Camino de San Úrbez GR-268. Etapa 5, Nocito - Chibluco

Quinta etapa de esta travesía por el Camino de San Úrbez.

Desde el refugio de la FAM en Nocito, cruzaremos el puente sobre el río Guatizalema y enlazaremos con el sendero GR-268

Siguiendo este GR que coincide con el Camino Natural de la Hoya de Huesca, descendemos suavemente por una preciosa y limpia senda hasta el enlace con un camino por el que se continúa hasta la confluencia con el barranco de la Pillera.

Siguiendo la margen derecha tomamos un sendero que bordea el río Guatizalema y tras cruzar un pequeño barranco por unas piedras llamadas pasaderas abandonamos el cauce, de nuevo por la derecha.

La ruta del GR-68 se separa un poco mas adelante del camino Natural, que se dirige a Vadiello; continuamos por sendero ascendiendo hasta el dolmen del Palomar.

El recorrido es hermoso pero el cansancio acumulado en etapas previas hace ya mella. Seguimos la senda con pequeños subes y bajas hasta enlazar con la Cabañera Real de Ibirque, viramos a la izquierda y continuamos ascendiendo.

Alcanzamos Cuello Salillas y descendemos hasta el Mesón de Sescún, donde nos detuvimos a comer un bocadillo del Pic - nic que nos prepararon en el Albergue de Nocito.

Continuamos la senda, de nuevo con subidas y bajadas relativamente suaves, tramos de cabañera y pista conducen al angosto paso de Cuello Bail cuyo último repecho es muy pero que muy duro.

Un tramo de antigua cabañera desciende de forma suave, luego se convierte en senda estrecha que con mayor pendiente va cortando la pista en numerosas ocasiones, desembocando un camino en su avance hacia los Campos de Ziano. Existe un parking autorizado y por la derecha continuamos bajando hasta los propios Campos de Ciano aunque siempre he creído que se localizaban en la zona del parking.

Una vez en estas fincas que parecen estar en barbecho comenzamos un nuevo ascenso hasta un collado, para a continuación en mitad de un pinar tomar una trocha con mucha pendiente, que forzando nuestros cuádriceps nos "tira" al fondo del barranco situado bajo las pedreras del monte Matapaños.

Una vez enlazamos con la senda que viene de San Julian de Banzo, torcemos a la derecha remontando el barranco bajo un tupido carrrascal. No tardamos en hallar la Bifurcación que nos permite elegir dos caminos hacia San Martín de la Bal 'Onsera.

Por la derecha discurre el sendero llamado Camino de los Burros, que asciende hasta el collado San Salvador. Lo utilizamos de regreso, pues para subir al éste collado elegimos el sendero de la izquierda, llamado Paso de la Viñeta, mucho mas aéreo y de mayor dificultad, pero a su vez bonito y espectacular.

Situados en la divisoria de barrancos, descenderemos la costera hasta el fondo del barranco de San Martin, con la ayuda de innumerables sirgas a modo de ferrata; Llegamos al fondo exhaustos, pero solo quedan unos cientos de metros aguas arriba para alcanzar el rincón donde el barranco se cierra completamente, hallando la ermita de San Martín, magníficamente emplazada.

Este lugar es tan hermoso que nos quedamos encandilados pese a haber estado otras veces. La sutil "cascada" de agua que preside el fondo nos permitió refrescarnos bajo el chorro fino y constante, es solo un hilo de agua que cae de una gran altura y sin embargo aumenta la magia de este eremitorio donde San Úrbez fue ordenado sacerdote.

A continuación descendemos el barranco y ascendemos por las sirgas hasta el collado de San Salvador.

Desde el collado o divisoria iniciamos el descenso por el camino de Los Burros. Antes de iniciar la bajada hay que recorrer bastante trecho hacia el Norte, siguiendo proimero la cresta y enseguida la ladera del Matapaños, incluso subimos un poco más antes de comenzar la fuerte bajada que, no obstante es bastante cómoda por estar el sendero bastante limpio.

En dirección sur el camino discurre varios cientos de metros por el fondo del barranco de San Martín, pasa la Puerta del Cierzo (brecha entre grandes moles de roca), prosigue por el cauce de grava y enlaza con el barranco de San Martín de nuevo.

Continuamos el barranco hasta hallar la salida o escape, que asciende suavemente hasta el aparcamiento donde habitualmente se comienza la excursión a San Martín.

Ya por pista y asfalto se sigue hasta la localidad de San Julián de Banzo. Desde el barrio de Suso (uno de los dos que la conforman) y detrás de la iglesia, parte el sendero que recorre entre campos y cultivos el descenso al barranco Nadal.

Esta parte de senda está completamente invadida de hierbas y algo de maleza, es transitable pero de muy mal gusto y sin ningún tipo de conservación.

Un último repecho conduce hasta Chibluco para dar por finalizada una dura etapa.