CAMINHO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS ETAPA 7 BERAN-BEARIZ
near Berán, Galicia (España)
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Itinerary description
Magnífica etapa la de hoy en un Caminho da Geira e dos Arrieiros que no nos deja de sorprender por su variado recorrido y sus singulares tramos. Hoy nos tocará rebajar nuestro centro de gravedad para pasar un curioso tramo de árboles bajos a modo de túnel, la población de Salón con sus empinadas rampas nos recordará nuestros caminos italianos y un precioso mirador sobre la población de Feás nos dejará sin aliento ante la esplendorosa panorámica que se nos ofrecerá.
Salimos de nuestro encantador alojamiento de Berán, la Casa Lucita, agradeciendo a la propietaria las atenciones recibidas, siguiendo la carretera que lleva al centro de la población, donde a la derecha dejaremos la iglesia de San Breixo de Berán, que habremos visitado el día anterior. Giramos a la izquiera y subimos para acabar de cruzar la población hasta llegar a la capela de San Roque, donde acaban las viñas y donde tenemos una escultura peregrina en la que no nos podemos estar de hacer diferentes fotos. Poco después pasamos un cruceiro y abandonamos el asfalto para tomar un camino de tierra que sale a la derecha. Nos adentramos en unos 2,5 km de un precioso camino entre árboles y vegetación que nos acercarán a una cantera. Antes de llegar a ella y una vez pasadas unas ruinas de lo que parece una casa a nuestra derecha, bastante oculta por la vegetación, llegamos a uno de los puntos divertidos de la etapa de hoy, ya que nos espera un túnel de árboles bajos, muy bajos para ser exactos, que a los menos altos nos va hacer flexionar bien las rodillas y que hará que alguno de nosotros tenga que pasar el túnel literalmente de rodillas para el regocijo de los demás miembros del grupo. Pasado este singular tramo salimos a una pista que seguiremos hasta alcanzar la carretera, que tomamos a la derecha para algo más adelante, a la altura de una casa, tomamos un camino que nos va a llevar a Lebosende pasando por su iglesia gótica. Pasada la iglesia tomaremos la primera calle entre casas a la izquierda para seguirla completamente hasta el final hasta las casas del final de la población, donde encontraremos un cruce de pistas, tomando la de la izquierda. Seguiremos por la pista dejando al poco una que sale a la izquierda, y en el siguiente cruce, dejaremos la pista, que se va a la derecha, para tomar un camino de tierra que se interna entre los árboles. Ahora deberemos prestar atención porque el tramo de bosque hasta alcanzar Pazos de Arenteiro es algo enrevesado. En el siguiente cruce que encontremos, a unos 400 m desde que entramos en esta zona boscosa, deberemos tomar el camino que sube ligeramente a la izquierda. Unos 600 m después, tomaremos el camino que desciende a la derecha, y para finalizar, seguiremos unos 500 metros hasta tomar el camino que gira a la derecha nuevamente y que nos deja en una carretera, la OU-0414, donde una clara señal en el quitamiedos, nos indica que hemos de seguir a la izquierda para en algo menos de un kilómetro, encontrar la señal que nos indica que entramos en el concello de Boborás, y poco después A Ponte da Cruz, que no cruzaremos y que dejaremos a nuestra derecha. Unos 500 m después del puente medieval, en el que por lo visto hubo una célebre batalla contra los franceses en la guerra de 1809, giramos a la derecha entrando en la bonita población de Pazos de Arenteiro. Atención, porque tal como nos indican los plafones informativos a la entrada de la población, estamos en un conjunto histórico sin parangón en todo Galicia, no en vano, nos encontramos en el único núcleo rural gallego con la exclusiva catalogación de Conjunto Histórico Artístico, cosa que ya percibimos al entrar en sus calles empedradas y ver las espectaculares placas que marcan los nombres de sus calles. La pequeña población, situada en un enclave excepcional, la encrucijada de los ríos Avia y Arenteiro, acogió a la largo de su historia a la conocida como nobleza