Camino de los Almendrales - Venta El Mirador - Cerro Escalera.

Hoy hice mi primera caminata del año y no me fui muy lejos de casa, opté por hacer la ruta del Camino de Almendrales hasta la Venta el Mirador para ser testigo del curioso fenómeno que estamos teniendo en Málaga desde el 30 de diciembre, el taró. Se trata de una espesa boina de niebla que se produce tras días de mucho calor, cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con el mar, enfriado por las corrientes atlánticas. Al producirse a nivel del mar, la niebla permanece muy baja y el cielo se despeja a partir de poco más de los 300 metros, lo que permite disfrutar de un precioso mar de nubes que cubre toda la ciudad y el Valle del Guadalhorce.

Y este fue el objetivo del día; me interné en el Pinar de las Quirosas con la intención de pisar el menor asfalto posible, buscando un carril dibujado en el mapa que evita el rodeo del Club Hípico, pero se trata de una finca particular y no queda más remedio que salir a la carretera, donde se aprecia toda la basura acumulada por los botellones de la fiesta de fin de año que hubo allí. Me desvío hacia el Arroyo Carnicero, donde poco a poco se va viendo el fenómeno buscado, con la niebla encajonada sobre arroyo que discurre paralelo a la Sierra del Pastor. Conforme se gana altura se van abriendo las vistas y pronto puedo ver el mar de nubes también encajonado por la Sierra de Mijas y tras bordear la cabecera del barranco y salir de él, me encuentro con la preciosa imagen del Cerro San Antón emergiendo del mar de nubes; una auténtica preciosidad que será motivo de cientos de fotografías durante la ruta.

Manteniendo siempre esta imagen en el objetivo, subo hasta la Venta el Mirador para después descender por el barranco del Arroyo Jabonero. Poco a poco se ve como el Cerro San Antón vuelve a sumergirse entre las nubes y sigo bajando para buscar el siguiente objetivo de la ruta, el Cerro Escalera. Las vistas desde aquí no son muy amplias pero tienen el atractivo de la vista sobre el Cerrado de Calderón y la salida del túnel de la autovía circunvalación, que pasa bajo este alto. La vuelta la hago por un sendero que aparece dibujado en el mapa, pero que no merece la pena recorrer, ya que no añade ningún atractivo a la ruta y desciende por una torrentera bastante peligrosa. Este es el motivo de mantener la calificación de moderada a la ruta que, de usar el carril que hay unos cien metros más adelante, podría calificarse como fácil. El hacer esta ruta hoy fue por la curiosidad del fenómeno del taró, sin él la ruta sigue siendo atractiva por las bonitas vistas que hay de la ciudad de Málaga.