Caminando entre Mendaro y Deba, por el sistema kárstico calizo del Kilimon y Lastur

Tras llegar en tren a Mendaro, inicio con Rafa y Jon de Elgoibar y Carlos de Errenteria, la ruta que nos lleva al precioso valle kárstico del Kilimon, en un paseo cómodo por pista asfaltada que transcurre paralela a la regata Kilimon, la cual va apareciendo y desapareciendo misteriosa e intermitentemente.
Un sistema karstico calizo tiene sus cavidades, ríos subterráneos, simas, cuevas, surgencias... siendo la unidad hidrogeológica del Kilimon la más importante del macizo de Itzarraitz, y el Kilimon su surgencia principal, localizada en la parte baja del valle, conocido también como Aranerreka.
Estas surgencias provenientes de cuevas kársticas, son de caudal variable, debido a variaciones pluviométricas, e incluso a veces hay numerosas fluctuaciones repentinas del caudal en periodos cortos de tiempo, inferiores a un día.
Se deben a la existencia de grandes sifones (en forma de U invertida) que funcionan como depósitos de carga y descarga durante las intermitencias.
Pasamos luego por una pequeña estación de aforo que mide el caudal de agua en la regata y posteriormente por una fuente junto a la “Estación de Tratamiento de Agua Potable” (ETAP) de Mendaro, que abastece a las poblaciones de Mendaro, Elgoibar, Deba y Mutriku.
Más adelante nos encontramos con una “ Estación de sondeo”, de la que se extrae a bastante profundidad, un caudal importante de agua que por tubería llega a la ETAP.
Para sensibilizar a los ciudadanos en el tema del agua, sería conveniente y necesario informarles de las virguerías del recorrido que tiene que hacer cada gota de agua de lluvia, desde que cae al macizo de Itzarraitz y llega a los grifos de sus casas, pasando antes por ese increíble y complejo entramado kárstico de sumideros y surgencias: canales, canalillos, cuevas, simas, manantiales, sifones, sondeos, conducciones...y proceso final de potabilización.
En Errementari iniciamos un continuado ascenso de más de 400m de desnivel hasta Pagolaza, afortunadamente entre espesa vegetacion.
En el camino vemos una calera y restos de otra y de ammonites incrustados en roca.
Durante la ruta pasamos por hayedos centenarios y observamos a lo lejos la cantera de Santa Eufemia en Markina y la cordillera del Duranguesado.
Descendemos al fondo del valle seco y karstificado de Ugarteberri y luego entramos a la cueva visitable del mismo nombre.
Nos detenemos frente a la cantera de Lastur, de la que se ha extraído piedra ornamental (con bellos corales y moluscos incrustados) para el santuario de Arantzazu, el puerto de Donosti y la mayoría de los frontones y piedras de arrastre y levantamiento.
La cantera es muy espectacular por su coloración, sus grandes frentes y la existencia de escalones de grandes dimensiones en la pared, como se puede contemplar en las fotos.
Actualmente sigue el conflicto entre los defensores del yacimiento de Praileaitz, uno de los conjuntos pictóricos prehistóricos más importantes de Euskadi, ubicado dentro del ámbito de explotación de esta cantera (de Sasiola), y los responsables de su explotación, tanto por sus implicaciones económicas como políticas.
Llegamos al precioso barrio de Lastur, situado en el fondo del valle ,entre las cuencas del Urola y Deba, al pie del macizo de Itzarraitz, perteneciente al municipio de Deba.
Es un valle cerrado y alargado, de origen kárstico, con apenas regatas en superficie y cantidad de sumideros, surgencias, cuevas y simas.
Se ven también numerosos hundimientos circulares del terreno, conocidos como dolinas.
Una de las excepciones es la regata que desciende a los dos molinos del barrio de Lastur, donde antiguamente los habitantes de la cuenca venían a moler el grano de maíz, pagando por ello un 10% de su valor.
Sus aguas vuelven a desaparecer en el subsuelo para transcurrir subterráneamente por el valle hasta Sasiola y desembocar en el río Deba.
Se ve también ganado bravo pastando en los prados, las populares betizuak ,una raza vacuna autóctona de las más antiguas de Europa.
Estas reses bravas son lidiadas en la plaza de Lastur, convertida en plaza de toros, en sus tradicionales y afamadas fiestas de setiembre.
En el bar de este pintoresco barrio hemos realizado nuestro control de avituallamiento, por cierto de calidad, con buen servicio y a muy buen precio.
Reanudando la marcha en fuerte ascenso y con bastante calor, continuamos luego por cómoda senda con vistas del Gaztelu y al fondo el monte Arno, al parecer con la mayor densidad de masa forestal de encinar cantábrico de Europa, y toda ella en territorio guipuzcoano.
Finalmente descendemos al antiguo lavadero de Artzabal en Deba, donde nos remojamos plácidamente para culminar la ruta en la terraza del bar junto a la estación, esta vez para tomarnos nuestras buenas “birras” a la espera del tren de vuelta a casa.
Por cierto, en el edificio de la estación han instalado el albergue de peregrinos del Camino de Santiago. UNA MUY BUENA IDEA!!!
Y nosotros en Donosti aún sin albergue. QUÉ VERGÜENZA!!!
Ha sido una bonita y variada etapa de 23 km y 835 m de ascenso acumulado