Calar de Juana desde la Nava del Espino (por el puente de la Canaliega, Collado Serbal y Coberterón)
near Nava de San Pedro, Andalucía (España)
Viewed 2404 times, downloaded 124 times
Trail photos
Itinerary description
Fantástica ruta por el sector más septentrional de la Sierra del Pozo ,en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas; una zona asombrosa, agreste y recóndita ,donde profundos barrancos y cañones se dan la mano con densos bosques y páramos pétreos de típico modelado kárstico.
El recorrido es duro y difícil, donde a la distancia, más de 26 kilómetros y el desnivel acumulado positivo de casi 1.600 metros hay que añadirle que gran parte del mismo se desarrolla por casi perdidos senderos, campo a través y subiendo y bajando fuertes pendientes.
Iniciamos un vertiginoso y complicado descenso hacia la Cueva Jaén, pero no llegamos a ella, nos quedamos empoyetados sobre unos cortados quedando la cueva bajo nosotros, por lo que decidimos dejarla para otra ocasión y regresar sobre nuestros pasos.
Comenzamos nuestro periplo en la Nava del Espino, en la carretera sin asfaltar JF-7091, unos kilómetros antes de llegar a la Nava de San Pedro, yendo desde Vadillo Castril.
Seguimos por la carretera hacia el sur, pasando en aproximadamente 1 kilómetro por la Fuente de la Garganta y su pequeña área recreativa. Poco después llegamos a un puente sobre el arroyo de la Garganta y junto al mismo y a su derecha sale un carril , el cual tomamos.
El carril se torna en empinado jorro maderero que remonta un barranco y termina desapareciendo al llegar junto a un vallado. Seguimos junto al vallado (del parque cinegético de la Nava de San Pedro supongo), por un terreno mucho más llano. En el llano pinar vemos rodadas de vehículo, las cuales seguimos hacia el sur para en pocos metros llegar a un carril.
Tomamos el carril a la izquierda, que desciende por el barranco de la Media Hanega hacia el este.
Pasamos una puerta que está abierta y entramos dentro de la zona vallada. En vez de ir por el carril vamos paralelos a él por el vallado que alguna mente lúcida ha decidido “plantar” justo en medio de un magnífico sendero de herradura, haciendo en algunas ocasiones complicado caminar por el mismo. Desde luego la cultura conservacionista de un patrimonio etnográfico tan valioso como son éstas geniales vías de comunicación serranas es lamentable.
Al final terminamos descendiendo al carril , siguiendo hacia el sur por él. Llegamos a otra puerta para salir de la zona vallada, pero ésta sí está cerrada, teniendo que saltarla. El carril termina en la zona del Puntal de la Atalaya, magnífico mirador sobre el valle del Guadalentín ,el camino del Mesto, Tranco del Lobo, Calar de Juana y la profunda grieta que el arroyo Gualay infringe a través de la Cerrada de la Canaliega.
Y hacia esa profunda herida orográfica nos dirigimos, ahora por un sensacional y zigzagueante sendero de herradura, que aunque en un estado lamentable, al menos es fácil seguir su continuidad. El descenso es muy acusado, pero los numerosos zigzags del sendero lo atenúa con creces.
Llegamos al puente de la Canaliega, sobre el arroyo de los Tornillos de Gualay, muy cerca de su desembocadura en el río Guadalentín. Es un puente de obra y aunque bastante deteriorado aún sigue sirviendo a su propósito y da idea de la importancia de ésta vía de comunicación. Remontamos unos metros el arroyo para visitar la fuente de los Ladrones en el margen natural izquierdo del mismo (el derecho según lo remontamos), una surgencia generosa desde una pequeña cueva sobre el lecho del Gualay.
Nos encontramos en un paraje singular y privilegiado ,una maravilla de la naturaleza, sin duda el Gualay es uno de los ríos de montaña más bonitos y espectaculares del sur peninsular a pesar de los escasos kilómetros de su recorrido y buen ejemplo de ello son las dos fantásticas cerradas o cañones que labra, la del Pintor y la Canaliega.
