Cala de San Pedro desde Las Negras (P.N. Cabo de Gata-Níjar)

Clásica ruta de senderismo lineal, para unir Las Negras con la Cala de San Pedro, dentro de los límites del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

El Parque Natural Marítimo-Terrestre de Cabo de Gata-Níjar es un espacio natural protegido español situado en la provincia de Almería, Andalucía.

Es uno de los espacios naturales españoles con mayor número de figuras de protección, tanto de carácter natural como cultural. Estas inscripciones están fundamentadas en su riqueza geológica, ecológica, histórica, antropológica y paisajística.

Volviendo al paseo que nos ocupa, subrayar que sin dificultades técnicas reseñables y transcurriendo en todo momento por cómodas pistas, caminos y senderos, es apto para cualquiera que esté en un estado de forma aceptable y quiera disfrutar con una panorámica del litoral preciosa.

El punto de partida para la excursión no será otro que el coqueto pueblo almeriense de Las Negras; tras estacionar nuestro vehículo en uno de los aparcamientos habilitados, comenzaremos a andar rumbo norte.

Callejeando por el extremo norte de la localidad, avanzaremos por una pista asfaltada que empieza a picar un poco para arriba, mientras se adentra en el paisaje típico de la zona.

Al cabo de poco más de un kilómetro de marcha, en una curva de 90º, podremos disfrutar de una amplísima panorámica hacia Las Negras.

Desde aquí en poco rato más, habremos superado todo el desnivel positivo a realizar en la ida, y después de pasar junto a un parking de tierra situado en el punto más elevado de la ruta, empezaremos a descender ahora ya por sendero.

Enseguida veremos por fin la solitaria Cala de San Pedro, la cual alcanzaremos tras unas dos horas de actividad en total, no sin antes pasar por un mirador natural y por las ruinas del Castillo de San Pedro.

Dicho castillo fue levantado en el siglo XVI. y tras sufrir numerosos ataques y alguna que otra remodelación, quedó finalmente en desuso en el siglo XIX.

Ya en la cala, nos refrescaremos un poco los pies mientras disfrutamos del entorno, para coger fuerzas y emprender el camino de vuelta, que simplemente consistirá en desandar lo andado.