Calblanque por Cabezo Negro, Horno y la Fuente

Dice Pepe Marcos: Cualquier domingo sigue siendo un buen día para el senderismo. Cualquier domingo de este benévolo y casi "caliente" Enero también. Cualquier domingo sigue siendo tiempo adecuado para otra reunión de escapada a los montes. Por eso hoy, seis de los siete, nos reunimos para acercarnos y disfrutar de ese extraordinario paraje situado entre Cabo de Palos y Cartagena cual es el Parque Natural de Calblanque, Monte de Cenizas y Peña del Aguila, espectacular lugar donde se aúna el precioso y cuasi salvaje mediterráneo con espacios de montes realmente singulares. Comenzamos nuestra salida desde la Fuente Grande de Los Belones para, dirigiéndonos dirección este durante unos kilómetros llanos, acometer, por su cara este, el Cabezo Negro. Desde allí, comenzamos a contemplar las excelentes vistas que se ofrecían tanto del Mar Menor como de la Manga, Cabo de Palos, así como de la zona más oriental del Parque. Tras la no demasiado compleja bajada, acometimos la subida (empinadica esta sí) hacia el Cabezo del Horno, segundo punto más alto de la salida, desde donde, a las anteriores perspectivas descritas, comenzaban a sumarse preciosas vistas de la parte "marítima" de Calblanque. En este punto, comenzó el momento "nervioso" de la salida, ya que el descenso se tornó vertical con areas de destrepe algo complejas y pelín peligrosillas, que obligaron a la ayuda para poder terminar de cumplimentarlas de nuestro Paco. Logramos, sin grandes problemas y, sobre todo sin incidencias físicas (desde arriba nos siguen protegiendo) llegar a zona de transición para acometer la subida al pico más alto de este precioso Parque Natural: El Cabezo de la Fuente que con sus 336 metros, constituye el lugar más alto de este precioso territorio. Desde allí, la contemplación de las playas calblanqueñas, la zona del Monte de Cenizas, las montañas cartageneras, el Mar Menor, La Manga, e incluso las lejanas montañas "murcianas" (Sierra Espuña, Carrascoy, Columbares...) resultó espectacular. Dado que el viento reinante hacía un poco incómoda la permanencia en tan bonito lugar, tras las fotos de rigor, bajamos a una zona de mayor cobijo, donde realizamos una parada técnica para recobrar adecuadas fuerzas. Fuimos saliendo y descendiendo de manera progresiva por rambla hasta enlazar el PR que nos llevó hacia zona sur de mar, donde cogimos el GR 92 dirección oeste (con algún despiste inicial) y ya, con tranquilidad, ascendiendo y con las fuerzas un poco justicas, ir llegando a nuestra zona de origen y aparcamiento. Allí, esos quinticos de Rubia de Espinardo que mi cuñao y mi hermanica habíen llevado supieron a gloria. En total, , algo más de 14.5 Kms en unas cinco horas y cuarto, cumplimentando un desnivel positivo cercano a los 700 mts. Como era menester, nuestro cuasi aliado y bienhechor "Mochuelo" en Guadalupe, nos ofreció su buen hacer y así se cumplimentó la comida y sobremesa. Lo he dicho, lo digo y lo diré: independientemente del momento que atravesemos, independientemente de la etapa que cada uno de los miembros "magníficos" estén viviendo; nos respetamos, queremos, comprendemos y toleramos; esa, sin duda, es nuestra fuerza. ¿O no sherpa Jose Luis?. El domingo que viene, esperemos que nadie lo remedie, aunque sin decidir destino, tendremos, de nuevo, otra salida y otras imágenes que mostraros.