Cabo Silleiro, Serra Da Groba Y Molinos De Baredo

Desde La Sierra da Groba y en innumerables puntos de su accidentada orografía se nos ofrecen a la vista algunas de las maravillas de nuestra Galicia.

Para llegar hasta allí, en esta ocasión, iniciamos la caminata al ladito mismo del Océano Atlántico, casi tocándolo y muy cerca de Baiona.

Y no podemos tener mejor comienzo. La desembocadura del Río Da Fraga también llamado Regato dos Tres Regueiros que nos deja varios rincones con encanto y que nos lleva a conocer La Senda Fluvial do Río Da Fraga o Molinos de Baredo.

Que como su nombre indica nos ofrece la posibilidad de conocer una serie de molinos en el cauce del río, en diferente estado de conservación. En este primer tramo de nuestra ruta caminamos sobre una pasarela de madera y bajo la sombra de arboleda propia de ribera. Rematando con una bonita estampa de antiguo lavadero y fuente de piedra.

Y allá que nos vamos siempre ascendiendo hacia La Sierra da Groba y en busca de nuevo del Río da Fraga. Es verano, ha llovido muy poco y cuando nos lo tropezamos es un insignificante hilillo de agua que se desliza debajo de un desvencijado puente de madera, cercano a un, ahora solitario merendero que seguro tuvo días mejores con gente bulliciosa y con ganas de pasarlo bien.

Señalar que existe un sendero que lleva hasta el río y el puente, antes de llegar al merendero pero, cuando nosotros realizamos la ruta, estaba intransitable y decidimos no seguirlo, pero sí conseguimos acceder hasta el puente y el río desde el merendero para dejar constancia de que se desliza por alli.

El ánimo de los caminantes no decae, ya que a pesar de ser un día gris ya podemos ir atisbando la belleza del lejano mar emergiendo entre la bruma que lo cubría.

Si tenéis suerte, como mosotros, tendréis momentos de encuentro con los caballos semisalvajes que pacen por La Sierra da Groba.

Hay un punto, cerca del vértice geodésico, en donde conectamos con El Sendeiro das Greas es un tramo de sendero precioso y fácil de caminar desde el cual se nos ofrece sin impedimentos la inmensidad salada del océano.

Gigantes descansando en sus aposentos de piedra vigilan el paso del que por allí se acerca que sólo puede admirar tranquilamente y dejarse llevar.

Imborrable también el escenario en donde se encuentra una antigua caseta de vigilancia así como las vistas que desde ella se pueden apreciar, cuando el día es propicio para ello.

En esta parte de la ruta, en plena Sierra da Groba son muchos los lugares desde donde oteamos la figura característica del faro de Cabo Silleiro, al que también nos acercaremos algo más adelante, para contemplarlo in situ.

En nuestra caminata también recorremos unos km del Camino Portugués a Santiago señalizado con las conocidas flechas amarillas. Es un tramo empedrado y sobre él se pueden ver las huellas de los carros que antiguamente transitaban por allí.

Esta ruta goza de muy buenas vistas y otro momento fantástico es aquel en donde nos encontramos de nuevo con El Atlántico divisando Baiona, Monteferro en miradores colocados al efecto.

También visitamos las ahora abandonadas instalaciones militares de la costa. En sus inmediaciones, el mar nos mostraba un azul intenso.

Nos aproximamos a las baterías costeras recortándose entre mar y montaña. Y el disfrute es total. Con la inconfundible silueta de Las Islas Cíes acompañándonos, la figura rojiblanca del Faro de Cabo Silleiro, la impenetrable y salada inmensidad…
Y más… Mucho más….

¡Tanto que sólo caminando por allí es posible sentir y vivir lo mismo que nosotros ese día!