Cala de Portinatx - Faro del Moscarter - Cala d'en Serra (Ibiza)

A pesar de su brevedad (apenas 6,6 kilómetros y 2.20 horas de marcha), esta ruta guarda en sus primeros 4 kilómetros la esencia del buen senderismo costero: primero, senda por acantilado, con vistas fantásticas al mar entre el punto de salida y el faro del Moscarter, el más alto de las islas Baleares, con 52 metros y construido en 1975.

Superada la luminaria, llega un tramo que se agazapa por un pequeño desfiladero rocoso (con cierto aire de desierto fronterizo mexicano; bandera 8 del mapa), curvea luego abruptamente entre las calas des Pou y de la Punta de Sa Penya (con una trepadilla sin dificultad técnica para escapar de la última; bandera 12) y merodea finalmente por un bosquecillo de pino bajo y matorral hasta recuperar las vistas en las inmediaciones de la cala d'en Serra. En todo este segundo trecho hay que progresar atentos a las marcas blanquiamarillas de PR (pequeño recorrido) pintadas sobre piedras y rocas para no confundir el rumbo.

En este último intervalo entre las calas des Pou y Punta de Sa Penya (de la bandera 8 a la 13 del mapa), la vegetación bajera puede acariciar las piernas si se va con pantalón corto: aconsejable llevar al menos calcetín alto para evitar rasguños de ramas tobilleras.

Una vez en la cota alta de la cala d'en Serra, un pastelito visual de tonalidades azules (bandera 16), se regresa por la carretera rural que une dicha ensenada con la localidad de Portinatx. Y aquí, otro consejo: si se quieren ahorrar complicaciones, sigan por la carretera hasta Portimatx. En nuestro caso, tratamos de retornar al enclave turístico por los senderos de la pinada que aparecen en los mapas, como a unos 600 metros del inicio de la carretera, a derecha (bandera 17), pero nos extraviamos brevemente en la bajada hasta recuperar el camino principal de vuelta (bandera 19). Si quieren algo de aventura (poca, todo sea dicho; el paraje ahí no es nada del otro mundo), tiren por estos senderillos; si prefieren ir a lo seguro, no abandonen el asfalto.

Una vez en Portinatx, nos asomamos a la orilla norte para contemplar la cala que se abre a aguas abiertas, Caló Fondo, y concluir este itinerario gobernado por la luz del Mediterráneo y las panorámicas.