Camino de Invierno a Santiago de Compostela. Etapa 6. Monforte de Lemos (A Vide) ~ Chantada
near Vid, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Retomamos el Camino de Invierno después de una parada obligada de cuatro meses, esperemos no tardar tanto para la próxima.
Esta vez comenzamos nuestra ruta en el lugar de A Vide, a las afueras de Monforte. Fue una suerte haber adelantado esos cuatro kms hasta allí, ya que vuelve a predominar el asfalto en esta sexta etapa.
Por suerte gozaremos del extraordinario paisaje de los Codos de Belesar, con sus viñedos en bancales suspendidos sobre el río Miño que nos hará olvidar el duro asfalto y nos obligará a centrarnos en el descenso hasta su cauce por una calzada empedrada con 300 metros de desnivel, no apta para las bicis, y peligrosa, si están las piedras mojadas.
Aproximadamente a la altura del Km 18 de nuestra ruta, el el lugar de Montecelo, llegamos a un punto clave donde se halla el mojón del kilómetro 100 y la rudimentaria marquesina de madera de una parada de autobús; aquí las flechas nos indican girar casi 180 grados por pista a mano izquierda. Sin embargo, es muy recomendable seguir 80 metros a la derecha por la carretera para ver la iglesia de San Paio de Diomondi (siglo XII). Realmente merece la pena.
Una vez vista la iglesia volveremos atrás al punto del mojón del kilómetro 100, donde los ciclistas deberán seguir esta carretera LU-P-5806 para evitar la peligrosa bajada por la calzada empedrada hacia Belesar y los peregrinos a pie dejaremos la carretera para tomar la pista que arranca en suave bajada. Tras pasar entre unas casas, ésta se convierte en camino de tierra que se interna en el bosque. Iniciamos aquí el descenso en zigzag hacia el cauce del río Miño, por los llamados Codos de Belesar. La pendiente pasa a ser importante; además hay tramos resbaladizos por calzada empedrada, que corresponde a la Vía XVIII romana. Durante la bajada el bosque da paso a bancales con viñedos de la denominación de origen Ribeira Sacra; el paisaje es sencillamente espectacular. Finalmente llegamos a las casas del pequeño pueblo de Belesar y desde ahí y en continua bajada hasta el puente sobre el río Miño.
En esta orilla vemos a unos 150 metros el embarcadero; allí suele estar abierto un bar-restaurante donde parar a coger fuerzas –y a llenar la cantimplora– para la subida que nos espera.
Cruzamos el río por el puente y, tomando la calle que tenemos enfrente, iniciamos el ascenso; éste alterna tramos empedrados con otros de camino de tierra, siempre en fuerte pendiente, y algún trecho más llevadero por asfalto. A 300 metros cruzamos la carretera LU-P-1804, poco más arriba desembocamos de nuevo en ella y la seguimos por la derecha. Pasamos junto a la bodega Vía Romana, en la cafetería-restaurante que está enfrente nos sellaron amablemente las credenciales.
Unos 200 metros metros más adelante tomamos un atajo por la derecha de la carretera; descendemos hacia un arroyo, lo cruzamos por un paso de piedras junto a un viejo molino, y volvemos a subir a la misma carretera.
En el lugar de Alemparte pasaremos junto a una fuente de agua fresquísima, donde es obligado parar a recobrar el aliento. Al cabo de 150 metros toca girar a la izquierda por un camino que arranca empinado, y que continúa por una bonita corredoira entre muros de piedra; por suerte, a medida que llegamos a lo alto se suaviza la pendiente.
En el lugar de A Devesa, pasamos junto a la iglesia de San Pedro de Líncora y su cementerio; seguimos por la izquierda la misma carretera LU-P-1804. A casi 1 km confluimos en la carretera LU-P-1801, más ancha y transitada, y seguimos con cuidado por su arcén. Siempre de frente por la carretera, pasamos por debajo de la nacional N-540.
Para quienes quieran, ya casi llegando al centro de Chantada, se encuentra la Iglesia del monasterio de San Salvador de Asma; hay que desviarse unos 50 metros del camino, a mano izquierda, a la altura de O Priorato. Después de visitar la iglesia, volvemos a la carretera; al cabo de 500 metros cruzamos el río Asma por un pequeño puente. Siempre de frente, superamos un paseo arbolado y entramos en e
Esta vez comenzamos nuestra ruta en el lugar de A Vide, a las afueras de Monforte. Fue una suerte haber adelantado esos cuatro kms hasta allí, ya que vuelve a predominar el asfalto en esta sexta etapa.
