CABRERA-Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera

La ruta “Cabrera-Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera”, tiene como objetivo realizar un recorrido por esta isla, por los lugares de acceso libre: El Castell, visita arqueológica, el Coll Roig, el museo, el jardín botánico y el monumento a los soldados napoleónicos.

El Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera se encuentra situado en pleno Mediterráneo, apenas a 10 km de la costa sur de la isla de Mallorca. El Archipiélago comprende la isla principal de Cabrera, la isla Conejera y un conjunto de 17 islotes. Entre todos suman poco más de 13 km2 de superficie emergida. Por ella han pasado pueblos talayóticos, romanos, árabes, cristianos y piratas. Como en todas las islas mediterráneas, las tradiciones y las viejas leyendas forman parte también de la riqueza cultural del Archipiélago de Cabrera.

Cabrera fue declarada Parque Nacional Marítimo Terrestre en 1991, constituyendo uno de los increíbles enclaves que forman las islas Baleares. La isla de Cabrera no tiene habitantes desde 1991, cuando pasó a ser Parque Nacional. Anteriormente, vivían unas doce familias mallorquinas que se dedicaban principalmente a la agricultura.

Partimos de la Colonia de Sant Jordi (Ses Salines) a las 10:00, en uno de los barcos “golondrina" de una de las empresas de transporte de pasajeros autorizadas. Tras una hora de travesía desembarcamos en el muelle principal del Puerto de Cabrera (Es Moll), donde nos recibió personal del parque para informarnos de los lugares que podemos visitar y los caminos que podemos recorrer.

El puerto de Cabrera es donde más movimiento de personas hay de todo el Parque. Ello es debido a que es la zona de desembarque y embarque de visitantes y casi un lugar de paso obligatorio. Aquí encontramos muchos de los servicios del Parque (oficina de información, aseos públicos, refugio de pescadores y la cantina), así como lugar de amarre de embarcaciones de servicios, gestión del Parque y pescadores autorizados.

Empezamos el recorrido en el Puerto, donde se encuentra la oficina de información del Parque. Nuestro primer objetivo es subir al Castillo de Cabrera. Vemos un indicador que señala la dirección del camino de subida al Castillo (500 m, 15 min). Se trata de un camino de tierra que rápidamente comienza a ascender por unos escalones. Más arriba desembocamos en una pista tambiénde tierra, que tomamos por nuestra izquierda. Enseguida llegamos a un Mirador natural que nos ofrece unas magníficas vistas de la bahía, donde podemos ver el Puerto, el Caló de ses Agulles, la playa de Sa Platgeta, la de s’Espalmador y es Caló des Forn.

Avanzamos un poco más y llegamos a otro Mirador con vistas al otro lado, donde vemos un cementerio, unos pabellones y al fondo una panorámica de Mallorca, que abarca desde Sa Dragonera hasta Sant Salvador, donde podemos distinguir la Mola de s’Esclop, el Galatzó, el Teix, la Sierra de Alfabia, el Puig Major, el Puig de Massanella, etc. Subimos un poco más y alcanzamos el Castillo.

El Castillo de Cabrera es una construcción de finales del siglo XIV a 72 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una torre, que se construyó con el objetivo de defender a la isla de los piratas y corsarios. Durante muchos años fue habilitado como hospital, residencia del sacerdote y lugar de cuarentena durante las epidemias. En 1949 fue declarado bien de interés cultural. El acceso al interior se realiza por unas escaleras laterales, que nos dejan en un hueco. Desde aquí subimos a la primera planta por unas estrechisimas escaleras de caracol. En esta planta, descubierta, está la torre, a la que no se puede subir, las garitas y una sala. Ni que decir que este lugar ofrece una vista de primer orden de las playas y paisajes de la isla.

Visitado el Castillo descendemos por el mismo itinerario de subida. Al llegar al cruce con el camino escalonado, por el que subimos antes, lo ignoramos y seguimos descendiendo suavemente por la pista. Más adelante enlazamos con la pista que viene del Puerto, que tomamos por nuestra izquierda en dirección a las playas. Se trata del Camí del Faro PM-620. Proseguimos y lo primero que vemos a mano izquierda son las instalaciones del Centro Mixto de Generación de Energía Eléctrica. En este Centro se produce la energía necesaria para el consumo eléctrico de equipos e instalaciones, mediante la combinación de paneles solares y generadores.

Frente a estas instalaciones se encuentra la primera playa del camino, la Cala de ses Agulles, que nos queda a mano derecha. Avanzamos un poco más y pasamos por delante de “sa Vicaria”, pequeña capilla dedicada a Santa Petronila, donde podían ir a misa los habitantes de la isla de Cabrera (pescadores, fareros, militares y pobladores de Villa Cristina). A continuación llegamos a El Campamento donde están ubicadas las edificaciones militares que sirvieron de viviendas para los soldados y que ahora se utilizan como viviendas del personal del Parque, de investigadores, de un pequeño destacamento militar y como refugio público.

