Cádiz, Grazalema: Ermita del Calvario - Cortados de Peñaloja - Cueva de las dos Puertas - Cruz del Picacho

Para no tener que andar mucho por carretera, he dejado el coche aparcado en el pueblo y he llegado andando hasta el punto de la carretera A-372 donde empieza el sendero que da comienzo a la ruta. Es un sendero empedrado, con pendiente bastante pronunciada, que atraviesa un bosque de pinos y cipreses. Después de encontrar un par de balizas, se llega a un cruce: hago un desvío a la izq hasta llegar al Mirador del Santo, con bonitas vistas del pueblo (pero hoy ha tocado día de niebla, y no se veía nada). Bajando por el mismo sendero y llegando al mismo cruce, sigo a la izq, hasta llegar a la Ermita del Calvario, un edificio abandonado y en mal estado, pero muy fascinante. Sigo el sendero que va subiendo, siempre dentro del bosque, hasta que van apareciendo unos hitos y unas flechas pintadas en las rocas: las vistas han sido tapadas por la niebla, que me ha regalado unas fotos increíbles. Hay que seguir las indicaciones, hay muchos hitos y flechas que me indican el camino, hasta llegar a los Cortados de Peñaloja, donde la cosa se pone peliaguda: hay que cruzar un tramo de un centenar de metros de longitud que tiene una pendiente muy fuerte, rocas sueltas y resbaladizas, ningún tipo de agarre y si resbalas puede ser funesto. En cualquier caso, al llegar al otro lado de los Cortados, hay unas cuantas rocas kársticas bien afiladas que hacen difícil el paso y, después de cruzarlas, aparece el anhelado sendero. Pero poco después viene otro punto difícil, el paso de Peñaloja: básicamente un sendero muy estrecho al borde de un precipicio, sin ninguna posibilidad de agarre. Afortunadamente no es muy largo, después hay que trepar por unas rocas y todo está resuelto. Sigo por el cresteo, hasta llegar a una explanada y de allí, rodeando la colina, llego hasta la Cueva de las Dos Puertas, un hermoso arco natural de piedra caliza, resultado de la erosión del viento y de la lluvia: las vistas del pueblo son preciosas. Sigo bajando, hasta llegar casi a la Cruz del Picacho, luego empieza un sendero muy pedregoso y resbaladizo, con importante pendiente: las piedras son redondeadas y húmedas, hay que bajar con cuidado. Cuando llego al bosque, encuentro el sendero, sigo hacia la derecha y sigo bajando, ya con poca pendiente, hasta llegar a una cancela de ganado, que hay que cruzar y seguir un poco más hasta llegar al aparcamiento donde finalizo la ruta de hoy.
La valoro como “solo expertos” exclusivamente por los dos puntos difíciles que he señalado en la descripción: en mi opinión, hay que ir con buena equipación y con botas altas y de muy buen agarre, evitando hacerla en solitario (como he hecho yo). El paso por los cortados puede tener un desenlace fatal, como te caigas por allí, no hay donde agarrarse y no lo cuentas. No es aconsejable hacerla en días de lluvia, evitarla si tienes vértigo, si vas con niños y con perros.
Por otro lado, la ruta es preciosa, una de las mejores de la zona, las vistas son espectaculares inclusive con niebla, se puede hacer en días soleados ya que hay mucha sombra en buena parte del recorrido.
Si se añade al track la parte dentro del pueblo, es una ruta circular.