del vino, del vino ribeiro, por supuesto, como nos recuerdan los monumentales pazos palaciegos que podemos ver; a los buscadores de plata, como nos recuerda su topónimo Arenteiro, por el río, que se llamó antiguamente Argentairo por arrastrar en su lecho arenas de este metal precioso y para acabar hasta la propia Orden de Malta, cuyos vestigios podemos encontrar en diferentes elementos arquitectónicos de la población, com la cruz de Malta que aparece en el tímpano de su iglesia románica. Además, en Pazos de Arenteiro estuvo asentada desde el s. XII la única encomienda gallega de la Orden del Santo Sepulcro de Jurusalén, que se mantuvo hasta unos años después de su disolución, en 1489. Sus instalaciones, estuvieron en uno de los muchos pazos que podemos encontrar en la población, de ahí su nombre, en concreto, en el Pazo da Encomenda, que se encuentra anexo a la Igrexa de San Salvador, en la que se conserva un bonito ábside con un peto de ánimas encastado. A nuestro paso, aprovechamos para hacer un receso en dicha iglesia, en la que se estaba celebrando algún acontecimiento religioso importante, cosa que ya pudimos percibir antes de nuestra llegada al pueblo a través de la megafonía instalada. Dejamos el centro de la población por un camino entre viñas que nos lleva a los barrios de A Vila y Requeixo, pasando por una fuente que dejamos a nuestra derecha. Después de las últimas casas, por asfalto, llegaremos al cruce con el rio Viñao, que viene por la derecha y que es afluente del Avia, viendo ya desde la carretera colgado de la ladera, el pueblo de Salon, al que deberemos subir en la que es la considerada como subida más dura de todo el Camiño da Geira e dos Arrieiros. Girando a la derecha, tomaremos una calle y comenzará la subida que en tres empinadas rampas consecutivas, nos dejarán en la iglesia de la población y en la carretera, que cruzaremos, para continuar ascendiendo entre casas ahora por camino de tierra y entre árboles. Pasaremos por la fuente de Eiria, y algo más adelante por un pequeño claro donde a la izquierda, encontramos un peto de ánimas con una santa en el interior del mismo. Continuando con la subida, en un árbol a la derecha, encontraremos una concha peregrina de Henrique Malheiro, peregrino de Braga y uno de los impulsores de este camino, que recorrió junto a su esposa en 2017. En un último esfuerzo en la subida, acabaremos llegando a O Igrexario, población donde nos acercamos a visitar la iglesia de San Miguel de Albarellos, donde a nuestro paso, se procedía a celebrar una misa dominical. Siguiendo por asfalto pasaremos luego por la aldea de Disriz, que dejaremos a nuestra izquierda, para alcanzar al poco la población de Paredes, donde encontramos una capilla con enrejado metálico, y donde podamos dar por concluida la larga subida que hemos iniciado con la primera rampa en la población de Salon. Siguiendo por la carretera, pasaremos por una finca y tomaremos el desvío a la derecha, que en unos 800 m nos dejará en las primeras casas de Vilachá. Al llegar a una casa junto al campo de futbol, giraremos a la derecha para seguir por una pista y luego otra vez por asfalto para llegar a Feás, donde encontramos el único bar en el tramo entre Pazos de Arenteiro y Beariz, y donde aprovechamos para hacer una larga pasa. Se trata del Bar Nictron, al que es conveniente avisar de nuestra llegada en caso de que queramos comer algo, teléfono 988285178. En nuestro caso, avisamos de nuestra llegada el día anterior, para poder disfrutar a nuestro paso de unos suculentos bocadillos. Unos metros pasado el bar, giramos a la izquierda para pasar entre casas y girar luego a la derecha hasta la Igrexa de San Antón de Feás, que dejaremos a la derecha para comenzar a subir por asfalto de manera progresiva. A media subida encontraremos un desvío indicado como "O mellor banco do mundo", en el que si tenemos fuerzas y ganas, vale mucho la pena, subir los 300 metros que llevan hasta él para encontrar el citado banco, en el Alto das Figueiras, una bandera gallega y unas espectaculares vistas de la población de