Caminata entre Bianditz, regata Añarbe y embalse Añarbe

Hoy he caminado por una zona totalmente desconocida, comprendida entre la carretera que sube a Bianditz, la regata Añarbe y su embalse.
Me ha sorprendido por su belleza “casi salvaje”, con innumerables sendas y pistas de tierra, algunas hormigonadas, hasta llegar a caseríos ubicados en sitios inverosímiles: Txaradi, en lo más alto, con vistas al embalse y a los montes Urdaburu, Adarra, Ernio e Itzarraitz y otro, justo todo lo contrario, en lo más profundo del barranco, caserio Okillegi, junto a la regata Añarbe y central hidroeléctrica Okillegi.
Muy amables y serviciales los dueños de los caseríos Arizluzieta Goikoa y Okillegi, que me facilitaron abundante información de la zona, a los que acepté la invitación de volver con más calma a estos bellos parajes.
Curioso un puente elemental de madera, sin barandilla, que te permite cruzar la regata, muga con Navarra.
Por una senda, a menos de un kilómetro, llegas al azud de Añarbe que deriva el agua por canal hasta la mini central de Añarbe II, situada en la ctra a Goizueta, un poco después de cruzar el puente en el que confluyen los ríos Añarbe y Urumea.
Al traer en estiaje poca agua la regata Añarbe, las dos CH de Okillegi y Añarbe, estaban fuera de uso, respetando el caudal ecológico mínimo del río.
Esto lo pude comprobar tanto en el canal de entrada a la cámara de recarga de Okillegi como en el que deriva el agua en el azud Añarbe.
Esta zona natural de la regata Añarbe, con una buena vegetación de ribera, habrá que seguir pateándola, así como la parte alta con la eléctrica, al tener varias pistas ciclables que transcurren entre bosquetes de hayas trasmochas, robles, alerces...y vistas impresionantes tanto del embalse del Añarbe como de los montes del entorno.
En resumen, una etapa de contrastes de vegetación y paisaje, que te invita a volver para seguir investigando nuevos enclaves tanto a pie como en bici.