Camí Vell de Palma a Puigpunyent. La Vileta, Puigpunyent, Estellencs. GR 221 J.
near Son Anglada, Baleares (España)
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Itinerary description
Interesante ruta por uno de esos caminos que a pesar de estar documentado en el siglo XIII, hasta no hace más de un año no estaba reconocido como público y que actualmente está pendiente de señalización como GR 221 variante J, la Vileta, y que une las poblaciones de Palma - Puigpunyent¹. El camino al bajar de la Serra de Son Marill hacia Palma, se divide en dos ramales: el Camí de Puigpunyent, que llegaba hasta la puerta de Santa Catalina; y el Camí d’Estellencs, que iba hasta la puerta de Jesús. Éste último es que hemos recorrido hoy que pasa por la parte posterior del cementerio de La Vileta y algo más adelante se une al primer ramal.
Desde el principio comenzamos con tierra al franquear la cadena de entrada, con unos paneles informativos por su derecha. El empedrado y las roderas de la antigua vía aparecen pronto y será una constante durante todo el recorrido. Por la distancia de la ruta y puntos de interés por la que discurre, en éste primer tramo hasta el Coll de Son Marill no he querido poner un waypoint en cada cruce para no terminarlos pronto; hay que ir mirando el track debido al gran número de cruces que existen.
En el Coll de Son Marill, por la izquierda, queda un hito de término municipal y es que ahora entramos en Calviá. El edificio en ruinas que se ve es el hostal de Son Marill; aún le quedan algunas paredes en pie aunque ya es tarde para recuperarlo. Cuando los comerciantes viajaban de un lugar a otro para intercambiar mercancías necesitaban un lugar donde pernoctar, surgiendo las posadas en los caminos para alojar a los viajeros y a sus caballos a cambio de dinero. También solían tener un servicio de comidas.
El camino discurre por un bosque cubierto por pinos, con buenos trozos de empedrado y pasando junto a la zona de escalada del Penyal de Sa Mel². Tiene próximo la pared que queda de un horno de cal pero más adelante hay otro que es exageradamente grande y profundo.
Al atravesar la carretera Ma-1016 conviene prestar atención ya que el cruce se realiza entre dos curvas cerradas; es una vía muy utilizada por ciclistas y sus monturas son poco audibles. Aquí cogemos hacia la derecha para ir en busca de una valla y luego seguirla a la izquierda. Las barreras y vallas que nos encontramos están sin candado, debiéndolas dejar cerradas a nuestro paso.
Hasta llegar al asfalto de la carretera de Puigpunyent o Ma-1014, la senda es sencillamente un espectáculo bajo la sombra de encinas y árboles de ribera que con el tiempo han creado con sus hojas una mullida capa para caminar. Un vado empedrado sobre el torrente nos recuerda aquella época en que se ejecutaban éste tipo de obras por los lugares de paso de los carros para procurar que las crecidas del agua no arrastrasen el camino. Hoy tiene a su lado un puente de hormigón que evita estás consecuencias.
Pasados 200m por aquella carretera nos desviamos hacia el Camí de Son Puig de poco tráfico para pasar por la parte norte de Puigpunyent. Antes de la salida de la población por la izquierda se encuentra Ca ses Monges, una casa del siglo XVIII-XIX, donde en 1875 se establecieron las monjas agustinas³. Destaca el escudo sobre su puerta. A partir de su calle se empiezan a ver las indicaciones del GR 221 que van a Calviá o Estellencs; a partir de aquí hasta el final todo se encuentra señalizado.
Rápidamente nos encontramos con una puerta de hierro que se encuentra abierta, trás la que avanzamos por el camino que es asfaltado hasta la posesión.
A nuestra izquierda hay una construcción que se cree que pudiera ser el Graner del Delme o Granero del Diezmo, un elemento de la sociedad feudal. Hay uno muy parecido a éste antes de llegar a las casas de Galatzó y otro en Son Brondo, Valldemossa. Allí se guardaba el diezmo o la décima parte del grano de la cosecha que le tocaba al señor noble, al estado o a la iglesia. A la derecha el puig de na Fátima, lugar de leyendas, y a la izquierda el "sementer" de la Felguera. Una larga hilera de plátanos de sombra (Platanus orientalis) nos acompañan hasta las casas.
