Calomarde - Barranco de La Hoz

El vehículo podemos dejarlo en la propia localidad e iniciar la marcha andando. Nosotros realizamos la marcha circular en sentido de las agujas del reloj.
Para llegar al punto de partida de la ruta, cruzaremos el pueblo de Calomarde y a su salida, justo antes de cruzar el puente sobre el río, nos encontraremos un desvío a la derecha, bien señalizado. Justo en este punto ya nos impresionan las grandes rocas que forman el cañón del río, y que tienen su máxima expresión en el llamado Moricacho, una gran roca con una apertura en la ladera, con forma de cueva. Un poco más adelante nos encontramos con una pequeña presa, llamada Presa de los Ahogados, debido a una trágica historia que se explica en una placa que se puede contemplar junto al camino.
Al llegar a una bifurcación de caminos, cogemos a la izquierda para adentrarnos en el cañón del río Blanco y muy pronto encontraremos las primeras pasarelas sobre el río.
El sendero atraviesa el río en varias ocasiones, permite avanzar sobre el agua en estrechos a través de las pasarelas y asciende y desciende en varias ocasiones sobre ambas laderas, ofreciendo unas vistas del Barranco de la Hoz espectaculares. Las pasarelas permiten pasar por debajo del Puente de Toba, un puente natural de roca que podremos observar justo sobre nuestras cabezas.
Al final de los estrechos del Barranco de la Hoz, llegaremos a una zona más abierta, que atraviesa un bosque de álamos, hasta que se llega a un antiguo molino en ruinas: el Molino de las Pisadas.
Desde aquí iniciamos el regreso, vamos ganando altura por una senda que nos lleva a lo alto del cañón, desde allí, observamos en la lejanía, la cueva de las Albardas, lugar al que llegaremos siguiendo una senda, que forma parte del SL-TE 40, por las paredes del cañón (no es especialmente peligrosa pero sí que hay que poner atención por donde vamos ya que hay, incluso, algunos tramos con pequeños destrepes).
Una vez pasada la cueva, seguimos recorriendo un buen tramo por un sendero que se eleva sobre el río unos cuantos cientos de metros, siendo una de las zonas más espectaculares, pero también la más peligrosa pues el sendero discurre al borde del barranco que, durante millones de años, el río Blanco ha ido moldeando a su antojo (en algún punto existe cadena pasamanos para mayor seguridad).
Finalmente, esta senda se une con la pista, cerca de la presa de los ahogados, cerrando así el circulo.
Bonita ruta, para hacer con niños el tramo de pasarelas metálicas, pero no aconsejo hacer con ellos la vuelta por la cueva de las Albardas y el alto del cañón, por el riesgo que ello supone.

*NOTA: Tanto lo expuesto en esta descripción, así como el grado de dificultad técnica indicado, lo son meramente A TÍTULO ORIENTATIVO.