Ibiza. Cala Carbó y yacimiento arqueológico de Ses Paisses de Cala d'Hort

Para llegar a Cala Carbó se sigue la carretera de Sant Josep a Cala Vadella, cogiendo el desvío señalizado a la Cala. A su entrada hay un aparcamiento que, a la hora de llegada, estaba desierto. La idea original era llegar a la torre des Savinar desde la cala Carbó, por senderos de costa, pero no es posible seguir esta vía en Cala d'Hort, por lo que al llegar a la plana de Cala Truja seguí por una pista no asfaltada, bien cuidada y con bastante tráfico para una pista, que me llevó hasta la carretera periférica, muy cerca del yacimiento arqueológico, que pensaba visitar a la vuelta. El yacimiento está dividido en dos partes (una necrópolis púnica, cerca del centro de interpretación, y un nucleo habitacional púnico-romano de gran interés). Tras visitar ambos continué por la carretera unos metros, aprovechando para ver un grupo de terrazas de pedra en sec bien mantenido (supongo que muy reciente), y decidí no continuar por la carretera, que no tiene arcenes, por estar aún lejos de la torre. Para volver, decidí evitar el camino anterior, y seguí hasta el Pla de Cas Jai, donde encontré otra pista que seguía la dirección apropiada a Cala Carbó. No obstante los sucesivos senderos hacia la derecha que aparecían marcados como senderos en el GPS, y que debían permitir saltar un pequeño barranco, resultaron estar cerrados por obras, nuevas construcciones o símplemente propiedad privada. Tras preguntar a un trabajador de una casa en construcción, con una puerta recién colocada, cerrada, en el curso de uno de los senderos, pude encontrar un paso fácil (no creo que se pueda considerar un sendero establecido, pero valió como tal) para pasar al otro lado del barranco, y llegar ya sin dificultades a Cala Carbó por otra pista no asfaltada. El track marca la zona donde se puede hacer el cruce (sin ninguna dificultad), por lo que no es necesario perder el tiempo con el resto de posibilidades que intenté, y que están grabadas en la ruta´
En conjunto una ruta con un tramo muy bonito de acantilados, una zona de gran interés cultural, y unas zonas intermedias de menos interés, pero en modo alguno feas. Creo que merece la pena la visita, aunque no le asignaría una prioridad alta.