Cadafresnas - Minas Wolframio - Pena de Seo - Cadafresnas

El pasado domingo 25 de Febrero emprendimos Mara, Angeles, Laura, Carlo, Rober y un servidor esta magnifica ruta en una mañana despejada y moderadamente fría, tornándose esta más cálida con el inicio de la marcha y con el avance de las horas.
Cadafresnas es un pueblecito de apenas 40 habitantes, situado en la vecina comarca del Bierzo perteneciente al municipio de Corullón, en la provincia de León . Ubicación:Latitud 42°35′34″N. Longitud 6°54′20″O.
No os dejéis engañar por su apariencia y tamaño pues es un pueblo con una apasionante historia detrás. En las inmediaciones de esta pequeña localidad se encuentra el antiguo poblado minero de Peña del Seo, también conocido por Poblado de la Piela . Este poblado fue construido en 1952 y en el 53 fue habitado por los primeros trabajadores (alrededor de 300 trabajadores llegaron a trabajar en estas minas)
A día de hoy la situación del poblado es ruinosa y de abandono total, los únicos habitantes que tiene por compañía son un rebaño de ganado vacuno que pasta en sus inmediaciones, donde se ha instalado un tanque de agua para que abreven.
Pero mucho antes que nosotros y que las vacas, por aquí pasaron primero los celtas, los romanos y los astures, aunque fue muchisimos años después cuando un maqui, tras la Guerra Civil quien descubrió la existencia de wolframio en esa zona, ya que antes había trabajado en la mina de Valborraz de Casaio (Orense) donde redimía sus penas y lo conocía perfectamente, aunque el resto de vecinos del pueblo no.
A partir de aquí dejo a un lado la historia de la zona para centrarme única y exclusivamente en la ruta, eso si, os animo a investigar sobre este mineral llamado oro negro, su impacto económico, que tuvo siempre su auge en periodos bélicos, os dejo unos vídeos muy interesantes junto a las fotos.

La ruta es fácil de seguir,gran parte transcurre por pista forestal salvo el ascenso a la montaña por lo que en un día normal y con un mínimo de sentido común y de la orientación se hace sin problema. Partimos desde el pueblo de Cadafresnas donde dejamos los coches, el gran cartelón blanco que indica el comienzo de la ruta está actualmente tirado en el suelo, en el margen derecho del camino que tenemos que seguir.
Como decía desde el pueblo al poblado la ruta es muy fácil de seguir, pues hay varios postes de ruta que indican y señalizan el camino, he marcado los principales puntos, en el incio de la ruta deberéis seguir rectos y ignorar el camino de la derecha, a partir de ahí los 4 km al poblado son coser, cantar y caminar.
Desde el inicio no pasa desapercibida la belleza del paisaje (afeada a tramos por los restos de cenizas de un incendio reciente) que paso a paso empieza a envolvernos, viendo a lo lejos la mina de El Currito y sus instalaciones.
Llegamos a lo que sería la primera etapa de nuestra ruta, el Poblado, con parada para hacer fotos y curiosear entre la ruinas. Se ve que en su momento fueron unas instalaciones con muy buena presencia y avanzadas para la época.

Después de curiosear a gusto, retomamos la marcha en dirección al Lavadero y a las bocaminas, tomamos el camino que asciende a nuestra derecha y por el que iremos zigzageando hasta llegar a un punto donde el camino se bifurca, desde aquí ya vemos perfectamente las instalaciones por lo que obviamente tomamos el camino de la izquierda hasta llegar al lavadero, desde aquí seguimos viendo los pabellones que dejamos atrás, ahora más pequeños y menos imponentes a nuestros ojos.
Parada para fotos, mirar las deterioradisimas estructuras, ver con detenimiento el paisaje y procedemos a explorar dentro de las galerías de la bocamina, la primera está anegada y no da opción a mucho, la segunda se ha derrumbado completamente, por lo que es imposible acceder a ella, en la tercera es donde podemos entrar con unas luces frontales y linternas, vemos que se bifurca a nuestra izquierda, continuamos hasta salir por la otra boca. En las paredes se distinguen vetas de cuarzo, entre las vetas se distingue en algunos tramos el en otro tiempo deseado wolframio.
Una vez fuera, regresamos sobre nuestros pasos al lavadero y allí aprovechamos para hidratarnos, tomar algo de fruta y entre risas y chascarrillos continuamos por donde vinimos para encarar la subida a Pena do Seo, la tercera fase de nuestra ruta y nuestro ultimo pero principal objetivo.
Regresamos a la anterior bifurcación y ahora giramos a nuestra izquierda (el camino que antes ignoramos) para tomar una buena cuesta (decir que me pareció observar antes entre los pinares, situados a mi izquierda un posible desvío, entre un sendero perdido, con un hito entre los helechos) viéndolo sobre el mapa creo que mucho no vamos a atajar, a fin de cuentas por unos metros no vamos a arriesgar, somos jóvenes, tenemos fondo y hemos venido a patear. Toda ruta requiere de esfuerzo, hay que tener claro esto desde el minuto cero.

El camino es ancho y tiene una buena cuesta, lo seguimos hasta llegar a un collado en forma de "Y" donde a nuestra izquierda divisamos una vieja caseta de piedra derrumbada, este será nuestro punto de partida para la tercera parte de nuestra ruta, el ascenso a Pena de Seo, nos hidratamos, quitamos ropa para acomodar nuestro cuerpo al esfuerzo y a la temperatura.

