CAMINO DE MADRID- Etapa 7 Alcazarén-Puente Duero

Continuamos hoy con una etapa entre campos y pinares con nuestra ya acostumbrada arena de duna playera, hoy será el último día prácticamente en el que caminaremos por ella. en el km 11 tenemos un lugar ideal para hacer un descanso en nuestro largo trecho hoy de casi 17 km hasta Valdestillas sin fuentes ni poblaciones donde abastecerse. En ese punto encontramos un bonito área de descanso en la zona de confluencia de los ríos Adaja y Eresma, que nos ha acompañado desde Segovia. Un pequeño desvío nos deja en la Ermita de la Virgen de Sieteiglesias, del municipio de Matapozuelos por cuyo centro no discurre el camino. En Valdestillas, única población que hoy pasaremos, tenemos bares y es una población que dispone de estación de tren, salimos de la población y a la altura de la misma giramos a la derecha, pasado bajo el puente de las vías del tren las flechas nos sacan a la carretera por cuyo arcén tendremos que caminar durante unos 2 km. Ojo con no coger la pista que discurre a la izquierda de la carretera, ya que, de cogerla, como hicimos nosotros durante un tramo, al final nos encontramos con el paso infranqueable de las vías del tren que hacen que tengamos que bajar el talud que nos vuelve a dejar a la carretera, en este caso, es mejor hacer caso a las indicaciones y seguir las flechas que nos mandan por la carretera. Algo más adelante saldremos de la carretera para cruzarla a la izquierda y seguir un sendero con el pinar a nuestra izquierda, es un tramo un poco largo que nos acaba dejando finalmente en Puente Duero, pedanía perteneciente al término municipal de Valladolid, que dispone de un funcional albergue en una cabaña de madera antes de cruzar el puente que da nombre a la población. Vale la pena acercarse a Valladolid ese día y visitar, por ejemplo, el magnífico Museo Nacional de Escultura. Atención a los horarios de ida y vuelta de los autobuses, cada media hora entre semana y cada hora los fines de semana entre Puente Duero y Valladolid. Además, no se pueden adquirir billetes en el autobús, que funciona con un sistema de abonos con tarjeta recargable que se adquieren en kioscos y estancos, si es fin de semana, como fue nuestro caso, solo cabe en confiar en la buena voluntad de los pasajeros del bus a la ida y la vuelta para que te validen los viajes con sus targetas y tu les puedas pagar el equivalente en metálico.