CA Liendo - Laredo por la costa

CA Liendo - Laredo por la costa

Ruta realizada con el club de montaña Etorkizuna Mendi Taldea.

Se trata de una sencilla ruta que desde Liendo se dirige a Laredo por la costa siguiendo las indicaciones del Camino de Santiago. Una vez en las inmediaciones de Laredo nos acercaremos a la Atalaya para contemplar las vistas desde su mirador. Descenderemos a la Puebla Vieja y luego nos encaminaremos al túnel para visitar el antiguo puerto de la Soledad. En el recorrido disfrutaremos de unas magnificas vistas de la costa y de las montes cercanos

Iniciamos la ruta en el barrio de Iseca vieja de Liendo. Por la carretera nos dirigimos hacia el barrio de Villanueva y más adelante nos desviamos siguiendo el cartel de que indica Casa de la Bisabuela. Por la pista ascendemos hasta las ruinas de la ermita de san Julián ( km 2,5 ). Ruinas de un templo edificado en la segunda mitad del siglo XII. La ermita está asentada sobre una necrópolis de tumbas de lajas. En las excavaciones se encontraron los restos óseos del varón inhumado entre finales del siglo IX y principios del siglo X.

Continuamos en dirección a un mirador desde el que tenemos unas bonitas vistas de Peña Candina (489m) y de la Peña (217 m) que se encuentra cortada a cuchillo sobre el mar.
Retrocedemos hasta la ermita y seguimos la indicación "Playa de S. Julián" Recorremos 500 m y desde el punto donde se inicia la bajada a la playa tenemos unas magnificas vistas del litoral y la imponente mole de Peña Candina.

La playa está situada en una recogida enseñada entre los macizos calizos de El Ahorcado y Candina. Desde ella es posible contemplar un curioso fenómeno geológico que, por sus buenas condiciones de observación, ha sido declarado P.I.G (Punto de Interés Geológico). Se trata del diapiro que podemos ver en la zona baja del monte El Ahorcado.

El Diapiro de Liendo comenzó a gestarse hace unos 235 millones de años (M.a.), momento en el cual se formaron los materiales triásicos (básicamente arcillas, sales y yesos).En la Orogenia Alpina las fracturas generaron vías de escape para estos materiales triásicos menos densos, que ascendieron verticalmente hasta su afloramiento en la superficie, formando el actual Domo Salino que puede ser observado fundamentalmente en la playa de San Julián y sus inmediaciones. En esta playa se aprecian con total claridad los materiales intrusivos (yesos y sales).

Desde esta atalaya ascenderemos al punto más alto del recorrido, el cargadero de la Yesera. Será un km de fácil ascenso. El cargadero cuelga sobre el mismo borde del acantilado. Las vistas son inmejorables. En la zona baja del acantilado se explotaba una mina de yesos, de la que se conservan las ruinas de esta construcción que se usaba para cargar el mineral, que era llevado a cocer y moler a Bilbao, primero en barcos y más tarde en camiones.

Volvemos hasta el cruce y continuamos la ascensión por la pista ascendente. Tras un rápido ascenso abandonamos la pista y por una estrecha senda entre argoma avanzamos paralelos a la costa. Llegamos al mojón que indica el limite entre Laredo y Liendo.

Continuamos hasta las cercanías de la cima del Erio y tomamos una pista que entre vegetación desciende de forma pronunciada hasta que en el km 5,7 nos desviamos a la derecha, por una estrecha senda y unos 50 metros más adelante encontramos un pequeño mirador sobre la playa de Aila y la bahía.

Seguiremos la pista hacia las cercanías del pueblo donde en la bifurcación nos dirigimos hacia el interior de La Atalaya, singular promontorio sobre el mar que alberga tres miradores naturales y un conjunto arquitectónico de defensa militar, fortificado con baterías y pabellones de acuartelamiento que aún hoy se pueden contemplar, construidos con el objeto de impedir la entrada de embarcaciones enemigas a la bahía (mediante fuego cruzado con las baterías de Santoña) y, proteger la villa de Laredo, dada su importancia política, social y económica basada en la pesca y el comercio, con la fachada atlántica europea, en el s. XVI. En sus inicios esta fortificación de pequeñas dimensiones se denominó Fuerte de La Rochela (1.582), ampliándose posteriormente sus instalaciones defensivas y pasando a denominarse Fuerte del Rastrillar o de los Franceses. La cronología de estas construcciones se remonta a los siglos XVIII y XIX. Este fuerte junto con los de la peña del Buciero, pretendían cerrar la bahía y proteger las atarazanas de Falgote de Colindres, que construían galeones para la armada española.


Una vez traspasada la gran cancela de forja, que da acceso nos encontramos un panel que nos sitúa en el contexto del fuerte. Desviándonos a la izquierda, encontramos el “Mirador de la Caracola”, constituye un espléndido observatorio desde el que se domina toda la playa La Salvé, buena parte del casco urbano de Laredo, las montañas que lo circundan, la desembocadura del río Asón y una amplia porción de la bahía pejina en la cual se adentra el espigón del puerto pesquero, y las obras del nuevo puerto pesquero – deportivo.
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Volvemos hasta el cruce para por las escaleras descender a Laredo. Las escaleras discurre junto a las murallas que sirvieron de cierre al casco urbano, en época medieval. Los muros y los laterales del camino están preparados con plantas cubiertas de flores. Algunos portillos dan acceso a las “Viñas” de la zona. Con tal nombre, que aún se utiliza, se denomina localmente a los pequeños huertos familiares que, hasta principios del siglo pasado, fueron cultivados con cepas para la producción de uvas destinadas a la elaboración de chacolí.

El camino discurre bordeando el cementerio y dejando a la izquierda la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XIII) hasta llegar a la puerta de entrada a la Puebla. Por entre calles llegamos a la rua Mayor. Desdendemos a la calle e Menendez Pelayo, calle donde antiguamente se situaba el puerto, la calle termina en la boca del túnel que comunica con el malogrado puerto de la Soledad.

El túnel se utilizó durante la Guerra Civil Española como refugio por los ataques de la aviación. Varios tramos del mismo se encuentran decorados con diversas especies marianas sobre un fondo azul. El conjunto, muy logrado, pretende dar la sensación de que se camina por un túnel bajo el agua de un acuario. Al final nos encontramos con el “Mirador del Abra” totalmente integrado en el medio natural, desde donde se puede contemplar el litoral de Laredo.

El puerto de la Soledad. El viejo puerto medieval se vio inutilizado en el siglo XIX por los depósitos de arena, lo que hizo ineludible el diseño y construcción de uno alternativo. En 1842 el Ayuntamiento se propone la creación de un nuevo puerto, ubicado en la ensenada norte de la Atalaya, denominada de la Soledad con el fin de evitar los depósitos arenosos.

El “mirador del Abra” nos permite disfrutar de una magnificas vistas de los acantilados hacia Oriñón. Regresamos atravesando otra vez el túnel hasta llegar a la calle Menendez Pelayo donde damos por terminada la ruta.