CA LM P.N. Oyambre circular por el Monte Corona
near La Molina, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
El Monte Corona es un antiguo cajigal destinado desde los años cuarenta del siglo XX a la explotación forestal con especies de rápido crecimiento. Allí se combinan manchas de bosque autóctono como el viejo robledal cercano a Caviedes con otras de repoblación (eucaliptos, roble americano, pino y hasta las famosas secuoyas y un importante bosque atlántico que ha ido dejando espacio a muchas otras especies propias de la zona: arces, castaños, fresnos, alisos, acebos y hasta hayas, que sorprende encontrarlas tan cerca del mar y a tan poca altura.
Historia del monte Corona
Existen pruebas de la ocupación por parte de antiguos pobladores de este monte antes de la llegada de los romanos, pero las pruebas de su explotación no son evidentes hasta que, tras talar los mayores árboles para la construcción de barcos, aperos, viviendas constituyó un problema.
La Marina se adjudicó el privilegio de poder cortar los ejemplares que desease en los bosques situados a menos de veinticinco leguas del mar, las Reales Fábricas de navíos cortaron casi todos los ejemplares de utilidad. Esta destrucción de los bosques se intensificó a mediados del siglo XIX con la necesidad de más pastos, esto produjo la destrucción de muchas masas arbóreas comunales.
Todo esto produjo que se comenzaran a levantar voces de alerta. En 1935 la masa forestal resultó ser la mitad que en 1911. Se creía que el suelo estaba agotado, se probó introducir especies no autóctonas que pudieran arraigar.
Ya en 1926, la Ley del Plan General de Repoblación recomendaba la plantación de especies de crecimiento rápido y su localización en provincias cantábricas, debido a la gran disponibilidad de terrenos baldíos y a las favorables condiciones climáticas.
En el año 1942 se constituyó el consorcio del monte Corona con el Patrimonio Forestal del Estado, dando comienzo al proceso de ordenación del mismo.
Durante tres décadas la mayor parte de los terrenos de este monte, que incluían masas frondosas de árboles y áreas de pastizal y matorral, fueron repoblados por especies foráneas, fundamentalmente Eucalyptus Globulus y Pinus radiata y de forma experimental y en parcelas más reducidas, con Quercus rubra (Roble Americano), Castanea crenata (Castaño Japonés), o Pseudotsuga menziezii (Abeto de Douglas).
La política forestal vigente en ese momento, quería reducir al mínimo las importaciones de madera, y en este contexto se plantan las especies que perviven hoy como reflejo de aquella política forestal, vinculada a un momento económico y a aquellas actividades experimentales de búsqueda de las especies madereras más adaptadas a las necesidades de producción industrial.
Los resultados de las primeras plantaciones de eucalipto fueron excepcionales y pareció ser la solución para la gestión del Monte Corona. El proyecto de ordenación de los eucaliptales de 1955 estableció criterios para la explotación de estas masas de forma permanente dando importantes beneficios a las entidades propietarias.
Actualmente, debido a la reducida carga ganadera que soporta, el bosque experimenta una importante regeneración del arbolado, particularmente de hayas, a las que se puede observar formando apretados grupos de jóvenes árboles.
Esta magnífica diversidad forestal se complementa con las panorámicas que se observan desde las Ermitas de San Antonio y San Esteban desde donde se vislumbra todo el Parque Natural de Oyambre.
Waypoints
Mirador de los Pintores montañeses
En este paraje tenemos una buena vista del Monte Corona y de su robledal.
Ermita de San Antonio
La Ermita de San Antonio fue construida a mediados del siglo XVIII en el Monte Corona. En 1629 se tramitaron las licencias para la consagración de la ermita bajo la advocación de San Antonio..La construcción se realizó , probablemente sobre las ruinas de una edificación anterior. algunos historiadores identifican aquellos restos como románicos, para otros ven evidencias de un poblado primitivo, Este templo tiene planta en forma de cruz latina, de una sola nave con tejados de varias alturas, crucero cubierto con cúpula. Cuenta con un ábside de forma poligonal y el atrio ubicado hacia los pies del templo que yace sobre columnas con capiteles de orden toscano que posee una cubierta a tres aguas La puerta de la ermita cuenta con un arco de medio punto con un frontón triangular.La nave en su interior presenta una cubierta de bóveda de crucería con claves polares pinjantes, la cubierta del crucero por otro lado es una bóveda semicircular sustentada sobre pechinas en las que se muestran números clásicos del estilo gótico y clasicista. En el altar podemos apreciar un retablo muy colorido de estilo clásico en las que se encuentran figuras de San Antonio, El Corazón de Jesús y la Virgen del Carmen. Entorno El entorno de la ermita de San Antonio se configura como uno de los lugares más frondosos del Monte Corona. El camino que conduce hasta el puente de Bichurichas y Ríoturbio, es un recomendable paseo por una de las mejores manchas del bosque autóctono de todo el Monte Corona, en la que se pueden encontrar además de las cagigas, hayas, abedules, arces, alisos o acebos. Las especies exóticas también tienen cabida, y los alerces, secuoyas, pinos, robles americanos y eucaliptos comparten el espacio con las especies autóctonas
Aunque la construcción actual apenas data de los años cuarenta, la ermita de San Esteban se levanta sobrErmita de San Esteban
Desde este alto se contempla buena parte de la costa occidental de Cantabria,. Un antiguo mirador nos indica las panorámicas más destacadas. Aunque la construcción actual apenas data de los años cuarenta, la ermita de San Esteban se levanta sobre los restos de una más antigua, probablemente de traza románica, de la que sólo se conservan unas columnas colocadas en el interior de la capilla. La situación de la ermita, ubicada en un altozano, la hace fácilmente visible desde el mar y, antiguamente servía a los marineros que arribaban al puerto de Comillas para orientar los barcos, por lo que las paredes exteriores, siempre lucidas y encaladas, facilitaban el avistamiento Una reciente restauración ha modificado el aspecto original y los muros muestran ahora un acabado a cara vista, salvo la fachada norte que sigue consevando su blanco tradicional. El primer domingo después del 3 de agosto, día de San Esteban, las gentes de los pueblos del entorno acuden a la romería que se celebra en honor del santo, organizada por los vecinos de Ruiseñada. Tras la celebración religiosa, los picayos de Comillas y la comida campestre traen la fiesta, anunciada, como en toda Cantabria, por el imprescindible sonido de pitos y tambores.
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