El Palito. Cala Costa Norte. Puntagorda Isla de La Palma

Esta Cala es la gran desconocida de Puntagorda, es el punto de mar y bańo más escondido y recóndito del municipio. Empiezas caminando entre aguacates que llegan a ofrecerte la sombra del camino.
El sendero regala al visitante diversos miradores donde parar la vista y disfrutar de hermosos balcones , con el inmenso mar dominando el frente. Más abajo antiguas cuevas de formas caprichosas ofrecen refugio y asiento improvisado al caminante.
A medida que te acercas a la marea, la música del agua que se crea cuando roza las rocas de la orilla, van relajando tus sentidos y tu caminar. Aquí el mar , al contrario que en el Norte, transmite paz y sosiego pues llega armonioso y manso a la orilla.
Al ver desde lo alto el agua transparente y en calma , te ilusionas por anticipado con un gran chapuzón.
Al mismo tiempo , tu curiosidad se activa al ver las mil formas que el artesano viento ha labrado la piedra en el acantilado. Sobresalen pequeńos arcos que esculpidos en la roca decoran la bajada.

Al final del camino, un pequeńo túnel con una esculpida ventana al mar por su margen derecho vuelven a detener tus pisadas y descoloca al viajero, no espera esta rareza en el destino final. Al bajar tu mirada al suelo y justo antes de entrar, sorprende descubrir en este árido paraje, unas solitarias flores amarillas de color intenso como si quisiera competir con el sol…. y allí en medio de la nada , una mariposa solitaria ha venido a acicalar sus pétalos, regalando al viento su polen pues no tiene allí otro jardinero que la visite (ver foto).
Termina el sendero a la orilla del mar, ya antes de llegar …. te embriaga la transparencia del agua y te empuja a ir soltando ropa, incluso antes de elegir la roca que te servirá de tumbona.
Al entrar al agua, tú piel recibe el premio del frescor marino. , el olor intenso a mar y sal dan fe de la pureza de esta parte del Atlántico tan apartado de la civilización.
Más a la derecha , se llega nadando a un pequeńo charco de aguas transparentes a modo de bańera donde relajarse mirando al horizonte….. tendido y desconectado de todo y de todos.
Al marchar damos gracias al lugar por las maravillosas sensaciones que nos ha regalado.