Cala Rajada y sus calas.

Ruta fácil y muy, muy bonita. El fuerte viento de Tramuntana que nos tenía que aguar la excursión, resultó ser un gran aliado pasado el faro de Capdepera hasta Cala Agulla, donde el fuerte oleaje nos ofreció un espectáculo mayúsculo.

Empezamos cerca del puerto de Cala Rajada y siempre pegado al mar, por un paseo peatonal que nos lleva a Cala Gat. Cruzamos esta cala y continuamos hasta llegar a una calle asfaltada en donde por la derecha, pegado a una casa, comienza un sendero que va bordeando toda la urbanización.

Al final en una cala de piedras, la última antes de llegar a la Punta de cala Gat, giramos a la izquierda y dejamos también por la izquierda dos calles asfaltadas, para seguir nuestra senda hacia el faro marcada con puntos azules sobre las rocas.

A las puertas del faro existe un interesante panel explicativo sobre el edificio. A los pies de la torre Esbucada hay un antiguo alojamiento para cinco caballos. Se desconoce su año de construcción y debido a su ruina progresiva tiene una valla a su alrededor para evitar accidentes. En 1769 tenía una dotación de tres torreros.

De ella salen dos caminos en bajada y tomando el de la derecha llegaremos a l'Olla. El camino bien claro nos dirige a la próxima urbanización que nos sirve de enlace para llegar a Cala Lliteres, donde el oleaje le daba de lo lindo. Después de Cala Agulla callejeando llegamos a Son Moll, al lado opuesto en Cala Rajada y proseguimos nuestra ruta por el paseo que va bordeando la costa.

Las calas de Pedruscada, n'Aguait, C'an Beato, des Frades y Caló d'es Carregador se suceden una tras otra, cada una con su encanto particular. En n'Aguait, si la ruta se realiza con el hotel abierto, después de cruzar la pasarela de madera, se sale del torrente por su lado derecho para posteriormente continuar por el asfalto.

Al llegar al Caló d'es Carregador no pudimos cruzar debido al oleaje y dimos un pequeño rodeo, pero de regreso nos arriesgamos pegados a la casa y lo crucemos. En este caló hay cuatro escars, unas edificaciones sencillas destinadas al almacenaje de embarcaciones y sus aperos. El regreso desde Son Moll no lo pudimos efectuar en su totalidad por el paseo costero, debido a las obras de urgencia que en él se están realizando. Para rematar el día habíamos reservado en un restaurante donde dimos por finalizada la excursión. Compañera de ruta: Magdalena.