Feás, que ya ha quedado abajo a lo lejos, y el valle que la rodea. Hecho el recomendable ida-vuelta, seguimos ascendiendo por la carretera hasta alcanzar el punto más alto, al que llegamos después de dejar la carretera y coger una pista que sale a la izquierda y que nos lleva a A Fenteira y a su Portela, reconocible por encontrar una caseta de vigilancia forestal y un vértice geodésico, al que no es necesario subir si no se desea. Allí, comenzará un descenso en el que encontraremos flechas amarillas, prestando atención porque pasado el río, deberemos tomar el camino de la izquierda como indican las flechas, adentrándonos en un precioso bosque de cuento entre robles y rocas tapizadas de musgo, que nos llevarán a la población de Magros, pasando junto a su fuente lavadero y desde donde nos quedarán aún unos 500 metros de suave subida hasta comenzar un corto descenso que nos llevará a las primeras casas de Beariz y a pasar por su bonita iglesia de Santa María, donde encontraremos tambien un hórreo. Saldremos a la carretera principal donde en el cruce, encontraremos un bonito monumento dedicado al Camiño da Geira e dos Arrieiros (Braga-Beariz-Santiago), que tanto estamos disfrutando. Hoy, descansaremos en el muy recomendable hospedaje del Bar Centro, cenando de manera espectacular y económica en el imprescindible El mexicano de Beariz, auténtica comida mexicana con una atención exquisita por parte del chico que regenta el establecimiento, que nos hizo excelentes recomendaciones para redondear esta larga e inolvidable, una vez más, etapa de este singular camino.
Salimos de nuestro encantador alojamiento de Berán, la Casa Lucita, agradeciendo a la propietaria las atenciones recibidas, siguiendo la carretera que lleva al centro de la población, donde a la derecha dejaremos la iglesia de San Breixo de Berán, que habremos visitado el día anterior. Giramos a la izquiera y subimos para acabar de cruzar la población hasta llegar a la capela de San Roque, donde acaban las viñas y donde tenemos una escultura peregrina en la que no nos podemos estar de hacer diferentes fotos. Poco después pasamos un cruceiro y abandonamos el asfalto para tomar un camino de tierra que sale a la derecha. Nos adentramos en unos 2,5 km de un precioso camino entre árboles y vegetación que nos acercarán a una cantera. Antes de llegar a ella y una vez pasadas unas ruinas de lo que parece una casa a nuestra derecha, bastante oculta por la vegetación, llegamos a uno de los puntos divertidos de la etapa de hoy, ya que nos espera un túnel de árboles bajos, muy bajos para ser exactos, que a los menos altos nos va hacer flexionar bien las rodillas y que hará que alguno de nosotros tenga que pasar el túnel literalmente de rodillas para el regocijo de los demás miembros del grupo. Pasado este singular tramo salimos a una pista que seguiremos hasta alcanzar la carretera, que tomamos a la derecha para algo más adelante, a la altura de una casa, tomamos un camino que nos va a llevar a Lebosende pasando por su iglesia gótica. Pasada la iglesia tomaremos la primera calle entre casas a la izquierda para seguirla completamente hasta el final hasta las casas del final de la población, donde encontraremos un cruce de pistas, tomando la de la izquierda. Seguiremos por la pista dejando al poco una que sale a la izquierda, y en el siguiente cruce, dejaremos la pista, que se va a la derecha, para tomar un camino de tierra que se interna entre los árboles. Ahora deberemos prestar atención porque el tramo de bosque hasta alcanzar Pazos de Arenteiro es algo enrevesado. En el siguiente cruce que encontremos, a unos 400 m desde que entramos en esta zona boscosa, deberemos tomar el camino que sube ligeramente a la izquierda. Unos 600 m después, tomaremos el camino que desciende a la derecha, y para finalizar, seguiremos unos 500 metros hasta tomar el camino que gira a la derecha nuevamente y que nos deja en una carretera, la OU-0414, donde una clara señal en el quitamiedos, nos indica que hemos de seguir a la izquierda para en algo menos de un kilómetro, encontrar la