Camino de Santiago. Camino Inglés, etapa 3/6: Pontedeume - Betanzos.

Esta etapa es el típico rompepiernas gallego, donde no hay ningún desnivel significativo pero tampoco tramos planos donde relajarse. Comenzamos la jornada cruzando Pontedeume para encarar la cuesta más importante del día; el trayecto es mayoritariamente asfalto (como en todo el Camino Inglés) y tardaremos un buen rato en encontrar los primeros carriles de tierra. Ya en el mirador que hay después de la Fonte Nova nos encontramos con un gran grupo de peregrinos sevillanos que están bastante desorganizados, tanto que una decena de ellos se nos pega dejando atrás a su guía y nos permite ver que ninguno de ellos tenía ni idea de como enfrentarse al Camino; les vamos indicando como seguir las flechas y mojones, hasta que siete kilómetros más tarde, ya en Puente Baixoi, son capaces de "destetarse".

Ahora el camino entra en su parte más llana hasta llegar a Miño, donde nos encontramos con un mercadillo en el que nos avituallamos para sentarnos en la terraza de una cafetería que no ofrecía nada más que bollería. Tras una buena pausa os dirigimos al Ponte do Porco, donde hay la opción se seguir el camino oficial o bien uno más corto que se toma una vez cruzado el puente. Esta vez decidimos seguir el oficial, que está justificado por el cruce del río Lambre a través de un puente medieval anterior al que mandó construir la Casa de Andrade en este estratégico enclave. Una vez cruzado el Lambre comienzan unas pistas en ascenso por las que vamos visitando distintas parroquias; de todo lo que vamos viendo me llamaron mucho la atención un precioso lavadero construido directamente sobre una acequia que deriva el agua del rego de Baltar, la fuente de Gas y algún hórreo bastante peculiar. Cuestión aparte es la iglesia de San Martiño de Tiobre, situada en un lugar idílico, donde me intereso por las numerosas lápidas que se alinean frente a la entrada principal.

Desde aquí todo es bajada hasta Betanzos en la que entramos a través del puente sobre el Mandeo y una de las puertas de la antigua muralla, para llegar a la plaza de la Constitución. Nos dirigimos al "Hotel Garelos" (88 eur.) a darnos una ducha mientras esperábamos la llamada de "a Raxería do Pote", donde habíamos reservado para tomar la famosa tortilla de Betanzos (entre otras cosas).