Cáceres Los Barruecos

Bonita mañana de sábado en la que decidimos aprovechar el inminente confinamiento por el coronavirus para aislarnos de la gente en la naturaleza mientras se pueda.
Dejamos el coche en las afueras de Cáceres, concretamente en el parking de Carrefour e iniciamos la ruta por el acerado que lleva a la barriada del Junquillo, la cual atravesamos totalmente hasta encontrarnos de nuevo con la carretera que debemos compartir con los coches hasta llegar a la depuradora donde podemos evitar el asfalto y llegar hasta un paso elevado que nos cruzará sin peligro la Autovía A 66. Una vez al otro lado de dicha autovía continuamos junto a la Nacional 521 por una pista de tierra muy cómoda.
Justo antes de llegar a la altura del Centro De Conservación y Explotación de Carreteras nos entretenemos un momento con una pequeña charca donde podemos observar algunos patos, cigüeñas y una garza real. Poco después cruzamos otro paso elevado que salva las vías del tren y continuamos, hasta ahora paralelos a la carretera y con una pendiente mínima, hasta el circuito de motocross de las Arenas. Justo al pasar el circuito giramos a la izquierda y nos adentramos un poco en un pequeño polígono industrial del que salimos de nuevo a la izquierda dirección a un club de tiro que nos encontraremos en seguida.
A la altura de este club vemos otra charca algo más grande que la primera y abandonamos el camino para verla más de cerca. Está llena de flores en superficie y tiene un aspecto realmente bonito. Aprovechamos que nos hemos desviado del camino para continuar prácticamente campo a través siguiendo un pequeño y casi seco arroyo llamado Del Tocón que nos llevara a una valla que nos parece infranqueable y que nos obliga a seguir por la izquierda hasta encontrar de nuevo el camino. Una vez retomado el mismo a la derecha del cruce al que llegamos tomamos el desvío a la izquierda que nos llevará prácticamente hasta el aparcamiento número 8 del Barrueco de Arriba donde debemos saltar la vaya para cruzar el puente de madera ya que no encontramos ninguna puerta que permita el acceso. Una vez cruzado el puente nos encontramos con el final del arroyo del Tocón donde encontramos un muy agradable rincón donde comer algo y descansar y en el que disfrutamos de las visitas que nos hicieron una pareja de grulla reales, un galápago leproso y algunas ranas con ganas de tomar el sol.
El regreso lo hicimos prácticamente por donde vinimos.
La califico de dificultada moderada más que nada por la extensión de la ruta.

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