El puente a comienzos del siglo XX era de madera y pasa sobre la casi naciente Riera de Palma. Las casas de Son Fortesa, de grandes dimensiones, se hallan en lo alto de los bancales que las rodea, organizada entorno a un patio central y documentadas en el siglo XV.
A partir de aquí ya iremos por camino de carro, en constante subida hasta llegar a una canaleta que tiene una fuerte pendiente. A su izquierda se localiza una gran alberca en malas condiciones, que era donde vertía su agua.
Más adelante y siempre con la canaleta a la izquierda se llega a un pequeño rellano del camino donde antiguamente por la izquierda sobre una roca, se encontraba la Creu de s'Ermitá, en recuerdo de la muerte del ermitaño Josep de Sant Antoni, natural de Sant Joan, despeñado en ese lugar el 2 de abril 1740. De la cruz de hierro sólo queda la base, que es de marés.
Al cruzar la siguiente pared vemos la Teulera Vella, en ruinas, y utilizada actualmente para el cobijo del ganado y que fue cerrada en 1947. Estaba destinada a fabricar tejas y baldosas. El canal del exterior en su parte más ancha hacía las función de abrevar al ganado y abastecía al tejar. La piedra casi redonda que veremos más adelante es un rutló inacabado para una almazara.
El pequeño chorrillo de agua que vemos en el camino ya nos advierte de que nos acercamos a la fuente de l'Albelló, a menudo mal llamada de Muntanya, oculta entre juncos y con una gran concreción calcárea por la que fluye el agua entre el culantrillo.
Encima tenemos las casas de la Muntanya que al igual que otras de la zona pertenecen a Son Fortesa, que antaño debido a su gran extensión no podía ser explotada por un solo "amo" o encargado y dividieron el terreno para ser arrendadas a diferentes trabajadores. El edificio de la Carbonera con dintel de madera cerca del camino, era el lugar donde se guardaba el carbón que le correspondía al dueño de Son Fortesa según el acuerdo que se tenía con los carboneros y construido a finales del siglo XIX o principios del XX.
Sin pérdida nos plantamos en un portillo, el del Bosc, que era el que separaba el olivar del encinar. Una pared por la derecha nos acompañará durante un largo rato, por un camino en el que en ocaciones nos brinda restos de su antiguo empedrado. Por la izquierda existen un buen número de carboneras.
Así llegaremos al cruce importante de Trescollat. Por la izquierda, señalizado, continúa nuestro Camí Vell de Estellencs, y a la derecha hay unas rocas que hacen de mirador, desde las que se ven entre otros lugares las islas Malgrats de Santa Ponsa y el Puig de Na Bauzana.
A continuación viene la parte más empinada de la etapa, por un camino ancho muy destrozado y lleno de piedras hasta que llanea en lo alto del encinar y acaba en el Coll de Estellencs.
La bajada es una gozada de camino bajo las encinas y un terreno almohadillado por la hojarasca. En la primera estaca que encontramos, el camino de la izquierda es el que va al Coll des Carniceret, para el que quiera acercarse al Puig del Galatzó.
Mucho más abajo por la izquierda se ven las casas de Son Fortuny, una posesión de Estellencs cuyos terrenos llegaban al Galatzó y que allí lindaba con la posesión de Son Net en Puigpunyent y la posesión de Galatzó en Calviá.
La entrada a Estellencs se realizada cerca de sus estupendos lavaderos y de su fotografiado caballo de hierro, donde concluimos ésta jornada.
De La Vileta a Puigpunyent el camino o senda es bastante claro pero carente de cualquier señal; de Puigpunyent a Estellencs se encuentra perfectamente señalizado con indicaciones de GR. Es un recorrido perfecto para trocearlos en dos tramos y hacerlos de ida y vuelta.
Compañero de ruta, Pino.
