Camino de San Olav- Etapa 2ª, Desviación a San Clemente

Esta etapa tiene una variación forzosa al no poder alojarnos en Cubillo del César y nos vimos obligados a desviarnos hasta Cuevas de San Clemente.

RECORRIDO:
Nos despedimos de Mauri y salimos de la Cerca de Doña Jimena. Avanzamos en línea recta y en la segunda desviación a la derecha la tomamos. Ahora siempre mirando los aerogeneradores hacia ellos nos dirigimos. Siempre de frente. Cruzamos la pista de los aerogeneradores y nuestro camino se vuelve más herboso y menos compactado. Vemos a nuestra izquierda y derecha surcos de plantaciones jóvenes de coníferas que apenas sobresalen del suelo.

Seguidamente un pequeño descenso hasta una nueva pista que nos eleva junto a la cantera. Esta queda a nuestra derecha. Llaneamos viendo el valle a nuestra izquierda y las casas de Sopeña, y por la derecha nos acompaña una ladera rocosa. El camino es tranquilo y de vistas lejanas.
Sin darnos cuenta llegamos al cartel del camino, junto a la ermita de Ntra. Sra. del Castillo y un gran mojón con cruz de hierro. Una higuera junto a la ermita nos brinda sus higos.
Atención: Ahora encontramos una bajada , con lluvia, un tanto resbaladiza. No es muy larga, pero la piedrilla está suelta y hay que evitar resbalones.

Llegados abajo ya estamos en LOS AUSINES. Está formado por tres barrios: Quintanilla, San Juan(al que llegamos nosotros) y Sopeña.
En la carretera giramos a la izquierda, cruzamos el puente sobre el río Los Ausines y nos topamos con la vía verde Santander -Mediterraneo.(A la derecha iríamos al pueblo de Revillarruz / y hacia la izquierda hacia el pueblo de Revilla del Campo)
Aunque podríamos ir por la vía verde, nosotros seguimos a la izquierda, paralelos a la vía verde, pero por el camino marcado de San Olav. Contemplamos el mural junto a la báscula de camiones y sobretodo el bonito paraje de los chopos-álamos amarillento, el río los Ausines y los grandes peñascos que cobijan al barrio de Sopeña y su iglesia de San Miguel. No vemos la ermita del Castillo, pero a medida que nos alejemos la podremos ver en nuestras miradas hacia atrás para ver el camino recorrido.
Avanzamos entre grandes fincas labradas con el color rojo sanguinolento y las parcelas cosechadas de cereal con su característico color amarillento de los rastrojos. La vista es extensa. El camino se puede volver un poco monótono, pero su llanura lo hace más agradable.
Llegados a un cruce y viendo en frente el pueblo Revilla, el camino San Olav nos hace girar 90º grados a nuestra izquierda. Descendemos hasta el puente que cruza el río Lara que se fundirá con el río de Los Ausines. En el borde del mismo puente encontramos un poste del camino. Nos manda internarnos junto al río. (Pero se puede seguir por la carretera hasta el pueblo)
Nos adentramos entre los altos chopos, por un sendero estrecho pero bien marcado. Rompemos la monotonía de los grandes caminos parcelarios. Culebreamos con el pequeño río, contemplando el discurrir del agua, estamos en noviembre, y cruzamos un vado con unos bloques pétreos para saltar un arroyo. Seguimos el sendero estrecho y herboso, tocamos el borde de unas fincas y salimos al puente de la vía verde de Santander-Mediterraneo. La cruzamos y encontramos unas mesas de piedra y un área de descanso, un campo de juegos, y una mesa con tejavana que la cubre. Con el río a la izquierda salimos al bonito puente medieval y llegada al pueblo de REVILLA DEL CAMPO.

***El pueblo lo conforman un barrio grande (Santa María) por el que pasa la carretera y un barrio pequeño denominado Santa Eugenia. Se comunica a través de los dos caminos que rodean una zona central no edificada dando la sensación al viandante de encontrarse en un pueblo mayor que lo que es, estos dos caminos confluyen en una plaza de la que sale el puente que lleva al barrio pequeño. Sobre el puente moderno pasan dos ríos paralelos, el llamado río pequeño y Lara que se unen para ir a desembocar en el río Ausín que a su vez topa con el Arlanzón. El cruce de caminos, donde se yergue este puente, el lugar elegido para celebrar las fiestas. Por un lado, está la plaza mayor donde se sitúa el bar o cantina, el Ayuntamiento, el puente , el herradero potro, donde se herraba a los animales y la bolera, bolera confederada se juega tanto al pasabolo como al bolo burgalés.***

