CABO TIÑOSO - BATERÍA DE CASTILLITOS - CABEZO DEL ATALAYÓN - CALA CERRADA

BATERÍAS DE COSTA Y PLAYA

Otra rutica y digo rutica por lo corta ( 8,77 Kms) pero también podía decir rutaza por su recorrido, fue espectacular, toda la ruta por la costa, por cierto por unos acantilados fantásticos, vistas increíbles y con algún paso complicado aunque poco peligroso y con un grupo de senderistas fantásticos a algunos conocía pero a la mayoría no, el único lorquino era yo.
Esta ruta la propuso Pascual el Presidente del Club Deportivo Tiramillas y a la convocatoria acudimos 18 senderistas. Esta ruta la realicé el pasado 22 de Mayo del 2021.

EL punto de reunión como suele ser habitual en estos casos, fue mediante ubicación, yo era la primera vez que iba a andar por esa zona y no era otra que por el Cabo Tiñoso hasta allí me dirigí muy temprano y a las 08:05 después de estar todos y tras la foto de rigor nos pusimos en marcha.

Nada más salir y como suele ocurrir en muchos casos cogemos la arista de la ladera del Cabezo del Atalayón y para arriba, pero cuando calentamos decíamos algunos, menos mal que era corta. En la cima del cabezo nos esperaban los restos de la batería del Atalayón.
Esta batería antiaérea fue construida en una impresionante aguja rocosa que se alza 349 m sobre el nivel del mar, domina un extenso espacio costero que se extiende como poco, desde la isla de Escombreras hasta el Puerto de Mazarrón.
Fue construida dentro del Plan de Defensa de 1926 con la finalidad de proteger a las potentes baterías existentes en la zona como la de Castillitos y el Jorel de posibles ataques aéreos a las mismas

Estuvo activa desde el año 1933 hasta el 1952. Disponía de cuatro cañones antiaéreos de 105/45, tipo Vickers.
El edificio principal tiene siete puertas enmarcadas por dos pilastras y dos columnas tipo jónico con capiteles siendo de inspiración griega (neoclásica). El centro el portón es de estilo dórico. Es conocida como la fachada de los repuestos, y es posiblemente la mas bonica de todas las baterías de Cartagena.
Está declarada BIC desde 1997 y claro este lugar bien merecía recrearse un poco.

Las vistas desde aquí todo un lujo y a partir de este lugar todo es bajada y con tramos con una pendiente considerable lo que hace que la bajada sea lenta y prudente ya que en bastantes trozos se tiene que realizar campo a través además hay que pararse y gozar del entorno, el día es soleado y muy claro lo que hace que las vistas sean aún mucho mejores. Pasamos por una zona donde un saliente en forma de trampolín nos ralentiza aún más, una foto en ese lugar es de cine.

En plena bajada, Pascual decide, cosa que a mí me pareció muy correcta, parar para tomar sobretodo algo de fruta y lo hacemos sobre un cortado al borde de un acantilado, lugar privilegiado donde los haya, el otear el horizonte con el inmenso mar, estar encima de un acantilado impresionante y poder disfrutar el placer de comer cerezas, plátanos, uva y hasta fresas, estas cosas no tienen precio, estábamos encima de la Punta del Arco.

Terminado el pequeño "festín" ascendemos levemente hasta la cota 222 y a partir de aquí es donde la pendiente es más inclinada, un paso entre dos rocas nos pone a prueba, nos ayudamos unos a otros y lo pasamos sin mayores problemas, desde aquí ya vemos nuestro destino, Cala Cerrada y ya atisbo desde la distancia el porqué del nombre. Seguimos cresteando y como digo siempre hacia abajo y en un momento determinado giramos a la derecha y entramos en una zona de pinos y sin senda ni nada parecido así que campo a través a buscar la senda que baja de la carretera, cuando la encontramos giramos a la izquierda y estamos en Cala Abierta, no paramos aunque la observamos, creo que no tiene playa e inmediatamente llegamos a Cala Cerrada, me sorprendió en primer lugar el espacio al parecer un mar interior de los próximos que está el espacio entre la abertura a mar abierto, su agua es cristalina y su playa de finas piedras. En aquel encantador lugar estuvimos bastante tiempo, algunos se bañaron y yo lo dediqué a la observación, comer y hacer fotos.

Ya relajados nos ponemos en marcha y volvemos sobre nuestros pasos hasta que encontramos el lugar donde anteriormente habíamos bajado al sendero por entre los pinos solo que ahora seguimos rectos hasta el Collado de Juan Catalina por el GR-92. Al llegar al collado hacemos una parada de reagrupamiento, giramos a la derecha y ya por la RM-E23 llegamos al punto de salida aunque yo decido continuar y acercarme hasta la Batería de Castillitos en la cual no había estado.

Me sorprendió muy gratamente. Fue construida entre 1933 y 1936 y fue dotada con dos cañones de costa del modelo 38,1/45 cm(quince pulgadas). Estas piezas tenían la potencia suficiente como para disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros. Su labor era proteger la entrada de buques a la bahía de Cartagena junto a su gemela, la Batería de Cenizas para que mediante un fuego cruzado impidiesen esa entrada a elementos hostiles al puerto. Durante la guerra civil española realizó una descarga contra la armada franquista en abril de 1937, si bien la presencia de las fortificaciones que rodeaban la ciudad bastó para mantener alejado a cualquier buque. Permaneció en servicio hasta 1994, desde entonces la batería se vio abandonada y víctima de un progresivo deterioro y con sus cañones inutilizados, hasta que en 2009 se decidió hacer una inversión con la que se restauró la fortificación y se hizo visitable.

Castillitos está situada a una cota de 250 metros de altura sobre el nivel del mar y su fachada fue construida imitando un castillo medieval. La arquitectura de la batería tiende a ocultarse excavando en la montaña o imitar la textura de la roca para impedir su visión desde la lejanía. Fue declarada BIC el 7 de Agosto de 1997.

La recorrí detenidamente y me encantó, me impresionó sobremanera las dimensiones del cañón que permanece en su lugar original, la buena restauración y por supuesto las fantásticas vistas.
Volví sobre mis pasos al inicio de la ruta después de recorrer solamente 8,77 Kms haber superado un dap de 429 metros en un tiempo total de 5 horas 51 min y llevarme para Lorca un espléndido día de convivencia y de una ruta, que aunque corta me encantó.