Retornamos al puente y lo cruzamos comenzando un fuerte ascenso hacia el suroeste. El sendero se pierde en éste tramo , pero siguiendo el lecho del barranco no hay perdida y la única dificultad es la pendiente que hay que superar. El barranco termina en Collado Serbal, desde donde obtenemos unas bonitas vistas del Caballo del Águila, paraje de las Acebadillas y las altas cumbres del Pozo (Cerros Catar y Cabañas).
Desde Collado Serbal nos acercamos al cercano Branchón, espectacular peña y grieta donde se sitúa la cueva homónima y desde donde se nos abren unas magníficas panorámicas del valle del Gudalentín, embalse de la Bolera, Jabalcón, Lancha del Almicerán y parte oriental de la Sierra del Pozo. Para llegar hacia éste fantástico lugar tomamos veredas de ganado hacia el sur, pasamos por un portillo y cambiamos de vertiente en la cuerda para descender hacia el sureste hasta la cueva.
Regresamos por el mismo lugar hacia Collado Serbal y tomamos un precario sendero hacia el norte, obteniendo unas maravillosas vistas de la sierra de la Cabrilla, el Buitre y Sierra de Castril, Tranco del Lobo...
El sendero termina desapareciendo y es donde iniciamos la infructuosa bajada a la Cueva Jaén. Tras subir de nuevo a donde termina el sendero ascendemos campo a través hacia el oeste hasta la Nava de Don Antonio.
Desde la Nava seguimos al oeste hasta que llegamos al magnífico sendero de herradura que desde la Bolera lleva hasta el Pino de las Cruces pasando cerca del vértice del Calar. Seguimos el sendero hacia el norte primero, oeste después y al llegar a la altura del Pino de los 4 Brazos (nombre que debe a razones obvias), dejamos momentaneamente el sendero para hacia el suroeste llegar en menos de 1 kilómetro al vértice geodésico del Calar (1.842 m) en el Calar de Juana.
Aunque son ya muchas las veces que he ascendido a éste vértice no deja de sorprenderme las inmensas panorámicas de las que aquí disfrutamos, sobretodo de la parte meridional de éste gran macizo serrano.
Descendemos hasta el Pino de los 4 brazos y tras almorzar continuamos hacia el oeste por el sendero. Descendemos al collado del Poyo de Juan Domingo, donde el sendero se torna pista forestal. Nos salimos del camino para descender hacia el noreste por una empinada vereda hasta el Vado de los Perrillos en el arroyo Gualay de nuevo.
Tras vadear el arroyo y salir al carril seguimos a la derecha , al este. El carril transcurre junto a las aguas del precioso Gualay hasta que tras 1,5 kilómetros termina, es el momento de buscar la senda que hacia el noreste remonta de forma muy acusada el barranco del Coberterón.
El sendero desaparece antes de terminar de remontar el barranco, pero se asciende sin problemas cerca del lecho del mismo. Al fin llegamos a una zona muy abierta de navas, donde el ascenso se suaviza bastante. Estamos entre la Lancha de la Media Hanega y los Torcales de Pedro, según algunos mapas y entre los Torcales de Pedro y el Puntal de la Atalaya, según otros, a saber... Llegamos a un collado, donde hay una caseta de chapa con pequeñas ventanas, parece ser que es para observar rapaces carroñeras , pues la nava parece un muladar por los muchos restos de ungulados que hay esparcidos por ella. En el collado y ya por carril comenzamos a descender hacia el noreste por el barranco de la Media Hanega. El carril gira bruscamente hacia el este, descendiendo hacia la Nava de San Pedro por el barranco de la Media Hanega, por donde descendimos a la mañana, pero en este punto nosotros dejamos este carril para seguir otro muy difuminado hacia el noroeste, por donde también pasamos, y llegamos al pinar en la zona llana.
Aquí podemos regresar hasta la Nava del Espino pasando por la Fuente de la Garganta (tramo común al de la ida), pero nosotros decidimos campo a través dirigirnos al oeste hacia la Loma de la Mesa hasta toparnos con la pista forestal que desde la Nava del Espino lleva a los Poyos de la Mesa, la cual tomamos a la derecha hacia el norte para en 2,5 kilómetros llegar al punto de inicio de la ruta.
