Caldas de Luna - Peña La Genestosa (1.963 m) - La Peñona (2.038 m) - Peña de la Silla (2.059 m) - Pico Cirbanal (2.077 m)

Siempre que ganamos cierta altura en la Montaña Central Leonesa, aparece inconfundible la silueta de uno de los cordales más vistosos de la Cordillera Cantábrica. Balcón excepcional hacia el Macizo de Ubiña y gran parte de las montañas leonesas. Una ruta prestosa desde el inicio y en la que pasaremos por las cumbres de Peña La Genestosa (1.963 m), La Peñona (2.038 m), Peña de la Silla (2.059 m) y Pico Cirbanal (2.077 m), culminando en este último una prestosa travesía.

INICIO:

La subida al Pico Cirbanal se puede realizar desde Robledo de Caldas, desde el Puerto de la Cubilla o desde Caldas de Luna. Las dos primeras opciones serán las más cómodas, mientras que la opción que parte desde Caldas de Luna será la más comprometida y exigente, opción que elegimos. Hay que quemar los excesos navideños! El coche lo dejaremos nada más entrar en el pueblo, sin callejear demasiado.

DESCRIPCIÓN:

Iniciamos la ruta por la primera calle del pueblo que se dirige hacia el norte, donde encontramos una pequeña fuente, ideal para recargar agua fresca. Esta calle nos irá sacando del pueblo, a unos 300 metros.

Dejamos atrás Caldas de Luna y seguimos un desvío para continuar con el mismo rumbo, todavía dando los primeros pasos y sin dificultades de ningún tipo.

Nos dirigimos hacia los grandes farallones rocosos que atraviesa el Arroyo de Pincuejo, donde encontramos la Fuente Lamental. Aquí mismo encontramos un pequeño área de descanso y un puente sobre el propio arroyo que debemos cruzar. Al otro lado, bonita vista de la cascada que forma el Arroyo de Pincuejo al precipitarse por las verticales paredes. Una zona espectacular y con buenas vías de escalada.

Tras completar el primer tramo cercano al pueblo, comienza la verdadera ruta. Parece un soleado día de mayo, más que un día frío de invierno. Los primeros metros, muy exigentes, los debemos ganar mientras ascendemos por la ladera. No hay sendero claro, puesto que son todo pequeños tramos y trochas de ganado. La idea es rodear por la izquierda las grandes paredes de roca que tenemos a nuestra derecha. Según vamos ganando altura, vamos viendo la brecha o collado al que debemos llegar.

En las inmediaciones de este collado, empezamos a encontrar los primeros hitos, ya por sendero más definido. En pocos minutos estamos en dicho collado, una brecha perfecta y que recuerda mucho a la Portina de Faro (Vegarada).

El terreno sigue siendo exigente y llegamos a una zona preciosa. Estamos metidos entre grandes paredes de roca. Cuidado a los posibles desprendimientos... Llevar casco no es mala idea... Este tramo lo iremos superando a lo largo de una corta y pindia canal.

Después de superar la canal, llegamos al inicio del cordal, donde encontramos el desvío (señalizado con hitos, poco visibles...) por el que luego regresaremos. Esta sería otra opción más cómoda para llegar al Pico Cirbanal, a media ladera y sin recorrer toda la cresta. Por ahí volveremos!

A partir de aquí, poca pérdida, puesto que siempre debemos seguir el cordal por la parte más alta, bien visible. Eso sí, aunque la ruta no tenga pérdida, podemos meternos en más problemas de la cuenta. Todo el recorrido en transitable, con mayor o menor grado de complejidad. Y siempre vamos a poder perder unos metros hacia el oeste (nuestra izquierda) si no queremos comprometernos. Comenzamos!

Desde el inicio del cordal hasta la primera cima, Peña La Genestosa, recorreremos casi dos kilómetros. Estamos ante la parte más cómoda del cordal, pero también la más larga. Tan sólo alguna mano que poner, así que fuera bastones y a disfrutar! Llevamos algún cacharro para ir metiendo, probando y viendo. Siempre está bien dedicar un terreno cómodo a ver fisuras, puentes de roca, cuernos, etc. Vamos practicando y avanzando sin problemas, siempre disfrutando mucho. Se nos pasa el tiempo volando, así que toca incrementar el ritmo, ya próximos a Peña La Genestosa.

Tras casi 4 kilómetros de ruta, llegamos a Peña La Genestosa (1.963 m), la primera cumbre a la que llegamos. Las vistas se van hacia el Macizo de Ubiña y hacia el cordal que recorreremos, con el lejano Pico Cirbanal. Bonitas vistas de las montañas de Babia, Omaña y de gran parte de la Cordillera Cantábrica. Nos nos detenemos mucho tiempo, hay que continuar!

A partir de aquí, la ruta se complica. Será muy frecuente el uso de las manos, haciendo pequeñas trepadas y destrepes. Nada más iniciar el descenso de Peña La Genestosa, debemos superar un destrepe. Buena roca caliza y buenos agarres!

Tras superar el destrepe, llegamos al Collado Los Bueyes, que nos separa de nuestro siguiente objetivo, La Peñona. Las vistas siguen siendo sublimes!

Dejamos atrás el Collado Los Bueyes y comenzamos el verdadero ascenso. Sin ser una cumbre muy complicada, La Peñona es la cima que nos puede poner en apuros, sobre todo si no elegimos bien por dónde subir y, aún más, por dónde bajar. El primer tramo lo superamos con una buena trepada. El segundo será mucho más cómodo, sin poner ninguna mano, y el tercero, otra pequeña trepada más. La roca se vuelve rojiza y eso nos indica que estamos cerca de la cumbre.