señal que nos indica que entramos en el concello de Boborás, y poco después A Ponte da Cruz, que no cruzaremos y que dejaremos a nuestra derecha. Unos 500 m después del puente medieval, en el que por lo visto hubo una célebre batalla contra los franceses en la guerra de 1809, giramos a la derecha entrando en la bonita población de Pazos de Arenteiro. Atención, porque tal como nos indican los plafones informativos a la entrada de la población, estamos en un conjunto histórico sin parangón en todo Galicia, no en vano, nos encontramos en el único núcleo rural gallego con la exclusiva catalogación de Conjunto Histórico Artístico, cosa que ya percibimos al entrar en sus calles empedradas y ver las espectaculares placas que marcan los nombres de sus calles. La pequeña población, situada en un enclave excepcional, la encrucijada de los ríos Avia y Arenteiro, acogió a la largo de su historia a la conocida como nobleza del vino, del vino ribeiro, por supuesto, como nos recuerdan los monumentales pazos palaciegos que podemos ver; a los buscadores de plata, como nos recuerda su topónimo Arenteiro, por el río, que se llamó antiguamente Argentairo por arrastrar en su lecho arenas de este metal precioso y para acabar hasta la propia Orden de Malta, cuyos vestigios podemos encontrar en diferentes elementos arquitectónicos de la población, com la cruz de Malta que aparece en el tímpano de su iglesia románica. Además, en Pazos de Arenteiro estuvo asentada desde el s. XII la única encomienda gallega de la Orden del Santo Sepulcro de Jurusalén, que se mantuvo hasta unos años después de su disolución, en 1489. Sus instalaciones, estuvieron en uno de los muchos pazos que podemos encontrar en la población, de ahí su nombre, en concreto, en el Pazo da Encomenda, que se encuentra anexo a la Igrexa de San Salvador, en la que se conserva un bonito ábside con un peto de ánimas encastado. A nuestro paso, aprovechamos para hacer un receso en dicha iglesia, en la que se estaba celebrando algún acontecimiento religioso importante, cosa que ya pudimos percibir antes de nuestra llegada al pueblo a través de la megafonía instalada. Dejamos el centro de la población por un camino entre viñas que nos lleva a los barrios de A Vila y Requeixo, pasando por una fuente que dejamos a nuestra derecha. Después de las últimas casas, por asfalto, llegaremos al cruce con el rio Viñao, que viene por la derecha y que es afluente del Avia, viendo ya desde la carretera colgado de la ladera, el pueblo de Salon, al que deberemos subir en la que es la considerada como subida más dura de todo el Camiño da Geira e dos Arrieiros. Girando a la derecha, tomaremos una calle y comenzará la subida que en tres empinadas rampas consecutivas, nos dejarán en la iglesia de la población y en la carretera, que cruzaremos, para continuar ascendiendo entre casas ahora por camino de tierra y entre árboles. Pasaremos por la fuente de Eiria, y algo más adelante por un pequeño claro donde a la izquierda, encontramos un peto de ánimas con una santa en el interior del mismo. Continuando con la subida, en un árbol a la derecha, encontraremos una concha peregrina de Henrique Malheiro, peregrino de Braga y uno de los impulsores de este camino, que recorrió junto a su esposa en 2017. En un último esfuerzo en la subida, acabaremos llegando a O Igrexario, población donde nos acercamos a visitar la iglesia de San Miguel de Albarellos, donde a nuestro paso, se procedía a celebrar una misa dominical. Siguiendo por asfalto pasaremos luego por la aldea de Disriz, que dejaremos a nuestra izquierda, para alcanzar al poco la población de Paredes, donde encontramos una capilla con enrejado metálico, y donde podamos dar por concluida la larga subida que hemos iniciado con la primera rampa en la población de Salon. Siguiendo por la carretera, pasaremos por una finca y tomaremos el desvío a la derecha, que en unos 800 m nos dejará en las primeras casas de Vilachá. Al llegar a una casa junto al campo de futbol, giraremos a la derecha para seguir por una pista y luego otra vez por asfalto para llegar