Caleta de Sebo - Playa de La Concha 18072021

La Graciosa no es una isla grande, lo que permite conocerla caminando por los senderos que la cruzan y recorren y que nos llevan a playas vírgenes, casi solitarias, que son todo un paraíso para los sentidos. Al ser Parque Natural protegido hay que seguir una serie de normas para ayudar a conservar esta maravilla natural para que el paisaje, la flora y la fauna no se vean afectados por el paso de los turistas. Por ello, no se deben de abandonar los caminos en las rutas para evitar la erosión de la zona provocando que no vuelva a crecer la vegetación, así como no molestar a la fauna ni arrancar la flora salvaje, ya que muchas especies son endémicas, es decir que tienen esta isla como único hogar.
La Graciosa es puro paisaje volcánico en el que no hay árboles ni sombras en las que cobijarse del sol durante las rutas. Tampoco hay posibilidad de reponer víveres o agua en los caminos y playas, con lo que un buen sombrero o gorra, gafas de sol, suficiente agua y comida, así como protector solar no deben de faltar en ninguna mochila en las rutas, así como un calzado adecuado.
La ruta ideada para hoy tiene como objetivo atravesar la isla por su centro, salir de Caleta del Sebo y alcanzar La Playa de Las Conchas, como estamos en alerta por calor no extendimos la ruta para no “sufrir” mucho.
Caleta de Sebo nació como pueblo de pescadores y, de hecho, la pesca sigue siendo uno de sus ingresos principales. Fue el primer núcleo urbano de La Graciosa y, a día de hoy, exceptuando las decenas de casas de verano de Pedro Barba, sigue siendo el único lugar poblado durante todo el año. Los caminos de Caleta de Sebo ¡son de arena! Y todas sus casas son blancas y de baja altura. Un rincón único en el mundo .
La Playa de las Conchas está situada al noroeste de la isla y tiene una extensión de unos 600 metros de arena dorada y aguas cristalinas. Nada mas llegar a la playa nos sorprenderemos con el espectacular paisaje que tenemos en frente, el amarillo de la arena, contraste con el azul intenso del mar, pero lo que más llama la atención es la impresionante visión de las islas vecinas y deshabitadas de Alegranza, Montaña Clara y el Roque del Oeste.
Se encuentra sólo a 5 kilómetros de Caleta de Sebo por lo que un la visita es asumible a pesar del calor.