sencilla ruta que desde la Atalaya de Laredo se dirige, por la zona alta de los acantilados, a la playa de San Julián. En el recorrido disfrutaremos de unas magnificas vistas de la costa y de las montes cercanos, cruzando, así mismo, algunos barrios que conservan la actividad agrícola y ganadera.
La ruta, de 11,5 km y 458 m de ascenso acumulado, alterna zonas asfaltadas con pistas en buen estado y sendas medio cerradas con algo de barro.
Iniciamos la ruta en la plaza de la constitución, junto al ayuntamiento viejo de Laredo de estilo renacentista y construido en 1562.
Saliendo de la Puebla Vieja a través de la Puerta de la Virgen Blanca (Siglo XIII), encontramos a la izquierda una estrecha calleja. Ascendiendo por este angosto camino, que discurre junto a las murallas que sirvieron de cierre al casco urbano, en época medieval, nos dirigimos hacia la Atalaya. Los muros y los laterales del camino están preparados con plantas cubiertas de flores. Algunos portillos dan acceso a las “Viñas” de la zona. Con tal nombre, que aún se utiliza, se denomina localmente a los pequeños huertos familiares que, hasta principios del siglo pasado, fueron cultivados con cepas para la producción de uvas destinadas a la elaboración de chacolí.
El camino discurre bordeando el cementerio y dejando a la espalda la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XIII) hasta llegar al cruce con el camino que, desde el Secar, sube a la Atalaya.
Nos desviamos a la izquierda para adentrarnos en el Fuerte del Rastrillar, conjunto arquitectónico de antiguo uso militar del cual se conservan abundantes restos de murallas y edificios. La cronología de estas construcciones se remonta a los siglos XVIII y XIX. Este fuerte junto con los de la peña del Buciero, pretendían cerrar la bahía y proteger las atarazanas de Falgote de Colindres, que construían galeones para la armada española.
Muy cerca de la entrada al fuerte nos encontramos el “Mirador de la Caracola”, nombre que se ha dado a una plataforma de madera con balconada, que constituye un espléndido observatorio desde el que se domina toda la playa La Salvé, buena parte del casco urbano de Laredo y de Santoña, las montañas que lo circundan y la desembocadura del río Asón.
Volvemos hasta el cruce para continuar en dirección a El Secar, uno de los tradicionales barrios agroganaderos. Muy cerca nos encontramos una interesante edificación. Se trata de la casa de veraneo de don Diego Cacho Sierra, acaudalado laredano del siglo XVIII con una la ermita contigua. En la fachada principal, todavía se mantiene el vistoso escudo de armas..
En el km 3 y pensando que el camino previsto estuviese muy cerrado, decidimos dar un rodeo por la pista asfaltada hasta el barrio de las Carcobas, luego comprobamos que no era necesario. En el barrio llaman la atención la capilla de la Virgen Bien Aparecida y las boleras de pasabola-tablón y bolo-palma.
Desde las Carcobas retomamos camino hacia la costa y el cargadero de La Yesera que cuelga sobre el mismo borde del acantilado. Las vistas son inmejorables. En la zona baja del acantilado se explotaba una mina de yesos, de la que se conservan las ruinas de una construcción que se usaba para cargar el mineral, que era llevado a cocer y moler a Bilbao, primero en barcos y más tarde en camiones.
No descendemos hasta la playa de San Julián por falta de tiempo. La playa está situada en una recogida enseñada entre los macizos calizos de El Ahorcado y Candina. Desde ella es posible contemplar un curioso fenómeno geológico que, por sus buenas condiciones de observación, ha sido declarado P.I.G (Punto de Interés Geológico). Se trata del diapiro que podemos ver en la zona baja del monte El Ahorcado.
