Caminata por el ecosistema de playa del Parque Nacional de Doñana

La caminata de hoy es un lujo pues voy a hacerla por una de las costas vírgenes más amplias de Europa, de más de 30 Km. entre el pueblo de Matalascañas y la desembocadura del Guadalquivir, frente a la población de Sanlúcar.
Las playas de Doñana están modificando constantemente su perfil debido a las regresiones marinas desde siglos atrás.
Los vientos de componente SW transportan de forma continua arenas sobre la playa del parque Nacional, que posteriormente son trasladadas al interior, formando los trenes de dunas móviles.
Es una caminata por la playa del Espacio Natural de Doñana que parte del Gran Hotel del Coto de Matalascañas, perteneciente al municipio de Almonte, y que a lo largo de cerca de 5 km de playa (ida y vuelta 10) dirección Sanlúcar, llega al último rancho de pescadores (Enrique) anterior a Torre Carbonero.
Anteriormente he dejado atrás los ranchos Mona 1, 2 y 3, Murillo, Chimbo, Mondaca 1 y 2 y Hermanos López.
Hablando con los pescadores propietarios de los ranchos Murillo y Enrique y dos guardas del Parque, me dicen que estos ranchos de pescadores son los únicos permitidos actualmente en Doñana siempre que mantengan la actividad pesquera, tanto ellos como sus descendientes.
Así el del rancho Murillo ya se ha retirado y dejaba el rancho, como otros muchos lo hicieron anteriormente.
Por el contrario, Enrique aprovechando la mala mar, estaba en plena faena preparando las redes para el día siguiente con previsión meteorológica favorable, ayudado por dos personas, una de ellas su hijo que continuará con la actividad de pesca.
Ellos tienen permiso para circular con sus vehículos por la playa, en este caso hasta Sanlúcar donde tienen su residencia.
Como curiosidad señalar que este rancho y otro anterior, disponen de sendos pozos de agua dulce de muy buena calidad.
Me asomé tan solo detrás de los ranchos para fotografiar sus innumerables dunas móviles pues en esta zona del Parque no está permitido el acceso.
Los guardas me dicen que en bici eléctrica si que podría circular los cerca de 30 km de playa.
Sería una gozada realizar todo el frente costero hasta la desembocadura del Guadalquivir y luego pasar en barcaza a Sanlúcar a tomarte unas manzanillas con sus “pescaitos”. Lo dejaremos para otra vez.
Eso sí, con la marea baja o bajando para pedalear por la arena dura.
A la vuelta al final entro al sendero de tablas de madera que me lleva al hotel, entre dunas móviles rodeadas de vegetación, principalmente sabinas, enebros y pinos piñonero.
En esta zona dunar cercana al hotel fotografio huellas de ciervos, que según el guarda, por la noche junto a jabalíes, se acercan a los contenedores que se dejan con las tapas abiertas para que puedan comer.