Calar del Río Mundo. Pico Argel. Mirador de los Chorros. Nacimiento río Mundo. Puerto del Arenal

"Antes de que los caminos desaparecieran del paisaje, desaparecieron del alma humana; el hombre perdió el deseo de andar, de caminar con sus propias piernas y disfrutar de ello".
MILAN KUNDERA

El nacimiento del rio Mundo es uno de los lugares más bellos de España, pero no es el único lugar que merece la pena visitar en este Parque Natural, cuyo paisaje y biodiversidad le hacen único. Cabras y diversas especies de rapaces son abundantes, pero tal vez lo más notable sea la flora, con endemismos que sólo aquí podemos encontrar.
En el Parque podemos considerar 5 grandes unidades paisajísticas: 1) El Calar del Mundo, una meseta de 22 km. de largo por 5 de ancho, con elevadas pendientes meridionales (cuenca del río Tus) y en la vertiente nordeste, donde nace el río Mundo. 2) El Valle del río Tus, que corre entre los Calares del Mundo y de la Sima. 3) El Calar de la Sima, en la zona sur y con el pico más alto del Parque, el Mentiras (1.897 m). 4) La Sierra del Cujón, separada del Calar del Mundo por el arroyo de la Celada. 5) El río de la Vega, en la zona norte.
El paisaje es muy variado, con multitud de variantes del paisaje kárstico: calares, simas, uvalas, dolinas (de las que hay 960 sólo en el macizo del Calar del Mundo, siendo uno de los sitios donde son más abundantes en España) y numerosas cuevas, entre las que destaca la Cueva de los Chorros del Mundo. Aunque tal vez el paisaje natural sea lo más impactante, los núcleos urbanos de Riópar, Yeste, Cotillas, Villaverde del Guadalimar o Molinicos también merecen una visita.
En el área se han explorado también 85 cavidades subterráneas, destacando la cueva de los Chorros (abierta en una gran pared vertical que cierra el valle), con más de 50 km. de galerías exploradas actualmente por espeleólogos, lo que la convierte en una de las zonas más extensas de este tipo, sólo por detrás de Ojo Guareña en España. Desde la cueva el agua forma una gran caída de más de 80 metros, en cuya base hay pequeñas pozas de agua, que reciben el nombre de calderetas.
El Calar del río Mundo es un inmenso karst, que recoge las aguas de lluvia para pasarlas a la red de cuevas por las que alcanza el lugar del nacimiento (aunque una parte no pequeña sale por multitud de fuentes y manantiales del entorno). Para llegar a él hemos elegido hacerlo desde el Puerto del Arenal, donde hay amplios aparcamientos (estaban adaptando o acondicionando uno muy grande cuando llegamos, a la derecha de la carretera).
Nuestro viaje comienza en Valencia, de donde salimos a las 7,15, por la V-30 y V-31, para coger la A-7 hacia Játiva, y pasar después a la A-35 de Játiva a Almansa. Continuamos por la A-31de Almansa a Villar de Chinchilla, donde nos desviamos hacia Pétrola por la CM-3211, para salir a la A-30, desde donde, en las cercanías de Hellín, pasamos a la CM-412, que nos lleva a Riópar pasando por Elche de la Sierra. Para acceder al Puerto del Arenal hay que tomar la CM-3204 poco antes de Riópar, y seguir hasta el cruce con el Aparcamiento del Río Mundo, bien señalizado. Dejamos el coche en el aparcamiento del Puerto (no guardado, y actualmente con muy pocos vehículos estacionados, tal vez por la previsión de lluvias), y comenzamos a andar hacia las 11,30.