El ascenso transcurre por un sendero bien definido a pesar de la alta vegetación que lo rodea, a medida que avanzamos la subida se hace más pronunciada, el terreno está resbaladizo (días antes nevó) nos encontramos placas de nieve congelada y a ratos el sendero no está claro aunque si vais atentos veréis hitos (algunos semiocultos a ras de suelo por la vegetación) y otros situados sobre rocas altas, puestos por otros senderistas que antes pasaron por aquí, a los cuales agradecemos su civismo y compañerismo, correspondemos como no podría ser de otra manera reconstruyendo algunos y haciéndolos más visibles, decidimos pararnos un poco más y añadimos un par más, especialmente en zonas elevadas de roca, para que así sean más visibles.

En este trayecto vemos lo que fue la canalización por la que bajaban el agua a los lavaderos, continuamos por la senda hasta llegar a una cota alta donde aprovechamos para hidratarnos y tomarnos un respiro, delante nuestro vemos la ruta bien definida a través de un cordal que pasa por un pequeño collado situado a mas baja altura de nuestro punto de descanso., las vistas desde aquí son espectaculares y el camino si bien es duro y penoso por las placas de nieve congelada que nos encontramos y el terreno resbaladizo también por otro lado es agradecido y nos premia con entretenidos pasos naturales, ahora ya más entre roca que por tierra, esto me recuerda mucho a mis tiempos en la unidad de Esquiadores-Escaladores de Cazadores de Alta Montaña en Jaca, solo que ahora con veinte años más.

Durante el descanso en nuestra segunda parada, vemos a lo lejos un grupo de personas que desciende por la empinada pendiente hacía nosotros, traen un juguetón e intrépido Seter ingles, decidimos esperarlos y charlamos con ellos durante diez largos minutos, siempre es agradable encontrarte a otros compañeros de ruta e intercambiar información con ellos.

Después de despedirnos e hidratarnos proseguimos nuesto rumbo, seguimos los hitos y marcas, descendiendo algo sobre el collado para finalmente llegar a nuestro objetivo, la cumbre de Pena de Seo, allí nos encontramos los restos de una bandera tibetana, un mojón de piedras apiladas parcialmente derrumbado (aunque es grande y ancho) junto a un cartel de madera ladeado que indica la altura en metros y el nombre del pico. Recomponemos entre Rober, Laura y yo el mojon , colocamos y amarramos la bandera tibetana y sujetamos bien el cartelito de madera, intentando dejarlo lo más derecho y digno posible. En este punto nos olvidamos del cansancio, las vistas desde aquí son espectaculares, es desde luego una gran recompensa a nuestro esfuerzo e incluso encontramos en flor un pequeño Falso Azafrán, también conocido por Espantapastores o Quitameriendas, aprovechamos para fotografiar a este solitario y colorido amigo y avisar al resto del grupo para que no lo pisen.

Más allá se divisa el pico Sur de Pena de Seo, se me antoja que podría ser una ruta interesante para otra ocasión e incluso descender por la cara Sur, posiblemente no tardaremos en comprobarlo próximamente, cuando el tiempo y las circunstancias lo permitan.

Añadir que una vez alcanzada la cima, que como antes dije ofrece un precioso cordal no demasiado complicado de recorrer, el senderista o el montañero podrá disfrutar de unas vistas extraordinarias del Bierzo, pudiendo reconocerse desde la lejanía la ciudad de Ponferrada, la central térmica de Compostilla I y las Médulas, entre otros puntos de interés. La misma peña do Seo es visible y fácilmente reconocible desde una buena parte de la hoya berciana y desde Valdeorras, desde la parte de Biobra y Oulego. Desde aquí tenemos unas vistas magnificas de sus esplendidos Penedos pertenecientes a nuestra querida Serra da Enciña da Lastra y con la ayuda de un monocular se pueden ver las cumbres de Babia, la zona de Trevinca y hasta muy lejos Cabeza de Manzaneda, sin olvidarnos de la berciana sierra de Gistredo, con su magnifico Catoute.
Nuestro esfuerzo ha sido recompensado con creces, después de una media hora sobre la cumbre retomamos el camino de vuelta por donde vinimos (dejando abierta la posibilidad de una próxima ruta circular)
La bajada es más llevadera, hacemos parada en la caseta derribada para comer, beber y descansar, una vez satisfecha nuestra sed y nuestro apetito recogemos todo para que todo quede exactamente como esta y emprendemos nuestro regreso a Cadafresnas.

Durante el descenso nos encontramos con un perro que andaba algo desorientado, se trata de un sabueso Hamilton rastreador (hoy es el último día de caza mayor en León) posiblemente haya escuchado nuestras voces y creyendo que era su amo se acercado, nos acompaña durante nuestro descenso hasta que en la lejanía escucha a sus amos y nos abandona.

Con todos los alicientes que tiene esta ruta quiero hacer hincapié en que conviene recordar que estamos frente a una ruta con alguna dificultad (básicamente el tramo de ascenso a la montaña) y que, por lo tanto, no es apropiada para domingueros o personas no acostumbradas a esfuerzos físicos, aunque quiero dejar claro que ofrece muchas posibilidades y se puede adaptar perfectamente a las condiciones y capacidades de cada cual, a fin de cuentas se trata de disfrutar de la Naturaleza y por supuesto de respetarla, eso si, cada uno puede elegir como, decir que puede limitarse a la visita al poblado, hacer si uno está de quiero un par de kilómetros más hasta las bocaminas y los restos del lavadero. Y los más osados y enérgicos podrán rematar alcanzando la cima, en poco más de hora y media aproximadamente a partir de las ruinas del poblado, dependiendo un poco del paso, las paradas y de la situación del terreno.



Hasta la próxima ruta, recibid un fuerte abrazo.

Localización:

Mapa del Centro Geográfico del Ejército Serie L - Hoja 9-9 (157) OENCIA . Edición 1 - 2006. Escala 1:50.000

Hora de comienzo: 09:00 AM .
Hora de finalización: 16:30 PM