Desde la Yerera retornamos a Laredo no sin antes acércanos a la pequeña cima cárstica
Ruta realizada con el grupo de Los Lunes al Monte de la Asociación de profesores jubilados 5 de Octubre
Se trata de una sencilla ruta que desde la Atalaya de Laredo se dirige, por la zona alta de los acantilados, a la playa de San Julián. En el recorrido disfrutaremos de unas magnificas vistas de la costa y de las montes cercanos, cruzando, así mismo, algunos barrios que conservan la actividad agrícola y ganadera.
La ruta, de 11,5 km y 458 m de ascenso acumulado, alterna zonas asfaltadas con pistas en buen estado y sendas medio cerradas con algo de barro.
Iniciamos la ruta en la plaza de la constitución, junto al ayuntamiento viejo de Laredo de estilo renacentista y construido en 1562.
Saliendo de la Puebla Vieja a través de la Puerta de la Virgen Blanca (Siglo XIII), encontramos a la izquierda una estrecha calleja. Ascendiendo por este angosto camino, que discurre junto a las murallas que sirvieron de cierre al casco urbano, en época medieval, nos dirigimos hacia la Atalaya. Los muros y los laterales del camino están preparados con plantas cubiertas de flores. Algunos portillos dan acceso a las “Viñas” de la zona. Con tal nombre, que aún se utiliza, se denomina localmente a los pequeños huertos familiares que, hasta principios del siglo pasado, fueron cultivados con cepas para la producción de uvas destinadas a la elaboración de chacolí.
El camino discurre bordeando el cementerio y dejando a la espalda la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XIII) hasta llegar al cruce con el camino que, desde el Secar, sube a la Atalaya.
Nos desviamos a la izquierda para adentrarnos en el Fuerte del Rastrillar, conjunto arquitectónico de antiguo uso militar del cual se conservan abundantes restos de murallas y edificios. La cronología de estas construcciones se remonta a los siglos XVIII y XIX. Este fuerte junto con los de la peña del Buciero, pretendían cerrar la bahía y proteger las atarazanas de Falgote de Colindres, que construían galeones para la armada española.
Muy cerca de la entrada al fuerte nos encontramos el “Mirador de la Caracola”, nombre que se ha dado a una plataforma de madera con balconada, que constituye un espléndido observatorio desde el que se domina toda la playa La Salvé, buena parte del casco urbano de Laredo y de Santoña, las montañas que lo circundan y la desembocadura del río Asón.
Volvemos hasta el cruce para continuar en dirección a El Secar, uno de los tradicionales barrios agroganaderos. Muy cerca nos encontramos una interesante edificación. Se trata de la casa de veraneo de don Diego Cacho Sierra, acaudalado laredano del siglo XVIII con una la ermita contigua. En la fachada principal, todavía se mantiene el vistoso escudo de armas..
En el km 3 y pensando que el camino previsto estuviese muy cerrado, decidimos dar un rodeo por la pista asfaltada hasta el barrio de las Carcobas, luego comprobamos que no era necesario. En el barrio llaman la atención la capilla de la Virgen Bien Aparecida y las boleras de pasabola-tablón y bolo-palma.
Desde las Carcobas retomamos camino hacia la costa y el cargadero de La Yesera que cuelga sobre el mismo borde del acantilado. Las vistas son inmejorables. En la zona baja del acantilado se explotaba una mina de yesos, de la que se conservan las ruinas de una construcción que se usaba para cargar el mineral, que era llevado a cocer y moler a Bilbao, primero en barcos y más tarde en camiones.
No descendemos hasta la playa de San Julián por falta de tiempo. La playa está situada en una recogida enseñada entre los macizos calizos de El Ahorcado y Candina. Desde ella es posible contemplar un curioso fenómeno geológico que, por sus buenas condiciones de observación, ha sido declarado P.I.G (Punto de Interés Geológico). Se trata del diapiro que podemos ver en la zona baja del monte El Ahorcado.
Desde la Yerera retornamos a Laredo no sin antes acércanos a la pequeña cima cárstica
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