Comenzamos siguiendo el GR-66, pasando a la derecha de la Loma del Agetar, hasta llegar a un collado, donde iniciamos una suave bajada hasta la Cañada de los Mojones; aquí encontramos una cerca con un cartel que avisa de la presencia de toros bravos. Actualmente no hace falta atravesar dicha cerca: el sendero se desvía a su izquierda, recorriendo el límite de la ganadería por fuera de la cerca, hasta llegar a una puerta metálica, que atravesamos dejando de nuevo cerrada la puerta, para ascender por el otro lado de la Cañada hasta llegar a unos miradores sobre el circo que forma la pared donde nace el río Mundo (Cueva de los Chorros). Dede aquí seguimos un trayecto de continuas subidas y bajadas por una zona de arbolado, hasta alcanzar la Cañada de las Yeguas, dejando a nuestra derecha el Pico de Viboreros (una fácil subida, aunque el día ya es suficientemente largo, por lo que no la hacemos), en cuyas cercanías hay un tejo milenario. Como nota curiosa, en la Cañada de las Yeguas vimos dos equinos, uno blanco y otro bayo, igual que cita alexandermágina, así que la población de la Cañada parece seguir siendo la misma desde hace al menos unos pocos años.
Al otro lado de la Cañada de las Yeguas identificamos el pico Argel, que realmente es un pequeño cordal con varias cimas, marcadas con hitos, que recorrimos y marcamos en su totalidad (razón por la que el track muestra 4 cimas, en lugar de una). Las vistas al otro lado, al valle del río Tus (en esta zona un lecho seco, perfectamente definido, entre los Calares del Mundo y la Sima, situado en el lado sur del valle), son maravillosas. Tras recorrer toda la cordal bajamos de nuevo a la Cañada de las Yeguas; en esta zona no hay senderos claros, pero el suelo es excelente en general y el matorral escaso, por lo que seguimos la dirección en que teníamos que descender pero no nos preocupamos mucho del lugar exacto por el que pasábamos. En la Cañada de las Yeguas volvimos al GR, girando a la derecha para ir en busca de la Fuente del Espino, por un bosque de quejigos y arces con morfología de bosque relicto y algunos ejemplares de considerable tamaño. En esta zona el matorral aumenta y el sendero no está muy limpio; atravesando una zona de matorral perdí mi cámara de fotos (cuya correa debió engancharse en una mata de espinos, de la que se quedó colgando la cámara), pero afortunadamente me di cuenta de ello al cabo de unos pocos centenares de metros, por lo que volvimos atrás utilizando el GPS en su máxima definición para pasar por el mismo lugar que atravesamos antes, y encontramos la cámara en el lugar donde se había quedado enganchada (en ese momento pasé la correa por uno de los mosquetones fijados a la mochila, cosa que hago habitualmente para evitar estos sucesos, pero no había hecho en esta ocasión).
Desde esta zona el sendero comienza a bajar hacia el valle del río Mundo, hasta encontrar un sendero a la izquierda, que aparece marcado como peligroso y cuyo paso se desaconseja, por el que accedimos a un mirador natural sobre la cueva de los Chorros y las cascadas. Desde allí bajamos hasta el cauce del río (seco en esa zona, aunque más arriba, en las calderetas, sí que hay agua). Desde aquí se puede subir a los miradores inferiores (pero la senda está actualmente cortada una vez pasado el primer mirador). Seguimos, pues, por una pista asfaltada sin tráfico, marcada como sendero local y una vez alcanzada la Cañada Real giramos a la izquierda para llegar al aparcamiento del Puerto del Arenal, donde finaliza la ruta.
En conjunto, una ruta bellísima pero bastante exigente, tanto por la longitud como por el desnivel. Tal vez lo más duro sea la última subida, al mirador sobre los chorros, que se puede evitar, ya que la vista es parecida desde el mirador inferior. Hace años hicimos la senda de acceso a la cueva de los chorros, pero actualmente está cortada; es un itinerario complicado, aunque no nos pareció tan peligroso en su momento, pero ver la cueva por dentro no nos pareció tan espectacular como para recomendar saltarse la prohibición. En esa época el camino que seguimos pasaba por el interior de la ganadería que ahora está cercada y muestra un cartel de peligro por reses bravas; en aquel tiempo no vi un cartel similar y me encontré al lado de un rebaño de toros al salir de una arboleda; aunque no me hicieron ni caso, ese día decidí que prefería no entrar en fincas con reses bravas. El resto del itinerario es ciertamente impresionante, de enorme belleza y variedad, y esta ruta nos parece muy, muy, muy recomendable, aunque se recomienda una buena preparación física, llevar un buen GPS con el itinerario, calzado apropiado y tener cuidado para evitar posibles caídas. Por supuesto necesita agua abundante y algo de comida; los bastones son muy útiles en este terreno.