Por suerte gozaremos del extraordinario paisaje de los Codos de Belesar, con sus viñedos en bancales suspendidos sobre el río Miño que nos hará olvidar el duro asfalto y nos obligará a centrarnos en el descenso hasta su cauce por una calzada empedrada con 300 metros de desnivel, no apta para las bicis, y peligrosa, si están las piedras mojadas.
Aproximadamente a la altura del Km 18 de nuestra ruta, el el lugar de Montecelo, llegamos a un punto clave donde se halla el mojón del kilómetro 100 y la rudimentaria marquesina de madera de una parada de autobús; aquí las flechas nos indican girar casi 180 grados por pista a mano izquierda. Sin embargo, es muy recomendable seguir 80 metros a la derecha por la carretera para ver la iglesia de San Paio de Diomondi (siglo XII). Realmente merece la pena.
Una vez vista la iglesia volveremos atrás al punto del mojón del kilómetro 100, donde los ciclistas deberán seguir esta carretera LU-P-5806 para evitar la peligrosa bajada por la calzada empedrada hacia Belesar y los peregrinos a pie dejaremos la carretera para tomar la pista que arranca en suave bajada. Tras pasar entre unas casas, ésta se convierte en camino de tierra que se interna en el bosque. Iniciamos aquí el descenso en zigzag hacia el cauce del río Miño, por los llamados Codos de Belesar. La pendiente pasa a ser importante; además hay tramos resbaladizos por calzada empedrada, que corresponde a la Vía XVIII romana. Durante la bajada el bosque da paso a bancales con viñedos de la denominación de origen Ribeira Sacra; el paisaje es sencillamente espectacular. Finalmente llegamos a las casas del pequeño pueblo de Belesar y desde ahí y en continua bajada hasta el puente sobre el río Miño.
En esta orilla vemos a unos 150 metros el embarcadero; allí suele estar abierto un bar-restaurante donde parar a coger fuerzas –y a llenar la cantimplora– para la subida que nos espera.
Cruzamos el río por el puente y, tomando la calle que tenemos enfrente, iniciamos el ascenso; éste alterna tramos empedrados con otros de camino de tierra, siempre en fuerte pendiente, y algún trecho más llevadero por asfalto. A 300 metros cruzamos la carretera LU-P-1804, poco más arriba desembocamos de nuevo en ella y la seguimos por la derecha. Pasamos junto a la bodega Vía Romana, en la cafetería-restaurante que está enfrente nos sellaron amablemente las credenciales.
Unos 200 metros metros más adelante tomamos un atajo por la derecha de la carretera; descendemos hacia un arroyo, lo cruzamos por un paso de piedras junto a un viejo molino, y volvemos a subir a la misma carretera.
En el lugar de Alemparte pasaremos junto a una fuente de agua fresquísima, donde es obligado parar a recobrar el aliento. Al cabo de 150 metros toca girar a la izquierda por un camino que arranca empinado, y que continúa por una bonita corredoira entre muros de piedra; por suerte, a medida que llegamos a lo alto se suaviza la pendiente.
En el lugar de A Devesa, pasamos junto a la iglesia de San Pedro de Líncora y su cementerio; seguimos por la izquierda la misma carretera LU-P-1804. A casi 1 km confluimos en la carretera LU-P-1801, más ancha y transitada, y seguimos con cuidado por su arcén. Siempre de frente por la carretera, pasamos por debajo de la nacional N-540.
Para quienes quieran, ya casi llegando al centro de Chantada, se encuentra la Iglesia del monasterio de San Salvador de Asma; hay que desviarse unos 50 metros del camino, a mano izquierda, a la altura de O Priorato. Después de visitar la iglesia, volvemos a la carretera; al cabo de 500 metros cruzamos el río Asma por un pequeño puente. Siempre de frente, superamos un paseo arbolado y entramos en e
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Comments (2)
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Etapa durilla pero con unos parajes impresionantes.
Coincido. Etapa con vistas espectaculares.
Gracias por tu comentario y valoración!