Páginas consultadas y para saber más:
1.-https://www.palmesana.com/noticia/la-ruta-de-pedra-en-sec-puigpunyent/
2.-https://foracorda.com/guias/penyal-de-sa-mel
3.-https://www.ajpuigpunyent.net/es/node/2621
Desde el principio comenzamos con tierra al franquear la cadena de entrada, con unos paneles informativos por su derecha. El empedrado y las roderas de la antigua vía aparecen pronto y será una constante durante todo el recorrido. Por la distancia de la ruta y puntos de interés por la que discurre, en éste primer tramo hasta el Coll de Son Marill no he querido poner un waypoint en cada cruce para no terminarlos pronto; hay que ir mirando el track debido al gran número de cruces que existen.
En el Coll de Son Marill, por la izquierda, queda un hito de término municipal y es que ahora entramos en Calviá. El edificio en ruinas que se ve es el hostal de Son Marill; aún le quedan algunas paredes en pie aunque ya es tarde para recuperarlo. Cuando los comerciantes viajaban de un lugar a otro para intercambiar mercancías necesitaban un lugar donde pernoctar, surgiendo las posadas en los caminos para alojar a los viajeros y a sus caballos a cambio de dinero. También solían tener un servicio de comidas.
El camino discurre por un bosque cubierto por pinos, con buenos trozos de empedrado y pasando junto a la zona de escalada del Penyal de Sa Mel². Tiene próximo la pared que queda de un horno de cal pero más adelante hay otro que es exageradamente grande y profundo.
Al atravesar la carretera Ma-1016 conviene prestar atención ya que el cruce se realiza entre dos curvas cerradas; es una vía muy utilizada por ciclistas y sus monturas son poco audibles. Aquí cogemos hacia la derecha para ir en busca de una valla y luego seguirla a la izquierda. Las barreras y vallas que nos encontramos están sin candado, debiéndolas dejar cerradas a nuestro paso.
Hasta llegar al asfalto de la carretera de Puigpunyent o Ma-1014, la senda es sencillamente un espectáculo bajo la sombra de encinas y árboles de ribera que con el tiempo han creado con sus hojas una mullida capa para caminar. Un vado empedrado sobre el torrente nos recuerda aquella época en que se ejecutaban éste tipo de obras por los lugares de paso de los carros para procurar que las crecidas del agua no arrastrasen el camino. Hoy tiene a su lado un puente de hormigón que evita estás consecuencias.
Pasados 200m por aquella carretera nos desviamos hacia el Camí de Son Puig de poco tráfico para pasar por la parte norte de Puigpunyent. Antes de la salida de la población por la izquierda se encuentra Ca ses Monges, una casa del siglo XVIII-XIX, donde en 1875 se establecieron las monjas agustinas³. Destaca el escudo sobre su puerta. A partir de su calle se empiezan a ver las indicaciones del GR 221 que van a Calviá o Estellencs; a partir de aquí hasta el final todo se encuentra señalizado.
Rápidamente nos encontramos con una puerta de hierro que se encuentra abierta, trás la que avanzamos por el camino que es asfaltado hasta la posesión.
A nuestra izquierda hay una construcción que se cree que pudiera ser el Graner del Delme o Granero del Diezmo, un elemento de la sociedad feudal. Hay uno muy parecido a éste antes de llegar a las casas de Galatzó y otro en Son Brondo, Valldemossa. Allí se guardaba el diezmo o la décima parte del grano de la cosecha que le tocaba al señor noble, al estado o a la iglesia. A la derecha el puig de na Fátima, lugar de leyendas, y a la izquierda el "sementer" de la Felguera. Una larga hilera de plátanos de sombra (Platanus orientalis) nos acompañan hasta las casas.
El puente a comienzos del siglo XX era de madera y pasa sobre la casi naciente Riera de Palma. Las casas de Son Fortesa, de grandes dimensiones, se hallan en lo alto de los bancales que las rodea, organizada entorno a un patio central y documentadas en el siglo XV.
A partir de aquí ya iremos por camino de carro, en constante subida hasta llegar a una canaleta que tiene una fuerte pendiente. A su izquierda se localiza una gran alberca en malas condiciones, que era donde vertía su agua.
