CA LM Barcenillas Cascadas de Úrsula Lamiña
near Lamiña, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Iniciamos la ruta en el pueblo de Barcenillas junto a un pequeño aparcamiento a la vera del arroyo Barcenillas.
Este pueblo es un ejemplo de la arquitectura tradicional montañesa de los siglos XVII y XVIII: la casona barroca. Mantiene uno de los conjuntos de arquitectura rural más representativos de Cantabria. Al terminar la ruta merece la pena dar un paseo por sus calles.
Se puede descargar de internet un folleto para hacer un recorrido autogiado por el pueblo
https://www.esenciadecantabria.com/wp-content/uploads/2021/11/Visita-autoguiada-Barcenillas.pdf
Junto al aparcamiento un panel nos indica el inicio de la ruta. La ruta transcurre en los 2,5 km iníciales por una cómoda pista encementada que discurre en paralelo a arroyo Barcenillas, entre prados y bosque de ribera con avellanos, castaños y servales.
Tras pasar un puente sobre el arroyo recorremos unos metros hasta un cruce de caminos. El de la derecha se dirige a Lamiña y será el que tomaremos al regresar de las cascadas. Nosotros tomamos el de la izquierda que se dirige a los saltos de agua.
El camino asciende durante un corto trecho y se llega a una nueva bifurcación. Junto a la misma un cartel nos indica el recorrido a las Cascadas de Ursula, nombre con el que también se conoce a las cascadas de Lamiña.
El camino desciende por una estrecha senda que puede estar algo embarrada. Llegamos junto al arroyo y tendremos que cruzarlo con ayuda de los bastones y una piedras que facilitan el paso.
Continuamos unos 300 metros junto al arroyo y tendremos que cruzar el arroyo Moscadoiro, en el lugar que se junta con el Barcenillas. Han habilitado un puente de madera para facilitar el cruce.
A los pocos metros nos encontramos con la primera cascada. Una elegante cola de caballo cae sobre una poza y el desagüe de la misma forma otra pequeña cascada. La cascada completamente rodeada de vegetación y con rocas cubieras de musgos y líquenes crea un bonito escenario. No podemos dejar de pensar en lo agradable que tendrá que ser darse un chapuzón en la poza de la cascada.
Por un latera de la cascada subimos unos metros para ver una senguda cascada, más corta y ancha, enmarcada por las ramas de los arboles, sin ser expectacular, iguala en belleza a la anterior.
Continuamos y el camino nos acerca a una ultima pequeña cascada desde donde iniciamos el regreso por una pista que nos lleva a punto donde se encuentra el cartel que nos inidica el camino a la cascada.
Continuamos por el camino de ida hasta el cruce con el camino que se dirige al nucleo de Lamiña. El camino asciende hasta las cercanías de la ermita de San Fructuoso, a la que no nos acercamos.
Nos adentramos en Lamiña, no de los asentamientos de población más antiguos del Valle de Cabuérniga. Las primeras noticias documentales que se tienen de Lamiña datan del año 978, ya que allí se encontraba el monasterio de San Fructuoso, fruto de la repoblación visigoda llevada a cabo durante la Alta Edad Media. La Ermita de San Fructuoso da fe de la existencia de este antiquísimo monasterio, ya que guarda en su interior un sarcófago y unas pequeñas columnas pertenecientes al estilo prerrománico asturiano, de la segunda mitad del siglo IX.
El caserio se caracterizada por la presencia de numerosas casas llanas e hileras de típicas casas con solana que forman pequeñas calles. Pero también podemos encontrar casonas, como las del Barrio de la Calleja, del siglo XVIII; o la de Velarde, conocida como la Casa Pinta por las figuras policromadas que conserva.
Desde el pueblo descendemos 1,3 km por carretera hasta el punto de origen
Waypoints
Casa Pinta o Casa de Velarde (siglo XVIII)
Casa Pinta o Casa de Velarde (siglo XVIII) La Casa de Velarde es conocida también como la Casa Pinta por las figuras policromadas que conserva en la parte interior de los muros cortafuegos. En el derecho aparece la imagen de una Virgen y en el izquierdo un Cristo crucificado. Ambas tienen un carácter popular, con líneas toscas y rasgos poco definidos. Por semejanza, algunas fuentes atribuyen al mismo autor las pinturas murales del interior de la Ermita de San Fructuoso, que veremos más adelante. Otra característica de esta casa es la ausencia de solana, que está cerrada por un entramado de madera y ladrillo, algo poco habitual y del que quedan pocos ejemplos en la zona. En el centro se localiza el escudo de armas de Velarde, que da nombre a la casa. El soportal está cerrado parcialmente en los laterales por un muro. La rejería de forja es un añadido en la última reforma de la casa, efectuada en 1984. Esta fecha aparece en la reja de la entrada, al igual que la fecha de 1743, la de la construcción de la casa. En ese año aparece empadronado en Lamiña Baltasar de Velarde
Lavadero y casas adosadas
El lavadero está cubierto y es de una sola poza, sin ninguna división que permita separar la labor del jabonado de la del aclarado. Al igual que el pilón y la fuente está construido en piedra, con un remate en forma de superficie inclinada para favorecer el lavado. Se dejó de utilizar en la década de los setenta, coincidiendo con la entrada del agua corriente en las casas. Casas adosadas en el Barrio de la Calleja (siglo XVIII) En el barrio de La Calleja encontramos dos ejemplos interesantes de casonas con solana. Se trata de dos casas adosadas, de planta rectangular, dos alturas y tejado a dos aguas. La casa situada a la derecha ha sido reformada recientemente. Tiene los elementos típicos de este tipo de construcciones: fachada de piedra de sillería, en el piso bajo un arco de medio punto que da acceso al soportal, y a su izquierda, una pequeña ventana cerrada con reja embutida que pertenece al llamado “cuarto del peregrino” (lugar que daba cobijo a sirvientes y peregrinos). La riqueza decorativa de la piedra se aprecia en el frente de los muros hastiales, donde se distinguen espectaculares motivos de flores octopétalas, sogueado y motivos geométricos. También en el dintel de la puerta de la solana, donde aparece una cabeza de ángel, y motivos religiosos sobre la ventana del cuarto lateral. La casa situada a la izquierda está dividida en dos viviendas. En el piso bajo hay dos arcos de medio punto con una gran pilastra central decorada. Las claves de los arcos, al igual que en la vivienda situada a la derecha, están decoradas con una pequeña ménsula y sogueado central, motivo decorativo presente en muchas casas de la comarca. Los cuartos laterales o del peregrino están cerrados con reja embutida (izquierda) y reja volada rematada en cruz (derecha).
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