a Feás, donde encontramos el único bar en el tramo entre Pazos de Arenteiro y Beariz, y donde aprovechamos para hacer una larga pasa. Se trata del Bar Nictron, al que es conveniente avisar de nuestra llegada en caso de que queramos comer algo, teléfono 988285178. En nuestro caso, avisamos de nuestra llegada el día anterior, para poder disfrutar a nuestro paso de unos suculentos bocadillos. Unos metros pasado el bar, giramos a la izquierda para pasar entre casas y girar luego a la derecha hasta la Igrexa de San Antón de Feás, que dejaremos a la derecha para comenzar a subir por asfalto de manera progresiva. A media subida encontraremos un desvío indicado como "O mellor banco do mundo", en el que si tenemos fuerzas y ganas, vale mucho la pena, subir los 300 metros que llevan hasta él para encontrar el citado banco, en el Alto das Figueiras, una bandera gallega y unas espectaculares vistas de la población de Feás, que ya ha quedado abajo a lo lejos, y el valle que la rodea. Hecho el recomendable ida-vuelta, seguimos ascendiendo por la carretera hasta alcanzar el punto más alto, al que llegamos después de dejar la carretera y coger una pista que sale a la izquierda y que nos lleva a A Fenteira y a su Portela, reconocible por encontrar una caseta de vigilancia forestal y un vértice geodésico, al que no es necesario subir si no se desea. Allí, comenzará un descenso en el que encontraremos flechas amarillas, prestando atención porque pasado el río, deberemos tomar el camino de la izquierda como indican las flechas, adentrándonos en un precioso bosque de cuento entre robles y rocas tapizadas de musgo, que nos llevarán a la población de Magros, pasando junto a su fuente lavadero y desde donde nos quedarán aún unos 500 metros de suave subida hasta comenzar un corto descenso que nos llevará a las primeras casas de Beariz y a pasar por su bonita iglesia de Santa María, donde encontraremos tambien un hórreo. Saldremos a la carretera principal donde en el cruce, encontraremos un bonito monumento dedicado al Camiño da Geira e dos Arrieiros (Braga-Beariz-Santiago), que tanto estamos disfrutando. Hoy, descansaremos en el muy recomendable hospedaje del Bar Centro, cenando de manera espectacular y económica en el imprescindible El mexicano de Beariz, auténtica comida mexicana con una atención exquisita por parte del chico que regenta el establecimiento, que nos hizo excelentes recomendaciones para redondear esta larga e inolvidable, una vez más, etapa de este singular camino.
Waypoints
Waypoint
878 ft
Hospedaje Casa Lucita
Intersection
1,124 ft
A la izquierda
Intersection
1,360 ft
A la derecha
Intersection
1,340 ft
A la derecha
Intersection
1,285 ft
A la derecha
Intersection
1,160 ft
Camino a la izquierda
Intersection
989 ft
A la izquierda
Intersection
1,032 ft
A la izquierda
Intersection
1,032 ft
A la izquierda
Intersection
1,045 ft
A la izquierda
Intersection
1,150 ft
A la derecha
Intersection
950 ft
A la derecha
Intersection
653 ft
A la derecha
Fountain
884 ft
Fuente
Intersection
714 ft
A la derecha
Waypoint
1,754 ft
O Igrexario
Waypoint
2,033 ft
Distriz
Intersection
2,088 ft
A la derecha
Intersection
1,987 ft
Vilacha, a la derecha
Intersection
1,993 ft
A la izquierda
Intersection
1,852 ft
A la derecha
Intersection
1,892 ft
A la derecha
Waypoint
1,911 ft
Bar Nictron
Intersection
1,892 ft
A la izquierda
Intersection
2,871 ft
A la izquierda
Intersection
2,964 ft
A la izquierda
Waypoint
2,349 ft
Magros
Comments (4)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Muito bom trabalho do autor!!
Dedicação a cada pormenor onde a informação do Caminho é fraca
Parabéns!!
Ze da Quinta, fico feliz que a descrição da etapa te tenha sido útil! Muito obrigado! 😉
BUENOS DÍAS DANIARKANSAS.
Cuando hiciste la etapa estaba bien señalizada ?. gracias y muy buen post
senderuta Toni Ibañez, efectivamente, esta etapa así como el resto del Caminho da Geira e dos Arrieiros, está perfectamente señalizado. En esta etapa en concreto, solo nos salimos de él para hacer el ida-vuelta al Mirador de Feás, por otra parte altamente recomendable 😉