Más adelante y siempre con la canaleta a la izquierda se llega a un pequeño rellano del camino donde antiguamente por la izquierda sobre una roca, se encontraba la Creu de s'Ermitá, en recuerdo de la muerte del ermitaño Josep de Sant Antoni, natural de Sant Joan, despeñado en ese lugar el 2 de abril 1740. De la cruz de hierro sólo queda la base, que es de marés.
Al cruzar la siguiente pared vemos la Teulera Vella, en ruinas, y utilizada actualmente para el cobijo del ganado y que fue cerrada en 1947. Estaba destinada a fabricar tejas y baldosas. El canal del exterior en su parte más ancha hacía las función de abrevar al ganado y abastecía al tejar. La piedra casi redonda que veremos más adelante es un rutló inacabado para una almazara.
El pequeño chorrillo de agua que vemos en el camino ya nos advierte de que nos acercamos a la fuente de l'Albelló, a menudo mal llamada de Muntanya, oculta entre juncos y con una gran concreción calcárea por la que fluye el agua entre el culantrillo.
Encima tenemos las casas de la Muntanya que al igual que otras de la zona pertenecen a Son Fortesa, que antaño debido a su gran extensión no podía ser explotada por un solo "amo" o encargado y dividieron el terreno para ser arrendadas a diferentes trabajadores. El edificio de la Carbonera con dintel de madera cerca del camino, era el lugar donde se guardaba el carbón que le correspondía al dueño de Son Fortesa según el acuerdo que se tenía con los carboneros y construido a finales del siglo XIX o principios del XX.
Sin pérdida nos plantamos en un portillo, el del Bosc, que era el que separaba el olivar del encinar. Una pared por la derecha nos acompañará durante un largo rato, por un camino en el que en ocaciones nos brinda restos de su antiguo empedrado. Por la izquierda existen un buen número de carboneras.
Así llegaremos al cruce importante de Trescollat. Por la izquierda, señalizado, continúa nuestro Camí Vell de Estellencs, y a la derecha hay unas rocas que hacen de mirador, desde las que se ven entre otros lugares las islas Malgrats de Santa Ponsa y el Puig de Na Bauzana.
A continuación viene la parte más empinada de la etapa, por un camino ancho muy destrozado y lleno de piedras hasta que llanea en lo alto del encinar y acaba en el Coll de Estellencs.
La bajada es una gozada de camino bajo las encinas y un terreno almohadillado por la hojarasca. En la primera estaca que encontramos, el camino de la izquierda es el que va al Coll des Carniceret, para el que quiera acercarse al Puig del Galatzó.
Mucho más abajo por la izquierda se ven las casas de Son Fortuny, una posesión de Estellencs cuyos terrenos llegaban al Galatzó y que allí lindaba con la posesión de Son Net en Puigpunyent y la posesión de Galatzó en Calviá.
La entrada a Estellencs se realizada cerca de sus estupendos lavaderos y de su fotografiado caballo de hierro, donde concluimos ésta jornada.
De La Vileta a Puigpunyent el camino o senda es bastante claro pero carente de cualquier señal; de Puigpunyent a Estellencs se encuentra perfectamente señalizado con indicaciones de GR. Es un recorrido perfecto para trocearlos en dos tramos y hacerlos de ida y vuelta.
Compañero de ruta, Pino.
Páginas consultadas y para saber más:
1.-https://www.palmesana.com/noticia/la-ruta-de-pedra-en-sec-puigpunyent/
2.-https://foracorda.com/guias/penyal-de-sa-mel
3.-https://www.ajpuigpunyent.net/es/node/2621
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
He fet des de Sa Vileta a Puigpunyent i m’ha encantat, sobre tot el tram que va pel costat de Sa Riera per la seva verdor. Una ruta que de moment no te problemes de pas i això ja es d’agrair.
Ja només fa falta que la senyalitzin i que pensin en alguna solució per atravessar el torrent de Sa Riera quan porti aigua. Gràcies per la teva valoració Antonio.👌🏻👌🏻👌🏻