Camino de Santiago de Fisterra-Muxía-Santiago - Etapa 06: Negreira-Santiago de Compostela

Camino de Santiago de Fisterra-Muxía-Santiago - Etapa 06: Negreira - Santiago de Compostela.

Partimos desde el Ayuntamiento de Negreira; giramos a la derecha para llegar a la Avenida de Santiago, donde hay una estatua de Santo peregrino y desde allí, giramos a la derecha subiendo hacia la aldea de Chancela.

En menos de 2 kms., cruzamos la carretera AC-447. Seguimos por un camino paralelo y en pocos metros, la volvemos a cruzar para tomar una senda de tierra por la derecha, que nos lleva paralelos al río Tambre. Pasamos bajo los arcos del viaducto que corresponde a la carretera AC-544 y a los pocos metros, bajo el arco de Ponte Nova, un puente de piedra de una antigua carretera.

Seguimos avanzando paralelos al río y, por una pista asfaltada, llegamos a la bonita aldea de Ponte Maceira, todo un entorno de casas de piedra restauradas con sumo cuidado, guardando una gran armonía. Bajamos hasta la ermita de San Blas, justo al lado del tercer puente, Ponte Vella. Este puente tiene un origen romano, aunque fue en la Edad Media cuando cobro gran importancia, pues era paso obligado en el camino hacia Fines Terrae. Es el paso entre el concello de Negreira y el de Ames. Aquí el Tambre muestra todo su esplendor y, a ambas orillas, pueden verse antiguos molinos.

Desde este lugar, comenzamos una larga subida por una carretera local. Pasamos por Trasmonte, donde hacemos un alto en Casa Pancho, para después continuar hasta Carballo por la misma pista. A la salida de esta aldea alcanzamos los 281 m.s.n.m., el punto más alto de la etapa, es el alto de Mar de Ovellas.

El descenso sigue unos metros por la carretera y pasamos junto a una fuente con bancos de piedra, para después seguir a la izquierda, por una senda que se introduce en un precioso bosque de robles, aunque con una bajada muy pronunciada, ya que en algo más de 2 kms., quedamos a una cota de 55 m.s.n.m.

Hemos llegado a Augapesada, donde salimos a la carretera AC-453; giramos a la derecha para avanzar, subiendo por la acera casi 3 kms. y atravesamos las aldeas de O Lombao y Ventosa, hasta el Alto do Vento. En este punto hay un mesón donde poder recuperar fuerzas. Aquí finaliza el Concello de Ames.

Giramos a la izquierda por una pista asfaltada, ya en el Concello de Santiago de Compostela. Avanzamos por el bosque hasta llegar a cruzar el río Roxos, por un puente de piedra en la aldea de Quintans.

Desde aquí el camino se convierte en un tobogán, un continuo sube y baja por pistas asfaltadas y sendas forestales, pasando por pequeñas aldeas, chalets, casas de campo y sobretodo, bosque de robles y eucaliptos. Sabemos que estamos cerca de Santiago, pero andamos inmersos en el medio rural y ni atisbo de la ciudad.

Cuando llegamos a la aldea de Sarela de Abaixo, estamos en un alto que nos permite ver las torres de la Catedral en la lejanía, ¡ menos mal !, eso nos anima, pues es una mañana de bastante calor y esta etapa acaba siendo un poco “rompepiernas”.

Descendemos hacia Ponte Serela, para cruzar el río del mismo nombre. Pasamos junto a antiguos molinos y comenzamos el ascenso por la Costa Cano, encajonados entre muros de piedra que no permiten ver más allá, pero tras unos 500 m. salimos a una pradera con un precioso y centenario robledal. Nos sorprendemos al ver que de repente, nos encontramos en la zona histórica de la ciudad, en la calle San Lorenzo. Avanzamos por ella hasta llegar a la rua de Campo das Hortas, la cruzamos y, por la Rua das Hortas, encaramos nuestra última subida, justo hasta la plaza del Obradoiro.

Emocionados y agradecidos por tener la fortuna de poder cumplir nuestro peregrinar, visitamos de inmediato la Catedral y abrazamos a nuestro Santo Patrón que nos guía, protege y acompaña en esta andadura por la vida. Más tarde, en la nueva Oficina del Peregrino, recogemos nuestra quinta Compostela. ¡ Una satisfacción !.

¡¡ Gracias a todo el voluntariado del Camino !! ... y … ¡¡ Buen Camino !!

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P.D. La señalización, con los mojones o pilones típicos del Camino y sus flechas amarillas, no ofrece ninguna dificultad para seguirlas, al estar realizada para ambos sentidos, tanto "hacia Santiago" como "desde Santiago", con la ventaja de que, al estar labrada la flecha amarilla sobre la propia piedra del mojón en una profundidad muy considerable, evita los actos vandálicos y de gamberrismo, que llevan a veces a confusión y dudas.

En cuanto a la señalización con las flechas con pintura amarilla (no mojones), se realiza como de costumbre, pero añadiéndole a la flecha una letra mayúscula en su punta, con la inicial de la dirección a seguir, según el camino que llevemos: "S" hacia Santiago, "M" hacia Muxia y "F" hacia Fisterra.


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