Camino de Santiago - Arzúa a O Pedrouzo

Etapa simple y fácil pero con achaques por el duro tramo de ayer.
Salimos tarde, a las 8, y nos sorprende que todavía no hay demasiados peregrinos. A menos de tres kilómetros ya disponemos de un primer lugar de avituallamiento. No encontramos más hasta A Calle dé Ferreiros, con 3 bares. Un poco más adelante, en Boavista, hay un local que oferta opciones veganas.
Ya hemos recorrido más de la mitad cuando llegamos a Salceda, con tres bares. Descansamos y tomamos un pincho de tortilla en uno de ellos. Los siguientes lugares, A Brea y Cerceda también albergan un bar cada uno.
Recomiendo el desvío por debajo de la carretera antes de Santa Irene. Nos lleva a la Fuente de la Eterna Juventud (la provee su agua, según la leyenda) y a la capilla de Santa Irene. Lamentablemente, la fuente está seca y la capilla cerrada. El desvío es pequeño, cruza por un paso subterráneo la carretera y luego la vuelve a cruzar pero sin ningún tipo de paso.
Estamos ya llegando al destino, hay servicio de restauración en el último pueblo, A Rúa, por si alguien prefiere adelantar la comida. A menos de dos kilómetros entramos en O Pedrouzo, y un ratito después llegamos al núcleo urbano. Me llama la atención el albergue Mirador de Pedrouzo. Es un edificio con una terraza y unos jardines propios de un bello balneario. Dispone de 49 plazas en 7 habitaciones, con todos los servicios a un paso. Un lugar a considerar si vamos de albergues. Hemos comido bueno, bonito y barato (caldo rico, codillo y arroz con leche) en pizzería Che, casi enfrente del albergue, muy recomendable. Por la tarde hemos ido a la iglesia que está algo apartada de la calle principal (se llega por la Avenida de la Iglesia). Un delicioso helado en Limoncelli (en calle de entrada, a la izquierda) ha sido telonero de la cena. Esta noche esperamos dormir pronto y bien para mañana culminar esta memorable historia compartida. ¡Buen Camino! ¡Ultreia!