El recorrido es duro y difícil, donde a la distancia, más de 26 kilómetros y el desnivel acumulado positivo de casi 1.600 metros hay que añadirle que gran parte del mismo se desarrolla por casi perdidos senderos, campo a través y subiendo y bajando fuertes pendientes.
Iniciamos un vertiginoso y complicado descenso hacia la Cueva Jaén, pero no llegamos a ella, nos quedamos empoyetados sobre unos cortados quedando la cueva bajo nosotros, por lo que decidimos dejarla para otra ocasión y regresar sobre nuestros pasos.
Comenzamos nuestro periplo en la Nava del Espino, en la carretera sin asfaltar JF-7091, unos kilómetros antes de llegar a la Nava de San Pedro, yendo desde Vadillo Castril.
Seguimos por la carretera hacia el sur, pasando en aproximadamente 1 kilómetro por la Fuente de la Garganta y su pequeña área recreativa. Poco después llegamos a un puente sobre el arroyo de la Garganta y junto al mismo y a su derecha sale un carril , el cual tomamos.
El carril se torna en empinado jorro maderero que remonta un barranco y termina desapareciendo al llegar junto a un vallado. Seguimos junto al vallado (del parque cinegético de la Nava de San Pedro supongo), por un terreno mucho más llano. En el llano pinar vemos rodadas de vehículo, las cuales seguimos hacia el sur para en pocos metros llegar a un carril.
Tomamos el carril a la izquierda, que desciende por el barranco de la Media Hanega hacia el este.
Pasamos una puerta que está abierta y entramos dentro de la zona vallada. En vez de ir por el carril vamos paralelos a él por el vallado que alguna mente lúcida ha decidido “plantar” justo en medio de un magnífico sendero de herradura, haciendo en algunas ocasiones complicado caminar por el mismo. Desde luego la cultura conservacionista de un patrimonio etnográfico tan valioso como son éstas geniales vías de comunicación serranas es lamentable.
Al final terminamos descendiendo al carril , siguiendo hacia el sur por él. Llegamos a otra puerta para salir de la zona vallada, pero ésta sí está cerrada, teniendo que saltarla. El carril termina en la zona del Puntal de la Atalaya, magnífico mirador sobre el valle del Guadalentín ,el camino del Mesto, Tranco del Lobo, Calar de Juana y la profunda grieta que el arroyo Gualay infringe a través de la Cerrada de la Canaliega.
Y hacia esa profunda herida orográfica nos dirigimos, ahora por un sensacional y zigzagueante sendero de herradura, que aunque en un estado lamentable, al menos es fácil seguir su continuidad. El descenso es muy acusado, pero los numerosos zigzags del sendero lo atenúa con creces.
Llegamos al puente de la Canaliega, sobre el arroyo de los Tornillos de Gualay, muy cerca de su desembocadura en el río Guadalentín. Es un puente de obra y aunque bastante deteriorado aún sigue sirviendo a su propósito y da idea de la importancia de ésta vía de comunicación. Remontamos unos metros el arroyo para visitar la fuente de los Ladrones en el margen natural izquierdo del mismo (el derecho según lo remontamos), una surgencia generosa desde una pequeña cueva sobre el lecho del Gualay.
Nos encontramos en un paraje singular y privilegiado ,una maravilla de la naturaleza, sin duda el Gualay es uno de los ríos de montaña más bonitos y espectaculares del sur peninsular a pesar de los escasos kilómetros de su recorrido y buen ejemplo de ello son las dos fantásticas cerradas o cañones que labra, la del Pintor y la Canaliega.
Retornamos al puente y lo cruzamos comenzando un fuerte ascenso hacia el suroeste. El sendero se pierde en éste tramo , pero siguiendo el lecho del barranco no hay perdida y la única dificultad es la pendiente que hay que superar. El barranco termina en Collado Serbal, desde donde obtenemos unas bonitas vistas del Caballo del Águila, paraje de las Acebadillas y las altas cumbres del Pozo (Cerros Catar y Cabañas).
