Cala Vallcarca - Cala Morisca - Faro - Estación de Vallcarca - resto Colonia - Ermita de la Trinitat - Cala Vallcarca

En la web del Restaurante de la Cala Morisca indica que se puede llegar tanto en coche como a través del camino de ronda desde Vallcarca. Al no conocer la existencia de ningún tramo del camino de ronda entre ambas calas, nos dispusimos a descubrirlo y de paso visitar las ruinas de Vallcarca.
Aparcamos en la Cala Vallcarca y nos dirigimos hacia el Puerto. Veremos unos restos de construcciones al fondo, pasamos a través de ellos hasta llegar al pie de pared de roca.
Allá encontramos el inicio de un estrecho camino labrado en la roca al borde del acantilado.
El corto tramo hasta cala Morisca es tan bello como peligrosillo. Quizás los últimos temporales lo han roto. Hay un par de puntos delicados. En el primero encontramos una cuerda de ayuda, en el segundo, no hay cuerda. Es una corta trepada pero con caída. Este paso será más delicado a la vuelta.
Extremando precauciones, se disfruta mucho de las vistas y del propio acantilado hasta llegar a la Cala Morisca (es una cala naturista). Tiene parquing propio de pago propiedad del restaurante.

Desandamos el mismo camino, paseamos hasta el Faro (se puede pasar por la gran puerta a pesar de estar cerrada...encontraremos pescadores en el espigón). Pasaremos por donde estaban los 2 grandes silos de cemento hasta hace pocos años.
Este puerto fue especialment activo durante la ampliación del Puerto de Barcelona. 12 millones de toneladas de piedras del macizo del Garraf se utilizaron en los proyectos de ampliación.

Nos dirigimos hacia la estación de tren fantasma de Vallcarca.

El polvo de cemento ha congelado en el tiempo esta estación al solidificarse sobre escaleras, vías y el viejo edificio del apeadero. Las escaleras, pronto serán rampas.
Qué pena que haya gente que considere que los edificios en desuso puedan ser víctimas del vandalismo y destrucción.

La estación dejó de funcionar en 1994 y por lo tanto la colonia quedó completamente abandonada.

Desde los restos de la última colonia que queda en pie, seguimos las marcas de GR hasta la Ermita de la Trinitat.

La ermita tiene una situación admirable ya que se ve una amplia panorámica de la costa, desde la punta de Llobregat hasta el cabo de Salou.

Resumen de la historia de Vallcarca: en 1903, la empresa Butsems i Fradera instaló una fábrica para extraer la piedra calcárea del macizo del Garraf. Siguió el modelo tan en boga de la época de construir una colonia industrial, con un puerto cerca para poder comercializar el cemento portland que fabricaba (uno de los más duros y de mayor calidad). La colonia tenía mercado, escuela, dispensario médico, un teatro-cine, campo de fútbol, iglesia (construida después de la Guerra Civil) y los obreros de la colonia industrial de Vallcarca eran los principales usuarios de la estación.
En el 1937, durante la Guerra Civil, los aviones de fuerzas fascistas bombardeadon Vallcarca. Fue uno de los objetivos militares más importantes de la zona a causa de la fábrica de cemento y su conexión marítima a través de su puerto.