Cahorros del Monachil hasta la central eléctrica La Vega. Ida por el sendero del Río, vuelta por el Castillejo (PR-A 283).

Iniciamos la ruta en el Puente Los Nogales sobre el Río Monachil, del tomamos la orilla derecha para buscar el Sendero del Río. Este discurre por un bien cuidado camino, en el que han habilitado algunos indicadores en braille, aunque por sus numerosos escalones, ramas cruzadas y raíces, no podemos considerarlo como sendero adaptado. Por él llegamos a las centrales hidroeléctricas de La Trola y de Tranvías, la primera en ruinas y la segunda en funcionamiento y tras un kilómetro y medio al primer puente colgante de la ruta. No será hasta pasado el segundo puente que enlazamos con en sendero oficial pero, en mi opinión, el recorrido que nosotros hacemos es infinitamente más atractivo. Ya hemos entrado en el cahorro, cuyas paredes están tapizadas de una exuberante vegetación y corre el agua por doquier; precisamente entre el primer y segundo puente hay una preciosa cascada que en mi anterior visita no llevaba agua.

Encaramos el tercer puente colgante, que con 60 metros es el más largo de Andalucía, tras el que entramos en la parte más estrecha del cañón, justo en un espectacular salto de agua artificial. En este tramo caminaremos por un bordillo de hormigón entre altas paredes verticales, donde nos cruzaremos con algunos practicantes de escalada. En las zonas más complicadas hay ancladas a la pared grapas de acero para facilitar agarres que nos permitan sortear los abombamientos y salientes de roca que obstaculizan el camino; en ocasiones tendremos que pasar a gatas bajo ellos e incluso cuando el agua lo permite, bajar del bordillo al lecho del río en algunos tramos impracticables. El cañón es realmente estrecho y llegamos a una zona en la que se han producido un derrumbe de rocas que ha formado un túnel artificial conocido por la Cueva de las Palomas, en cuyo interior se impone la oscuridad, solo rota por las luces del día en sus extremos.

Tras la cueva entramos en una zona todavía más estrecha, que repentinamente se ensancha al llegar a las Azuelas, planicie situada entre los Tajos de las Palomas y del Contadero. Aquí hay una encrucijada de caminos en la que podemos optar por cruzar el río a través del Puente de las Azuelas y volver por la parte alta de los cahorros, tomar un empinado sendero por el que enlazaríamos con el sendero del Castillejo, que nosotros cojeremos más arriba, o bien seguir ruta para completar la circular en la siguiente encrucijada, el Puente de las Chorreras. Nosotros pasaremos también este desvío y seguimos un kilómetro más hasta la Central de la Vega, donde se encuentra el límite del Parque Nacional de Sierra Nevada. Este tramo lo realiza menos gente, lo que se nota en la cerrada de vegetación en algunos tramos, pero estamos caminando por un precioso cañón rodeado de higueras, vides, nogales, etc. que componen un sendero muy entretenido, en el que además podemos ver varias compuertas de los canales de alimentación de la central y algunos interesantes saltos de agua.

Reponemos fuerzas a las puertas de la Central de La Vega y después desandamos nuestro camino hasta Las Chorreras. En este sitio del que hablamos anteriormente podemos optar por cruzar el Puente de las Chorreras y regresar por la parte alta de los cahorros, bajo la acequia de los Habices (en el cartel de entrada y en el mapa del IGN aparece como Avices); una segunda opción es volver por donde hemos venido, y la tercera sería cerrar la circular por el sendero del Castillejo y la Umbría (indicar que aquí también nace un sendero mucho más difuminado que nos lleva por los Tajos del Contadero y que nosotros dejamos para la siguiente visita). Cogemos pues el sendero del Castillejo a lo largo del que disfrutamos de unas vistas panorámicas excepcionales. En la visita anterior habíamos optado por los Habices, donde hay mejores perspectivas del cahorro, por el contrario esta panorámica comprende todo el cañón del tramo alto del Río Monachil y la preciosa zona de Los Hundideros; por tanto muy distinta, aunque igualmente sugerente. Pasado el collado del Castillejo entramos en una zona de pinar, tras la que nos disponemos a bajar a La Umbría, un rico valle de feraces cortijos con frutales en flor que nos muestran la mejor cara de la primavera. El único pero a este tramo es que los últimos 3 kilómetros se hacen sobre asfalto.

Dejo el enlace por si alguien quiere consultar la opción de vuelta por los Habices:
Ruta con vuelta por los Habices