Cabañuela, Cerezuelo, Almagreros, Lagunillas desde la Huerta Vieja

Ruta que se desarrolla casi de forma integral por la zona devastada por el gran incendio de 2005 y que asoló más de 5.000 hectáreas en la Sierra de las Villas. Nuevamente pateamos ésta Sierra , por la que sentimos una especial atracción y es que son muchos los tesoros que esconde.
La zona por la que discurre ésta ruta en concreto es impresionante, arisca, afilada, vertical, es sobrecogedora y eso que hoy por hoy en gran medida parece un gran desierto lítico y no paramos de imaginar como sería antes del incendio; sin duda uno de los parajes más atractivos de éste Parque Natural. Cuando está nevada y debido a la actual ausencia de vegetación arbórea asemeja a la alta montaña de cordilleras alpinas.

Comenzamos en el Campamento Juvenil la Huerta Vieja, en el kilómetro 64 de la A-319, para tomar el sendero señalizado a la Cabañuela y que pasa junto a éste Campamento. Éste sendero es una autentica maravilla, empezando en acusado ascenso para relajarse un poco más tarde, primero al NO y después va girando al SO, pasando junto al Arroyo de la Cabañuela, con bellos saltos de agua y entre un denso bosque de encinas y quejigos. Casi sin darnos cuenta y embelesados ante tanta belleza llegamos al final de éste sendero, la cortijada en ruinas de la Cabañuela, rodeada de antiguos bancales de cultivo y con unas fantásticas vistas del Embalse del Tranco y de parte de la Sierra de Segura.
Seguimos por senderos de ganado por los viejos bancales en dirección Norte, por la cañada, en constante aunque no excesivamente acusado ascenso hasta llegar a la Tinada del Fraile, aunque antes, al llegar al cauce de Arroyo Frío, seguimos aguas abajo unos metros buscando la maravillosa Cascada del Fraile, pero no dimos con ella (tampoco quisimos alejarnos mucho de la ruta prevista).
Desde la Tinada del Fraile seguimos la cañada del Arroyo del Fraile entre bancales y juncos hasta que a mano derecha vemos un cortafuegos que asciende por la ladera del Cerro del Puntalón. Lo seguimos hasta llegar a un carril, por el que continuamos al Norte, para tomar en breves metros un sendero a la derecha, un poco desdibujado y que hacia el SE asciende a la caseta del Cerezuelo o Puntalón. Las vistas desde éste excelente mirador son prodigiosas y tras recrearnos y descansar un rato, descendemos practicamente por en mismo lugar, un poco más hacia el NE, pues nuestro próximo objetivo es la Plomera o Poyo Melgoso (1.539 m) y no queremos descender más de la cuenta.
De nuevo en la Cañada del Arroyo del Fraile, donde llega y termina una pista, comenzamos un lento y fatigoso ascenso, en dirección más o menos Oeste, pero sin excesivas dificultades hasta La Plomera. Que decir de las vistas que se abren ante nosotros, simplemente mayúsculas; buena parte de la Sierra de las Villas (la más agreste), la Sierra de Segura, el Tranco,....
Al Norte vemos un agudo y aparentemente inexpugnable pico, el Almagreros (1.467 m), al cual nos dirigimos en un cómodo cresteo. Al llegar a su base lo atacamos por su cara Sur , con algún tramo de trepada y algún paso aéreo , donde hay que extremar precauciones para llegar a su vértice geodésico. Si en la Plomera las vistas son fantásticas, aquí aunque muy parecidas , aún lo son mejores.
Queríamos seguir cresteando hacia Piedras Plomeras y descender a Las Lagunillas, pero la dificultad del terreno y el tiempo que nos apremiaba nos hizo desistir y buscar un descenso más directo y rápido a Las Lagunillas. Descendemos del Almagreros por el mismo lugar y comenzamos a bajar por el Barranco del Cerezuelo, que tenemos al Este, sorteando los numerosos troncos de los pinos que se quemaron en el incendio de 2005.
El Barranco comienza a encajonarse en una cerrada para terminar en cascada, nosotros antes nos salimos del mismo en dirección NO en busca de la pista que desde la Casa de la Artesanía va a Las Lagunillas. Salimos a ésta muy cerca de la preciosa aldea en ruinas de Las Lagunillas.
Fue el lugar elegido para comer y descansar, en un entorno privilegiado y un tanto apesadumbrados ante el abandono de éstas pequeñas aldeas y cortijadas.
Toca regresar y toca pista, algo más de 5km, la parte más tediosa de la ruta, pero al menos se disfruta de unas estupendas vistas del Tranco y de la Sierra de Segura con la Peña Amusgo destacando. A nuestra derecha sale un sendero, que ésta señalizado y el cual seguimos hasta salir al sendero del inicio de ruta, pasando antes por la llamada Tinada de los Frailes por Alpina y el IGN y cruzar el Arroyo del Fraile bajo la espectacular cascada homónima que no pudimos ver por la mañana.
Solo resta algo menos de 1 km común al inicio de la ruta.