Seguimos: sobre el puente un cartel nos indica a la izquierda La Cantina, pero el camino va a la derecha.
Una pequeña pausa en la cantina, con una estufa estupenda y muy calorífica. De pincho un queso muy rico de la zona. Salimos, vemos el río, el herradero del potro, las imágenes de los animales de la zona, nos subimos a la locomotora y realizamos varías fotografías.
Ahora toca caminar y pronto dejaremos el páramo para adentrarnos en zona montañosa.
Cruzamos esta parte del pueblo y junto a la ermita de la Vera Cruz. Y en la bifurcación tomamos la izquierda que nos llevará enseguida al borde de un gran bosque de encinas. El bosque lo llevamos a nuestra derecha, que no dará sombra ya que a la izquierda son piezas de cereales. Habrá que estar atentos al ver una zona de mesas y cercada porque ahí debemos girar a izquierda 90º.
Es el área de la Veguilla, junto al arroyo de FuenteTabladillo. Es una zona de picnic.

Seguimos entre campos ya cosechados hacia el pueblo de QUINTANALARA.
Pueblo pequeño que no llega a los 40 vecinos. El centro social sólo se abre los fines de semana por turnos entre los vecinos. Un mural de leyenda adorna el pueblo. Pero destaca sobretodo la curiosa biblioteca "El potro" con más de 16.000 libros para préstamo, acondicionada por Entrelibros. (Bookcrossing). También destaca la poderosa torre de la Iglesia.
Saliendo del pueblo a la izquierda dejamos las tierras de cultivo para adentrarnos en la zona montañosa. Donde las encinas reinan sobre suelos calizos.
En una subida suave y sostenida y antes de perder de vista al pueblo nos giramos para ver una gran panorámica y la pequeñez del pueblo a vista de pájaro.
Ahora entre las encinas discurre un camino bastante marcado. No hacemos caso de los desvíos. En el primer cruce seguimos de frente. En el segundo cruce también de frente. Y ya nos acercamos a una gran pista a nuestra derecha. Pero nosotros vamos por senda junto a las encinas sin salir a la pista principal. Al final salimos cuando estamos a las puertas de CUBILLO DEL CÉSAR.

NOTA IMPORTANTE: Aquí pensábamos terminar la etapa en la casa rural, pero no fue posible hacer la reserva. Así que debemos seguir a otro pueblo fuera del camino, a Cuevas de San Clemente.

EL CAMINO DE SAN OLAV NO ENTRA EN CUBILLO DEL CESAR, UNA SEÑAL NOS OBLIGARÍA A DESVIARNOS HACIA LA IZQUIERDA PARA IR POR EL BOSQUE A CUBILLEJO. .

DESVIACIÓN: Nosotros entramos en el pueblo, el centro social estaba cerrado, y comimos los bocadillos en el pórtico de la iglesia, con fuente y junto a la casa rural que no pudimos contratar.

Salimos a la carretera y vemos señales del camino del Cid. Tenemos dos opciones:
A: seguir por la carretera a la derecha hasta Cuevas de San Clemente. Nos ahorraríamos 750 metros.
B: Seguir de frente por camino de tierra, al principio ascendente y luego llano hasta salir a mitad de la carretera. En mapas pone camino a Cuevas de San Clemente. Por él vamos nosotros entre grandes tierras de cultivo.
Salimos a la carretera y ahora si por asfalto descendemos hasta el bonito pueblo de Cuevas de San Clemente.
Llegados allí, nos aposentamos en la casa rural La Hornera. No da cenas ni desayunos. Pero a pocos metros en la carretera está "La Venta del Jamón" que es restaurante y abre a las 7:30 de la mañana para desayunos.
Fin de la etapa.

DATOS:
Casa rural en Cuevas de San Clemente:
Casa Rural La Hornera.(Por habitaciones) Se encuentra cerca de la Iglesia.
Nos atendió Gonzalo. 625 050905
También es de ellos Casa Rural Sixto (Pero se alquila completa)

Casa rural en Cubillo del César:
Casa Rural "Roblejimeno"
carmenheras@roblejimeno.com
628 692 459
Capacidad para 16 personas.

Etapa 1 de San Olav
Etapa 3 de San Olav
Unión etapa 2-3 de San Olav