Cabeza Renales por Arroyo Boquerón- Vereda de Santa Quiteria- Monolito o Mojón 3 Provincias. El Espinar

Cabeza Renales por Arroyo Boquerón- Vereda de Santa Quiteria- Monolito o Mojón 3 Provincias. El Espinar.
Cabeza Renales puede considerarse como la última atalaya al Noroeste de la Sierra de Malagón, con 1.757 metros de altitud, encima del Valle del Espinar. Es una zona bastante llana, con un vértice geodésico y un espacio un tanto desolado, sin excesivas buenas vistas, que me ha decepcionado.
Se puede dejar el coche, para la salida, entrando en el Espinar y utilizando la SG-500que lo circunvala. A la altura de la calle Eras de la Tía Catalina sale un camino rural, sin asfaltar, hasta una pequeña explanada, donde caben tres o cuatro coches, en la finca de la Gloricia Borja.
Con la intención de hacer la ruta completamente circular, descendemos entre casas y fincas para buscar la Vereda de Santa Quiteria, con la que empalma a la altura de los Prados de la Vieja. Esta vereda remonta el arroyo del Boquerón, y por él ascenderemos. Lamentablemente trae poca agua, para esta época del año, en que acusamos ya una grave sequía, pero su trazado es precioso. Eso sí, no hay prácticamente sombra en ninguna parte de esta ruta, pues la subida por Santa Quiteria se hace por la margen izquierda del Arroyo del Boquerón, (los márgenes en los ríos siempre se toman siguiendo el curso descendente del mismo) y la masa de pinares, realmente impresionante, quedan en su margen derecha.
Se toma un pequeño puente sobre el Boquerón, en una zona llena de fincas con ganado, caballos, vacas, ovejas, y el terreno se encuentra bastante seco. Es por ello que los arroyos que bajan de la ladera de Cabeza Renales traen poca agua, así como la preciosa cascada, de unos 3 metros, en el Arroyo del Boquerón, también con poco caudal. Se discurre por un bien marcado sendero, buen piso, fácil de seguir, hasta la Fuente de las Heras, a la derecha del sendero, que aún mana, aunque poco.
La verdad que esta subida es muy bonita, con la fila de pinos a la izquierda, al otro lado del cauce del arroyo Boquerón, y se combina, a la derecha, con zonas con algo de hierba (poca), bastantes zarzales y escobas y algún enebro rastrero y rosal silvestre, y los perennes muros de separación de fincas.
Llegamos al último repecho de la Vereda de Santa Quiteria, y accedemos a una zona llana, con grandes muros de piedra que marcan las delimitaciones de las fincas. Allí justo hay un Monolito o Mojón, llamado de 3 Provincias, donde, en forma de triángulo, se especifica que allí confluyen Madrid (Municipio de Santa María de la Alameda), Ávila (Peguerinos) y Segovia (el Espinar). Pasamos el muro y seguimos ya por el Camino de Peguerinos, por una buena pista, una zona con suave ascenso, pero con un paisaje muy diferente, con un montón de vacas pastando tranquilamente en estas fincas. Tenemos que seguir la pista hasta una cancela metálica, que pasamos y, tras un giro de 90 grados, continuamos la subida hacia Cabeza Renales. Aquí comienza la peor parte del recorrido, dejando a la izquierda la zona de la Solana de Varondillo, y es la peor parte, primero por el desnivel, segundo porque no hay camino, ni siquiera sendero alguno, sino todo campo a través, pegados a una pared, que dejamos a nuestra derecha, que sube delimitando fincas y con un terreno molesto, donde los tocones de hierba bastante seca y zonas de escoba dificultan un tanto la subida.
Al tomar la cuerda (sin camino alguno), se continua ésta, pasando por un pequeño vivac, atravesando un paso en un muro de piedra y, un poco después, alcanzado la cumbre de Cabeza Renales, que se encuentra en un llano bastante desolado, sin apenas vegetación, donde me encontré a un par de gamos transitando velozmente.
Como digo, el pico, por así llamarlo, tiene un pequeño pedestal sobre el que se alza un vértice geodésico, pero cuyas vistas no son tan espectaculares como otras de esta Sierra.
El descenso se hace a la altura de la Cerca Viruela, con vistas al Valle de El Espinar, sin camino, ni sendero alguno. Durante 1,3 kms, este es el peor tramo del recorrido, sólo hay que ver el track de la ruta. Aunque los K2 de las Cumbres, a quienes he seguido, dicen que bajaron por un pequeño sendero, no es así, no hay ninguno, hay que ir dando saltos, con mal suelo, irregular, con tocones de hierba con los que puedes tropezar, bastantes zarzales y un pequeño manantial cuyos márgenes al principio tienen mucha zarza. Lo peor son los muros de piedra, en particular uno con una alambrada cuyo paso no es fácil.
Un poco más abajo llegamos a una zona verde, inundada de agua, que hay que tomar por la izquierda para desembocar en una pista ancha que ya no dejaremos hasta el fin del trayecto, eso sí, como atraviesa fincas privadas, un poco más abajo hay, de nuevo, que saltar un muro, pues la gran cancela de hierro que da acceso a las mismas se encuentra cerrada. Sólo queda ya transitar algo menos de 1 kilómetro de la misma ancha pista para llegar al pequeño parking donde dejamos el coche y dar fin a una ruta cuyo máximo interés es la subida por el Arroyo del Boquerón y la Vereda de Santa Quiteria, pues el resto, en mi opinión, carece de interés.