Este refugio, llamado “Rosa dels Vent” es el único alojamiento público de la isla. Cuenta con capacidad para 12 personas como máximo, repartidas en 4 habitaciones. También cuenta con un salón-comedor y un cuarto de baño compartidos. Un poco más adelante, también a mano izquierda vemos Cas Pagés (Casa del Campesino), que tenía los elementos necesarios para la explotación agrícola y ganadera, como son la era, el molino harinero, el establo, la pocilga y el higueral. Algunos de estos elementos los vemos allí expuestos.

Frente a esta casa se encuentra el amarre, punto de salida de nuestro barco. Poco después alcanzamos Sa Platgeta, una de las playas más importantes del archipiélago. Su composición es de pequeñas piedras y uno de sus principales atractivos es la numerosa vegetación que la rodea, donde los matorrales casi se funden con la orilla del mar. Sus aguas son limpias y cristalinas y fue el lugar elegido para darnos un refrescante baño al final de la excursión. Ahora torcemos a la izquierda y nos adentramos en el interior por el Pla de ses Figueres, donde hay un área de picnic, que luego utilizamos para reponer fuerzas.

Avanzamos un poco más y giramos a la izquierda para dirigirnos, por un camino señalizado, a las Barracas de los Prisioneros Napoleónicos. Se trata de un yacimiento arqueológico donde podemos apreciar los restos de pequeñas y sencillas habitaciones construidas por las tropas francesas cautivas en esta isla. Retrocedemos un poco y siguiendo las indicaciones nos dirigimos al Cementerio del Monasterio bizantino. Se trata de otro yacimiento arqueológico, consistente en un cementerio y un taller de púrpura, pertenecientes a una comunidad monástica, instalada en la isla en el siglo VI d C.

Volvemos al camino principal y continuamos hacia el interior. Siguiendo las indicaciones giramos a la derecha para visitar el Monumento a los soldados napoleónicos, situado en el interior de un pinar. Un poco antes de llegar vemos a nuestra izquierda una Era de trillar, muestra del pasado agrícola de la isla. En esta era se encuentra un “secreters”, escondrijo excavado en el suelo para esconder las mercancías procedentes del contrabando. Unos metros más arriba alcanzamos ya el Monumento a los soldados Napoleónicos, es un obelisco erigido en memoria de los soldados franceses muertos en cautiverio en la isla de Cabrera.

Desde aquí descendemos por un bonito sendero y muy cerca se halla el Museo Etnográfico “Es Celler”. Se trata de una antigua bodega de finales del siglo XIX que funcionó durante los años en los que se cultivaba la vid. Cuando las viñas fueron arrancadas, se utilizó dándole otros usos como pajar. Finalmente, se restauró y adaptó como museo histórico y etnográfico. En el museo se encuentra información de todo tipo en relación a Cabrera: recursos naturales de la isla, flora y fauna de Cabrera, medio marino, una reproducción de la necrópolis bizantina, etnografía de la isla, fotografías antiguas, restos antiguos como ánforas púnicas y romanas o cerámicas.

Visitado el Museo regresamos de nuevo al Camí del Faro PM-620 y seguimos bordeando la bahía, paseando agradablemente por un terreno cómodo y llano que nos llevará hasta la playa de s’Espalmador. Esta playa junto con sa Platgeta, es una de las playas autorizadas para el uso público. Es una de las más extensas del archipiélago, con 140 metros de longitud. La composición es de grava y las aguas son tranquilas. Además, debido a su aislamiento, la ocupación de esta playa suele ser baja. Por el camino, junto a la orilla podremos ver la vegetación propia del litoral.

A partir de aquí, el camino empieza a tomar altura poco a poco con una pendiente suave. Podemos observar a mano izquierda unas rocas recubiertas de unos líquenes que le da una coloración blanquecina. Una vez hemos superado el suave pero constante desnivel llegamos a un pequeño pinar que nos anuncia el final de la subida y la llegada al Coll Roig. Desde aquí ya podemos observar unas magníficas vistas del faro de l’Enciola, Para facilitar la recuperación de la vegetación, se ha restringido el acceso hasta el faro, que debe hacerse acompañado por los guías del parque.

La vuelta hacia el amarre la hacemos por el mismo camino, ahora de bajada, que nos permite disfrutar de las vistas del puerto de Cabrera y de la bahía, presidida por el castillo. Tras el baño en Sa Platgeta y reponer fuerzas en el Picnic, embarcamos a las 14:30. En el regreso el barco hace una parada en Sa Cova Blava (Cueva Azul). Es una gruta, donde a partir de mediodía, los rayos inciden de forma que la cueva adquiere un color azul intenso y donde los visitantes pueden darse un baño. Llegamos a la Colonia de Sant Jordi sobre las 16:00, dando por finalizada esta preciosa excursión.


Los componentes del grupo hemos sido: GRUPO GMMHIIB y yo Juan González Blázquez como guía.


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