Camino de Santiago del Norte. Etapa Vilalba - A Lagoa

La etapa de hoy aunque larga no es excesivamente dura. Seguimos caminando por pistas y caminos asfaltados, senderos, corredoiras embarradas y, por suerte, muy poco asfalto, con muy escasa circulación, acompañados por mucho arbolado y con el ruido de fondo de la carretera nacional, que no llega a molestar.

RECORRIDO.
Salimos desde la plaza de Santa María, en el centro histórico, ya sea por la rúa do Sol; seguimos en fuerte bajada por la Travesía de San Juan y después por la Travesía do Matadero, que se convierte en un sendero estrecho entre muros de piedra por el que abandonamos Vilalba.

Pasamos junto a las instalaciones de la depuradora y cruzamos un puente sobre el río Madalena, después del cual comienza un fuerte repecho. Al cabo de 1,1 km pasamos bajo los viaductos de la autovía A-8 y llegamos al Ponte Rodríguez, sobre el río Ladra.

En Ponte Rodríguez, ascendemos por caminos de tierra y corredoiras hacia las casas de Gabín y Boizán, y después volvemos a cruzar la autovía A-8, esta vez por el puente de una carretera; allí giramos a la derecha y seguimos una pista asfaltada hasta llegar a la N-634, frente a San Xoán de Alba. Vemos el cementerio y la capilla al otro lado de la nacional, pero no es necesario cruzar.

En San Xoán de Alba hay que tener mucha cuidado, pues las señales marcan un rodeo absurdo y peligroso: un mojón nos invita a cruzar a la brava la carretera, por un punto con cuatro carriles de circulación, para al cabo de 150 metros volver a cruzar la nacional a la inversa, donde reencontramos las señales del trazado oficial, que gira a mano derecha para tomar un camino de tierra. Avanzamos por dicha pista, a veces un tanto embarrada, pasando las casas de Carralmaior y A Torre, hasta llegar a la pequeña localidad de Pedrouzos.

Seguimos en la misma dirección para cruzar, siempre con cuidado, la nacional. Tras ascender ligeramente, iniciamos un bonito tramo de camino arbolado que pronto nos devuelve a la carretera. Cruzamos de nuevo la nacional (tampoco aquí hay paso de peatones), pasamos bajo la autovía A-8 y llegamos a un interesante puente medieval en A Ponte de Saa, sobre el río Labrada.Tras 400 metros volvemos a pasar bajo la autovía y al cabo de 350 metros cruzamos la nacional.

Siguiendo una cómoda pista de asfalto superamos sucesivamente los lugares de Lamela, As Penas, Casamuiño y Castiñeira, así como la pequeña capilla do Carme, donde abandonamos la parroquia de Pígara. Al cabo de 900 metros pasamos ante la ermita de San Adrián, en el lugar de Carballido, y seguimos por la derecha hasta cruzar un paso inferior bajo la A-6, o autovía del Noroeste.

Tras pasar bajo autovía, giraremos a la derecha, para seguir durante una pista ondulada que discurre en paralelo a la autovía, y que pasa junto al tanatorio privado de Baamonde. Desde allí sólo deberemos seguir la carretera N-634 (que en este tramo urbano se llama avenida da Terra Chá), hasta su final en la rotonda de Baamonde, donde está el cruce con la N-VI y la estación de ferrocarril. Justo antes de dicha rotonda, en la acera de la derecha, tenemos el edificio del albergue de peregrinos de la Xunta, que ocupa el edificio de una antigua casa de postas, reconocible por su gran puerta vidriada de color verde.

Desde la rotonda, tomamos hacia la derecha por la antigua N-VI, ahora con poco tráfico, en dirección hacia A Coruña. Seguimos con cuidado por el arcén de la N-VI, en paralelo a la vía del tren y al río Parga, a lo largo de tres kilómetros, durante los cuales superamos el punto del teórico km 100 para llegar a Compostela.

Finalmente giramos a la izquierda, cruzando la vía del tren por un paso a nivel. Acto seguido atravesamos el bonito puente medieval sobre el río Parga, tras el cual giramos a la derecha, en subida, y llegamos a la capilla de San Alberte, del siglo XIV, junto a la cual hay un cruceiro y una fuente de estilo renacentista; está situada en medio de una carballeira (bosque de robles).

Desde el claro del bosque donde se halla dicho cruceiro tomamos un sendero poco marcado, estrecho y en subida, que pasa junto a los muros que restan de un antiguo hospital de peregrinos. Proseguimos a través de un tramo precioso, hasta llegar a unas casas donde hay dos mojones y un cartel, punto de bifurcación entre las dos rutas alternativas.

Nosotros cogemos el camino de la izquierda que es el camino tradicional (por Miraz), siguiendo la pista asfaltada, y al cabo de unos metros vemos a nuestra derecha un desvío hacia la iglesia de San Breixo de Parga, donde no entramos; 350 metros más adelante llegamos a un stop, cruzamos de frente la carretera y seguimos por una pista de tierra; aquí empieza un tramo precioso que conduce, al cabo de 1,9 km, al lugar de Raposeira, donde vemos un gran penedo (roca que surge o sobresale del suelo) con un hórreo encima. Seguimos por un rosario de pistas hasta el cruce de Carballedo.

Varias señales de madera nos irán anunciando la proximidad del Punto de apoyo al peregrino. Se encuentra a mano derecha y a unos 100 metros del Camino, justo en el mojón que indica los 93.468 a Santiago. La etapa continúa por pista hacia el área de descanso de Seixón y más adelante, tras el río Lavandeira a la parroquia de San Paio de Seixón, perteneciente al Concello de Friol. Su iglesia románica se encuentra a la izquierda del Camino, a la altura del desvío que, por carretera, nos lleva a pasar por Sucampo y A Lagoa, lugares de la parroquia de Seixón. En este último se encuentra el albergue A Lagoa, con bar y tienda donde nos hospedaremos dando por termina la etapa de hoy.

¡BUEN CAMINO!


AVISO: La ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.