Tras la última trepada, llegamos a La Peñona (2.038 m), también conocida como Peña Los Bueyes. Vistas similares y ya con medio cordal recorrido. Nos encontramos a más de 2.000 metros de altura y eso se nota en las vistas que vamos ganando. Empieza a aparecer el Macizo Occidental de Picos de Europa, con Torre Santa a la cabeza! Continuamos la ruta, que aún queda!

Descender de La Peñona no es tarea fácil. Si seguimos por el cordal, nos comprometeremos a realizar un destrepe muy delicado. Avanzamos los primeros metros por aquí, pero pronto tomamos rumbo hacia la izquierda, con el fin de perder altura y evitar el destrepe delicado. No obstante, por aquí también tendremos que ayudarnos de las manos para destrepar. Superada esta zona, en la ladera noroeste de La Peñona, continuamos hacia el collado previo a la Peña de la Silla.

Pronto estamos en el collado desde el que atacaremos Peña de la Silla. Buenas vistas hacia los valles que nos rodean y continuamos! El tiempo sigue avanzando y no queremos que se haga de noche!

Comenzamos a ascender a Peña de la Silla. La arista que recorre esta vistosa montaña es preciosa! La primera parte es muy cómoda, llegando sin problemas a una segunda parte algo más vertical y en la que debemos realizadar una pequeña trepada. Encontramos hitos esporádicos que nos van guiando por el buen camino, aunque existen muchas alternativas. La última parte de la arista es la más aérea, aunque muy cómoda. Ya vemos la cumbre!

Cima de Peña de la Silla (2.059 m). De altura parecida al Pico Cirbanal, esta montaña será la que más miradas reciba de todas las cumbres que componen el cordal. Pequeño montón de piedras y un buen número de fotos. Las vistas son sublimes! Nos queda el Pico Cirbanal, objetivo del día! Seguimos!

Vamos descendiendo sin problemas de Peña de la Silla, rumbo al collado que nos separa del Pico Cirbanal. El tramo requiere algún apoyo puntual de manos, pero no tiene ninguna complejidad.

Llegamos al collado y ya tenemos bien visible la vía de subida al Pico Cirbanal. Aquí nos desviaremos a la vuelta para hacer la ruta circular, aunque eso será luego. Antes, a por el último!

La ascensión al Pico Cirbanal será la más sencilla. Terreno cómodo y no muy exigente para completar la última ascensión de la ruta. Vamos avanzando rápidamente.

Tras pocos minutos de ascenso, llegamos al Pico Cirbanal (2.077 m), cumbre principal del cordal y de la ruta. A pesar de haber disfrutado de buenas vistas durante toda la jornada, llegar aquí nos iba a regalar una bonita panorámica. Babia, Luna, Omaña, el Embalse de Barrios de Luna, la Montaña Central Leonesa, el Macizo de Ubiña, La Mesa, el Pico de la Almagrera, las cercanas cimas que nos separan del Valle de Arbas, Peñas del Prado, Peña Negra, Peña Barragana, Alto de los Hoyos, Pico de la Brazosa, etc. Un sinfín de cumbres y unas vistas para enmarcar! Ahora sí, merecido descanso mientras comemos y bebemos algo. También somos capaces de conectar con el Canal 7-7 para realizar una prueba, escuchando perfectamente a personas ubicadas en el Pico San Millán y a Apu, guarda del Refugio del Meicín.



Continuamos la jornada descendiendo del Pico Cirbanal por la misma vía de ascenso, rumbo al collado anterior. Aquí, ahora sí, tomaremos el desvío, perfectamente señalizado, para descender hacia las laderas de todas las montañas que hemos ascendido, con el fin de continuar por la parte baja del cordal, por terreno más cómodo y rápido.

La primera parte del descenso es la más delicada, avanzando siempre por terreno muy pindio y debiendo realizar un pequeño destrepe. Varios zig-zag para ir perdiendo altura rápidamente!

Ya en terreno más cómodo, empezamos a perder los hitos... La idea es continuar faldeando sin perder demasiada altura, bordeando hasta llegar a la altura del primer desvío que encontramos en el inicio del cordal. Varias trochas e indicios del paso de ganado nos van guiando. Existen multitud de senderos, aunque siempre tendremos visible el inicio del cordal, hacia donde debemos dirigirnos.

El tramo lo vamos completando sin complicaciones. Entre praderas y pequeños arroyos vamos avanzando. Según nos vamos acercando al objetivo final, más trazas de senderos nos vamos encontrando, aunque uno de ellos, muy marcado, nos guiará sin pérdida. Hay que dar con él!

Tras completar este bonito y tranquilo paseo, llegamos nuevamente a la altura del inicio del cordal, donde sólo debemos girar hacia la izquierda y desandar la ruta hasta Caldas de Luna.

Vamos perdiendo altura rápidamente, descendiendo con cuidado por la estrecha canal y metidos entre farallones rocosos. Seguimos el mismo camino de ida, cruzamos la brecha y descendemos por la ladera de inicio.

Un buen trago de agua en la Fuente Lamental y de regreso a Caldas de Luna, donde damos por concluida la jornada.

CONCLUSIÓN:

Ruta en mayúsculas. Muy completa y con unas vistas excepcionales! Entretenida y con opción a comprometerla todo lo que queramos. Eso sí, indispensable estar habituado a la montaña, a caminar por ambientes aéreos, trepar y destrepar. Una jornada larga y dura, pero muy gratificante! Muy recomendable!

MÁS INFORMACIÓN:

Caldas de Luna - Peña La Genestosa (1.963 m) - La Peñona (2.038 m) - Peña de la Silla (2.059 m) - Pico Cirbanal (2.077 m)

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)