Desde Collado Serbal nos acercamos al cercano Branchón, espectacular peña y grieta donde se sitúa la cueva homónima y desde donde se nos abren unas magníficas panorámicas del valle del Gudalentín, embalse de la Bolera, Jabalcón, Lancha del Almicerán y parte oriental de la Sierra del Pozo. Para llegar hacia éste fantástico lugar tomamos veredas de ganado hacia el sur, pasamos por un portillo y cambiamos de vertiente en la cuerda para descender hacia el sureste hasta la cueva.
Regresamos por el mismo lugar hacia Collado Serbal y tomamos un precario sendero hacia el norte, obteniendo unas maravillosas vistas de la sierra de la Cabrilla, el Buitre y Sierra de Castril, Tranco del Lobo...
El sendero termina desapareciendo y es donde iniciamos la infructuosa bajada a la Cueva Jaén. Tras subir de nuevo a donde termina el sendero ascendemos campo a través hacia el oeste hasta la Nava de Don Antonio.
Desde la Nava seguimos al oeste hasta que llegamos al magnífico sendero de herradura que desde la Bolera lleva hasta el Pino de las Cruces pasando cerca del vértice del Calar. Seguimos el sendero hacia el norte primero, oeste después y al llegar a la altura del Pino de los 4 Brazos (nombre que debe a razones obvias), dejamos momentaneamente el sendero para hacia el suroeste llegar en menos de 1 kilómetro al vértice geodésico del Calar (1.842 m) en el Calar de Juana.
Aunque son ya muchas las veces que he ascendido a éste vértice no deja de sorprenderme las inmensas panorámicas de las que aquí disfrutamos, sobretodo de la parte meridional de éste gran macizo serrano.
Descendemos hasta el Pino de los 4 brazos y tras almorzar continuamos hacia el oeste por el sendero. Descendemos al collado del Poyo de Juan Domingo, donde el sendero se torna pista forestal. Nos salimos del camino para descender hacia el noreste por una empinada vereda hasta el Vado de los Perrillos en el arroyo Gualay de nuevo.
Tras vadear el arroyo y salir al carril seguimos a la derecha , al este. El carril transcurre junto a las aguas del precioso Gualay hasta que tras 1,5 kilómetros termina, es el momento de buscar la senda que hacia el noreste remonta de forma muy acusada el barranco del Coberterón.
El sendero desaparece antes de terminar de remontar el barranco, pero se asciende sin problemas cerca del lecho del mismo. Al fin llegamos a una zona muy abierta de navas, donde el ascenso se suaviza bastante. Estamos entre la Lancha de la Media Hanega y los Torcales de Pedro, según algunos mapas y entre los Torcales de Pedro y el Puntal de la Atalaya, según otros, a saber... Llegamos a un collado, donde hay una caseta de chapa con pequeñas ventanas, parece ser que es para observar rapaces carroñeras , pues la nava parece un muladar por los muchos restos de ungulados que hay esparcidos por ella. En el collado y ya por carril comenzamos a descender hacia el noreste por el barranco de la Media Hanega. El carril gira bruscamente hacia el este, descendiendo hacia la Nava de San Pedro por el barranco de la Media Hanega, por donde descendimos a la mañana, pero en este punto nosotros dejamos este carril para seguir otro muy difuminado hacia el noroeste, por donde también pasamos, y llegamos al pinar en la zona llana.
Aquí podemos regresar hasta la Nava del Espino pasando por la Fuente de la Garganta (tramo común al de la ida), pero nosotros decidimos campo a través dirigirnos al oeste hacia la Loma de la Mesa hasta toparnos con la pista forestal que desde la Nava del Espino lleva a los Poyos de la Mesa, la cual tomamos a la derecha hacia el norte para en 2,5 kilómetros llegar al punto de inicio de la ruta.
Waypoints
Summit
5,446 ft
Cerro Galán
Mountain pass
5,395 ft
Collado Poyo de Juan Domingo
Door
4,561 ft
Puerta cerrada (hay que saltarla)
PUERTA
Comments (1)
You can add a comment or review this trail
¡Que ruta más bonita, enhorabuena compañeros!