CAMINHO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS ETAPA 4 A FEIRA VELLA-CASTRO LABOREIRO

Iniciamos la que será otra preciosa etapa saliendo del Hotel Barcelona, como comentado en la etapa precedente, un excelente alojamiento donde el peregrino se siente casi en familia. Seguimos por la carretera a la izquierda y en apenas 400 metros de recorrido la dejamos para tomar un sendero que sale a la izquierda. Un breve tramo en el bosque y salimos a zona abierta dejando un espectacular árbol a nuestra izquierda. Lllegamos al pueblo de O Casal para por asfalto, y al cabo un kilómetro aproximadamente llegar a Entrimo, capital del concello, que atravesamos pasando por su Casa Consistorial donde aprovechamos para poner un sello en la credencial y un componente del equipo peregrino echará una vista al pasado familiar pidiendo información sobre las antiguas escuelas de la población. Siguiendo por la carretera a nuestra derecha queda la espectacular Igrexa de Santa María a Real, cuyo exterior visitamos. Destaca su monumental fachada, con 22 columnas salomónicas que la convierten en una joya del barroco en Galicia. Además, nos llama la atención el espectacular tejo que encontramos a la entrada de la misma. 1 km después, siguiendo por carretera cogeremos la carretera secundaria que desciende a la izquierda y que nos llevará a un puente, que cruzaremos, para ascender por un camino que sale a la derecha justo al lado del puente. Llegamos a las casas de la aldea de Ferreiros, que cruzamos, pasando por una antigua fuente pasada la cual nos espera un bonito y sombrío tramo donde caminaremos por piso de piedra y tierra. A la altura de esta vetusta fuente hay que reparar, aunque a estas alturas del camino, seguramente ya nos habremos dado cuenta, que durante todo el recorrido de nuestro camino vamos encontrando también señalización de otro camino, el Camiño Miñoto Ribeiro, que coincide en buena parte con el Caminho da Geira e dos Arrieiros pero que no siempre es así, con lo que debemos tener cuidado ya que en algún punto, sobretodo en alguna etapa más adelante, nos puede llevar a confusión. En este bonito tramo, pasaremos por el encantador rincón de la Pontella do Folón, aún en Ferreiros, donde comenzaremos una progresiva subida que, cruzando una vez la carretera, nos llevará a la población de A Pereira, última población gallega antes de volver a entrar otra vez en Portugal. En esta población aprovechamos junto a unas simpáticas peregrinas portuguesas, que hoy concluyen su camino, para remojar los pies en el lavadero en el centro de la población, donde un plafón informativo nos ilustra de las bondades del alimento universal que es el pan, indicándonos que unos metros más adelante, a nuestra derecha, vamos a encontrar el antiguo horno comunitario de la población. Cruzamos la población entrando en un precioso y bucólico tramo por el monte donde el paisaje se abre, encontrando una señal que nos indica la distancia a un antiguo molino que pasaremos más adelante, una mina y una magnífica fuente de abundante agua fresca. Hay que decir, que en general, es este un camino, donde no vamos a tener problemas de abastecimiento de agua, ya que vamos a pasar por gran cantidad de fuentes. Unos 300 metros después de la fuente, el recorrido nos lleva a girar a la derecha entrando a otra zona de paisaje espectacular y que muchos han venido a bautizar como de paisaje lunar, por el matorral bajo y los enormes bloques de piedra que vamos encontrando a pie de camino, así como en las montañas que nos envuelven a uno y otro lado. Al poco de pasar una portilla, si seguimos a nuestra izquierda camino de un grupo de árboles, encontraremos el hito fronterizo que marca la linea de frontera una vez más. Nosotros, sin embargo, tomamos la opción de seguir a la derecha por la pista en dirección a la antigua casa de la guardia civil fronteriza, a pie de la carretera OU-1212. Seguimos a la izquierda y volvemos a entrar en Portugal, por la aldea de a A Meixueira, donde una serie de carteles nos dan la bienvenida tanto al municipio de Castro Laboreiro como otra vez al Parque Nacional Peneda-Gerês. No acabamos de entrar a la población, que a nuestro pesar no dispone de bar, pero una pequeña sorpresa nos espera siguiendo el recorrido que baja a la izquierda hacia la Capela de Ameixoeira, donde nos encontramos a las amables peregrinas portuguesas que nos ofrecen deliciosas galletas, queso y membrillo. Detrás de la capilla encontramos un grifo donde podemos abastecernos de agua. Dejamos la capilla a la derecha y seguimos por el agradable camino que nos lleva a pasar más adelante por un pequeño puente y un bonito molino que dejamos a la derecha, para continuar subiendo y bajar después en un corto tramo donde encontraremos bastante vegetación para situarnos al margen derecho del Rio Laboreiro que seguiremos un pequeño tramo para cruzarlo por un puente y dejarlo ahora a nuestra derecha. El Río Laboreiro es un afluente del río Limia y tiene 28 km de recorrido, de los cuales los 15 últimos marcan la frontera internacional. Aproximadamente 1,3 kilómetros después de este precioso tramo llegaremos al magnífico Ponte da Cava da Velha, uno de los puntos estrella del camino, que tras una reforma del siglo XIII presenta dos arcos, uno de ellos de 7 metros de altura, que lo hacen irresistible para las cámaras fotográficas de los peregrinos que recorren este camino. Algo antes de llegar al puente se puede bajar al río, como hicimos nosotros, para refrescarnos, al igual que hicieron las peregrinas portuguesas que encontramos sobretodo durante esta etapa. Para continuar, no hay que cruzar el puente, sino continuar dejándolo a la derecha para salir a la carretera CM 1160 a la altura del puente viejo de Assureira, que acompañado de algún molino, dejaremos esta vez a nuestra izquierda. Ya por asfalto, nos esperan 3 km de subida hasta la población de Castro Laboreiro, que ya vemos al fondo del valle en lo alto y en la lejanía. La subida impresiona bastante más desde abajo de lo que realmente es, aunque debamos de superar unos 170 de desnivel hasta llegar a la población, donde nos acercamos a su magnífico mirador del valle, desde donde podremos ver su famoso castillo, para seguir luego subiendo por la carretera que nos lleva a la Igreja Matriz de Santa Maria da Visitaçao donde damos por concluida la una vez más, preciosa etapa de hoy.
Si se tiene ganas y aún energía, en Castro Laboreiro, situado en el extremo noroeste del Parque Nacional Peneda-Gerês, no hay que perderse las vistas desde el mirador del castillo, el interior de la iglesia de la población, donde encontramos un pequeño museo y podremos ponernos un bonito sello, acercarnos al mirador de las cascadas y los molinos de la población y sobretodo subir en una pequeña excursión de tarde al magnífico Castelo de Castro Laboreiro. La fortaleza, reina a 1033 metros sobre el nivel del mar rodeado de magníficas montañas. En 1944 se declaró Monumento Nacional y su construcción data del siglo XIII siendo su edificació atribuida al rey D. Dinis. Se situa en lo alto del monte adaptándose a la forma del terreno y sorprende por su magnitud, conservándose sobretodo las murallas y alguna de sus puertas, como la Puerta del Sol y la de la traición o del Sapo. Como curiosidad, decir que Castro Laboreiro se encuentra en la llamada "orelha" de Portugal, adentrándose 61 km cuadrados en la provincia gallega de Ourense, es una zona llena de restos megalíticos y debe su nombre a la raza endémica de perro pastor que vamos a encontrar en el escudo de la población entre otros lugares.